© Xiomara J. Pages,
Agosto 18, 2025
Buenas tardes,
Tenía una cita esta mañana para desayunar con una amiga y la tuve que cancelar.
Desde anoche andaba medio mareada pero pensé se me pasaría, y esta mañana a las 7:00 am tuve que cancelar la cita, me tomé una pastilla que te alivia el mareo pero te tumba para dormir y eso hice, acostarme hasta la 10:00 am.
Esperando los jardineros que hoy dijeron vendrían más tarde en vez de la mañana. Tuve que salir al banco y hacer unas diligencias pues es tiempo de pagar los seguros de la casa, como siempre caros.
Luego al salir del banco me empezaron temblores y era hora ya de almorzar y la diabetes es loca. Una chica del banco notó que no me sentía bien ya que estaba de pie en la línea, me trajo un vasito de agua, y me hizo sentar mientras la otra cajera o clerk realizaba mi transacción . .
Entré en un cafecito del mall del London Square y pedí un Wrap Caribeño y un smoothie, con mis especificaciones por la diabetes.
Por cierto me lo comí sentada en el local, observando a mi alrededor. Saboreando lo rico que estaba todo.
Los autores y periodistas somos observadores y curiosos, en el buen sentido, pues es necesario precisamente, para poder escribir.
Varias chicas con vestimentas de gimnasio que más parecían una pasarela de competencia a ver quién mostraba más las rayas o separación de nalgas de su trasero, o el pie de camello delante, y sus escotes. Era obvio que hombres y mujeres les observaran pero no exactamente por la elegancia, jajaja..
Una madre sentada en una mesa, solo miraba su celular mientras la niña que traía con ella, su hija supongo, miraba un I-Pad…. No había comunicación entre ellas. Eran dos maniquíes: La madre comía sin soltar el teléfono y la niña decía irritada no querer comer, cuando la madre le preguntaba alguna vez que desprendía los ojos del celular, y la chiquilla, no desatendía el I-Pad.
En las otras mesas, les aseguro, nadie hablaba con nadie. Unos estaban solos como yo pero embobecidos con los teléfonos, otros acompañados pero cada uno en lo suyo con un cellular. Es la tendencia, si no tienen un teléfono entre las manos, no pueden vivir.
Iban y venían choferes de Uber u otras compañías de delivery, a recoger paquetes
de encargo.
Otros esperaban impacientes a que llamaran sus nombres, desesperados parra luego sentarse y agarrar el teléfono, que de todas formas, no habían soltado aún esperando de pie, jaja..
.
Otros agarraban el paquete y salían malhumorados...hubo uno que no escuchaba las veces que mencionaron su nombre por estar ocupado con el dichoso teléfono. Tuve yo que estaba cerca suyo, decirle que lo estaban llamando....."Andrés, Andrés ¿es usted? lo están llamando hace rato." Despertó del letargo, jaja.
Otro agarró el bulto y salió volando, para luego virar a recoger la bebida que se le habia olvidado. Si esto es de jóvenes, que les quedará cuando tengan mi edad, pensé.
En silencio meditaba, si todo esto es lo que llaman progreso, yo prefiero los tiempos de mi niñez.
Callada bendije mis alimentos antes de consumirlos, y ore’ por esta sociedad tan complicada. Por supuesto, yo pertenecía al 1% que disfrutaba y saboreaba mi almuerzo, masticando bien y tranquila, para hacer buena digestión, y sin usar el cellular. Solo antes tomé unas foticos para acompañar la publicación que escribiría luego en casa.
Ya estoy en mi hogar, esperando por los jardineros, , y me voy a recostar otro rato. Nos vemos. Xio.

No comments:
Post a Comment