LA NOSTALGIA
de Xiomara J. Pages
© Copyright, Octubre 25, 2022
Nací en la Isla de Cuba, y por razones políticas vine de jovencita a vivir a los Estados Unidos de América. He vivido muchos más años en este país que en mi tierra natal, pero no la olvido. Uno no deja de amar a un primer hijo, por tener un segundo o un tercero, los ama a todos por igual..... Aquí experimentamos a veces, con el pasar de los años una nostalgia donde nos asaltan las caras de familiares y amigos que ya murieron y no volvimos a ver, y los recuerdos que nos hacen vivir de nuevo aquellas experiencias con ellos.... Por eso los cubanos en Miami, presentan anualmente una exhibición llamada, CUBA NOSTALGIA, de mementos y parafernalia de aquella época de nuestra niñez y juventud cuando Cuba era una república democrática, o aún después, viviendo de las memorias de nuestras vidas. Pero hay muchas clases de Nostalgia.
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Investigando sobre este tema, hojeando libros, y leyendo sitios-web,
trataré de resumir todo lo encontrado y aprendido sobre la NOSTALGIA. Un poco de paciencia para que lean todo lo que resultó de mi búsqueda.
La palabra "Nostalgia" fue creada por médicos suizos a finales del Siglo XVII, describiendo la añoranza por el hogar que sintieron los soldados. Pero la nostalgia es mucho más que añorar el hogar, y en exageración se puede convertir demasiado melosa. Sin embargo, ella cumple una función más allá del sentimentalismo.
NOSTALGIA es un sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo, que nos han sido queridos. Es pensar en el pasado, en un período de tiempo o en un lugar que vivimos, sentir añoranza.
“La nostalgia hoy en día puede definirse como un sentimiento de pena o tristeza que se experimenta al recordar un momento, persona o lugar que nos ha hecho feliz en el pasado, y que actualmente ya no forma parte de nuestra vida.''
La nostalgia es un sentimiento de tristeza que nos inunda en cualquier momento de nuestras vidas, al recordar. Esa nostalgia es como un escaparate donde guardamos emociones positivas de nuestra memoria, y lo abrimos conscientemente, nos refuerza emociones y el pasado nos sirve como referencia para un mejor futuro. Ese pasado, dicen otros autores, es como un país que dejamos atrás, del cual somos exiliados, y como en cualquier exilio, añoramos volver allí de vez en cuando. A ese anhelo se le llama Nostalgia.
Una foto, por ejemplo, puede hacernos recordar, un primer beso, o la niñez de nuestros hijos; algo que se dijo; un momento especial; algo valioso que tuvimos, y que nunca olvidaremos. La nostalgia evoca un sentido especial de tiempo o lugar. Nos da una sensación agridulce, por lo que ya no está o por los que ya se fueron.
Existen estudios hechos por el psicólogo griego, Dr. Constantine Sedikides, Profesor de Psicología Social y de la Personalidad, y Director del Centro de Investigaciones de la Identidad en la Universidad de SouthHampton, en el Reino Unido. Ha enseñado en la Universidad de Wisconsin-Madison, y en la Universidad de North Carolina en Chapel Hill, ambas en EEUU. tiene un post grado, un Ph.D. de la Ohio State University de EEUU y un B.A. de la Universidad de Aristóteles de Thessaloniki, Grecia en 1982. Sedikides nos explica que la nostalgia nos sirve para conectarnos con otras personas y eventos, y nos ayuda a continuar con menos miedo, y con una meta mucha más clara. El se inspiró en la llamada Teoría del Manejo del Terror (TMT), que plantea la necesidad primaria del ser humano de enfrentarse al inevitable hecho de la propia muerte. Estas conclusiones están basadas en la tradición psico-analítica de Sigmund Freud.
