DESTINO DE UN CORAZÓN: DIÁLOGO ENTRE DOS MADRES.

 

DESTINO DE UN CORAZÓN:  DIÁLOGO ENTRE DOS MADRES.

© Copyright, Xiomara J. Pagés

Mayo 21, 2025

Autora/Periodista/Motivadora/Promotora Cultural

Fundadora y Directora de las ''Tertulias de Xio.''

[dedicado a Zenaida Hernandez, la guajira cubana, 

por el trasplante de corazón a  su hijo Luis Orama].

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INTRODUCCIÓN....

Hay misterios en la vida, que solo conoce Dios, cuando unos mueren y otros viven, en misteriosas circunstancias, y hay madres de un lado y de otro, unidas por el amor, el llanto y la sonrisa. La vida es un misterio para vivir, y no siempre un problema que resolver. Vivámosla pues, y dejemos a Dios, ser Dios.

[ Diálogo entre una madre que llora (MADRE TRISTEZA ), y una madre que ríe (MADRE ALEGRIA) cuando por causas de la vida, sin conocerse, son unidas por un mismo corazón, y solo Dios conoce la verdadera historia.  Creadora de este  diálogo,  la autora Xiomara J. Pages ].

¡ REGALEMOS EL DON DE LA VIDA!!

Seamos donantes de órganos...

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(Un trasplante de corazón, desde los dos puntos de vista de dos madres)

MADRE TRISTEZA:

- He perdido yo a mi hijo, se me ha ido ya hasta el Cielo, pero su vida ha dejado en su corazón bueno, que a otro humano ha regalado. Me conforta en mi dolor, saber que hay otra familia, que hoy ríe unida y gozosa, y es parte de mi consuelo. Me llena de paz saber cuán generoso fue mi hijo. Mi hijo que ya murió, y aún vida él ofreció, para dar a los demás, como Jesús lo pidió. No conozco dónde habita el corazón de mi hijo, pero sus latidos siguen en el pecho de otro hijo. Sé que le echaré de menos, y mis lágrimas derramo,

¡ Ay , hijo mío, te fuiste, mas sabes, que siempre te amo !!

 

MADRE ALEGRÍA:

- Señor mío Poderoso, agradezco tanto bien, esto es un renacer de mi hijo y de nosotros. Envío mis bendiciones y gratitud a esa madre, que llora hoy por su hijo, mientras que yo abrazo el mío. Donde quiera que ella esté, aunque yo no la conozca, por ella yo rezaré, ella y su hijo me han dado, esta alegría mayor.

Quisiera yo haber sabido, quién es el que le ha dado, a mi hijo un corazón. Pero siento la alegría de tener aquí a mi hijo, de ver que alargan sus días, a pesar del sacrificio de otro donante al morir. Que al alma de esa persona, Dios le cuente su virtud, y pienso que lo bendijo. Es por eso, que con fe, yo beso mi crucifijo.