© Xiomara J. Pages,
Julio 17, 2025
Muchas personas siempre miran a los millonarios o personas con dinero, con cierto desprecio y los enjuician muy mal, Mi padre nunca me enseñó a envidiarle nada a nadie, ni a los que tenían más materialmente que nosotros, al contrario, siempre decía que muchos daban oportunidades de trabajo para mantener a sus familias, y muchos también han sido mecenas para proyectos de arte y cultura.....y eso nunca lo he olvidado...
Pero en una tierra donde el gobierno es comunista o socialista, o donde los que tienen más poder, humillan y explotan a los de menos recursos y los más necesitados, desgraciadamente, siempre miran al que tiene dinero con desconfianza.. y generalizan.
Y no es que todos seamos perfectos, pero hay muchos pobres, con mucha más avaricia, orgullo y prepotencia que muchos ricos, y están llenos de envidia también, y son muy prepotentes y equivocados..... El dinero no necesariamente hace a la persona, es lo que tiene dentro esa persona, lo que el dinero le hace desarrollar. ¿ Lo han pensado? En fin. aqui les traigo un buen ejemplo...Andrew Carnegie...
ANDREW CARNEGIE.......El millonario que
construyó bibliotecas en lugar de palacios y que todos admiramos o tal vez no
pensamos en él, cuando un artista llega al Carnegie Hall...y decimos,
"Wow, cantó en el CARNEGIE HALL!! "" ¿ Ya comprenden de quién
les hablo?
Comparto de su vida, y acoto en paréntesis mis comentarios.
* * *
''Cuando era joven, Andrew Carnegie escribió en una hoja lo que sería la promesa de su vida:
“Amasar riquezas es una de las formas más degradantes de idolatría. No hay ídolo más bajo que el dinero.”
Y cumplió su palabra.
Carnegie no solo fue uno de los hombres más ricos de su tiempo, sino uno de los más decididos a no morir con su fortuna intacta. Decía que era un deber moral devolver a la sociedad lo que ésta había hecho posible.
Había nacido en la miseria (y no lo olvidó por mucho dinero que tuviera), y por eso, sabía lo que era no tener nada. También sabía que la pobreza duele más cuando viene acompañada de ignorancia (y pululan los ignorantes con o sin dinero).
Por eso, levantó su imperio con un objetivo claro: llevar el conocimiento a todos los rincones. (Qué gran misión).
Creó una fundación. Y con ella, construyó más de 2,500 bibliotecas públicas en todo el mundo, muchas en lugares donde
nunca antes había habido libros al alcance de la gente común.
Creía que leer era tan esencial como comer:
“La lectura debe planearse como la dieta: es alimento para la mente.” (y lo poco que hoy lee la gente, o se molesta porque una escriba algo un poco largo y que les haga pensar ¿no?).
Fue enemigo del imperialismo (de tener colonias), de los dogmas religiosos, de la arrogancia de quienes creen que el poder debe estar en manos de unos pocos. Él apostó por la educación abierta, gratuita, y sin condiciones.
Carnegie no regaló caridad, regaló herramientas (que lean bien los que quieren que le den todo los gobiernos, y vivir del cuento) Regaló llaves que abrían puertas. (no dar pescado, sino enseñar a pescar).
Cuando murió, más de la mitad de las
bibliotecas en Estados Unidos habían sido financiadas en su totalidad por él.
Y aún hoy, cada libro leído en una de esas bibliotecas, es parte de su legado silencioso. ''
* * *
Qué gran misión, repito, admirable ser humano, que puso su dinero al servicio de muchos. Ese es un gran millonario. Y todo el que tenga dinero y ayude a los demás, sin dejar de vivir bien, porque si lo trabajó, o lo heredó, ''a quien Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga,'' decían mis padres siempre. Y en vez de envidiar, eso no te excusa para no tratar, para no trabajar, hay que ser constante y esforzarse, fijar metas y lograr sueños poco a poco, sin desmayar, y cada uno lograr su destino, sin envidiar ni competir.
Un gran ejemplo de persona: Andrew Carnegie que nació en el Reino Unido, y se crió y se convirtió en ciudadano americano, fue un gran magnate de la industria del acero en los EEUU. pero lo recordamos mucho más no por su dinero sino por su aporte a los demás.
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