Aquí les copio lo explicado verbalmente, sobre esta teoría de TMT (copiado de la internet y de los estudios de Dr. Sedikides):
Los experimentos publicados en el año 2008 utilizaron un método estándar para probar la TMT: se les pedía a los participantes que pensaran en su propia muerte y que respondieran preguntas como: 'Describa brevemente los sentimientos que le surgen al pensar en su propia muerte'. Mientras que al grupo de control se le solicitó pensar en el dolor dental, que si bien no es una sensación placentera, no es una amenaza para la vida.
La TMT sugiere que como respuesta al pensamiento de la muerte, las personas se aferran más a la idea de que la vida tiene un significado más amplio, por lo que luego de sus intervenciones, los participantes tuvieron que señalar si estaban de acuerdo con frases como: "La vida no tiene sentido ni propósito", o "Todos los esfuerzos en la vida son inútiles y absurdos".
A partir de las respuestas, los participantes fueron clasificados según una escala que representaba con cuánta fuerza pensaban que la vida tiene un significado. Las respuestas variaron según el grado de nostalgia de las personas. Los investigadores descubrieron que sólo los participantes que dijeron ser menos propensos a tener nostalgia, experimentaron un aumento del sentimiento de falta de sentido en la vida cuando se les pidió que pensaran en su propia muerte. Mientras que aquellas personas que dijeron ser más propensas a tener pensamientos nostálgicos -en comparación con la media- no se vieron afectadas por pensamientos negativos sobre su mortalidad. Al igual que el grupo de control, consideraron que la vida tiene un gran sentido.
Cuando hicieron un seguimiento de dichos experimentos, los expertos determinaron que las personas más propensas a la nostalgia tenían con menos frecuencia pensamientos persistentes sobre la muerte. Además, eran menos vulnerables a los sentimientos de soledad, porque los llenan con recuerdos.
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Por lo tanto, la nostalgia difiere mucho de la debilidad o la indulgencia. Los investigadores la llaman un "recurso para dar significado", una parte vital de la salud mental. No podemos vivir siempre en el pasado, pero recordar con nostalgia de vez en cuando, ayuda la salud mental.
El término NOSTALGIA proviene del griego “Nostos” el cual significa “regreso a casa”, y se combina con "algos" que significa dolor. Fue acuñada por primera vez por el suizo Johannes Hofer en 1688 para describir lo que sentían los soldados al estar fuera de su hogar. “La nostalgia hoy en día puede definirse como un sentimiento de pena o tristeza que se experimenta al recordar un momento, persona o lugar que nos ha hecho feliz en el pasado, y que actualmente ya no forma parte de nuestra vida. ''
Sentimos nostalgia cuando acaban las vacaciones y regresamos a casa, luego de haber pasado unos días amenos. Y esta tristeza se hace cada vez más frecuente, pues hoy día, vivimos la vida muy apresuradamente.
“En estos tiempos en los que tanto ha cambiado nuestra vida, todos hemos sentido nostalgias de muchas cosas. Nostalgia de los sitios a los que íbamos, de las personas que formaban parte de nuestra vida cotidiana, los sabores de las comidas que hace tiempo que no saboreamos… Y también pequeñas y curiosas nostalgias, extrañezas de los gestos que tenemos limitados, de los abrazos, de la cercanía. Atravesamos un tiempo en el que lo que no sabíamos que nos importaba tanto, ha cobrado protagonismo”, así nos señala, la Dra. Anabel González, psiquiatra española y autora del libro, ''Las cicatrices no duelen.'' (Planeta).
También podemos sentir nostalgia por lugares, por relaciones pasadas en otras etapas de nuestra vida en las que hacíamos cosas diferentes o incluso éramos distintos de cómo somos ahora. ¿Es un error mirar demasiado hacia el pasado? Algunos psicólogos alertan sobre este peligro, puesto que demasiada nostalgia podría ser una forma de evadirse de la realidad, un indicativo de soledad o incluso de que tenemos alguna dificultad para lidiar con el presente.
“La nostalgia no nos lleva en sí a una falta de capacidad de disfrutar del presente, [la falta de energía o a tristeza constantes, ya son de estados depresivos]. De hecho, podemos estar profundamente deprimidos, sin que necesariamente echemos de menos nada o a nadie”, aclara en este sentido la Dra. Anabel González.
Numerosos estudios científicos han llegado a la sorprendente conclusión de que, a pesar de que a menudo se la relacione con la tristeza, y haya quien la confunda con depresión, este sentimiento agridulce tiene una función positiva, ya que puede contribuir a mejorar nuestra salud mental.
La nostalgia, la verdadera nostalgia, no nos congela o nos ancla en el pasado, al contrario, nos puede servir para levantar el ánimo y aumentar la vitalidad. Nos puede fortalecer el sentido de la propia identidad y hacernos sentir más optimistas e inspirados, según investigaciones de la Universidades de Southampton (Inglaterra), Surrey (comunidad global de más de 16,000 estudiantes de 140 países cerca de Londres), y Le Moyne (College privado Jesuita en Syracuse, New York). No es tanto el hecho de regresar al pasado, sino que en general lo usamos sin darnos cuenta como un instrumento de auto-descubrimiento.
Al recrear los recuerdos con la nostalgia, entenderemos mejor quiénes somos hoy. Y esto sucede en el presente, ayudándonos a reaccionar a situaciones que nos cuesta trabajo vivir o transitar. Esos recuerdos felices, nos dan un respiro, una pausa a lo negativo. La nostalgia sería entonces una respuesta psicológica de refuerzo frente a un obstáculo o problema.
La psicóloga española, Dra. Silvia Moreno, de ''MundoPsicólogos,'' nos explica que es habitual sentir nostalgia cuando abandonamos el hogar familiar y nos independizamos o nos casamos, cuando perdemos a un ser querido, o cuando pasamos por una situación difícil. Ella asegura que es un sentimiento universal:
“Sus características han demostrado ser idénticas en cualquier parte del mundo, y los temas suelen ser los mismos en cualquiera de las culturas: reminiscencias sobre amigos y familiares, cumpleaños, bodas, canciones, vacaciones, y momentos importantes en la vida de las personas. Se ha encontrado que incluso los niños de siete años recordaban con nostalgia experiencias como sus cumpleaños pasados o vacaciones”.
Cuando compartimos nuestros recuerdos y nostalgia con hijos y nietos, con otros niños y jóvenes, la nostalgia resulta positiva, y por eso decimos, que 'Recordar es Volver a Vivir,' sin lugar a dudas. Y es que los niños y jóvenes están en transición hacia una edad de adultos, y tratan de saber de dónde vienen, quiénes son, y cuál es el propósito de sus vidas y quieren conocer a dónde pertenecen en la familia. Es por eso que la nostalgia, lejos de ser algo negativo, según los expertos, es una de las fórmulas más potentes para crear nuestra propia identidad. Y aprendemos a valorar la importancia de cosas de nuestra historia que ahora no tenemos. "Nada de esto es un problema, al contrario, nos ayuda a ver lo que realmente importa," nos dice la Dr. Moreno.
El problema viene cuando queremos quedarnos a vivir en esa nostalgia. Si nos pasamos la vida mirando hacia atrás y lo convertimos en nuestra forma de estar en el mundo, seremos entonces personas en constante conflicto con la realidad, que ya no se parece a la de otras etapas u otros lugares. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando alguien se muda a otro país pero realmente no vive en él, sino que mentalmente sigue en otro lugar y cada vez que “baja” a su mundo presente lo compara con el anterior, sin darle ninguna oportunidad al nuevo espacio al nuevo país.
Hay SEIS (6) virtudes que nos regala la Nostalgia, según la Dr. Silvia Moreno:
1 .- Nos hace aferrarnos más a la vida y darle un sentido. Saber que la vida puede volver a regalarnos momentos tan felices como aquellos vividos en el pasado, nos ayuda a seguir adelante. Además, recordar cómo fuimos y compararlo con cómo somos ahora , puede darnos un sentido de identidad y de continuidad que nos guía en las nuevas experiencias.
2 .- Nos ayuda a afrontar mejor el futuro. La nostalgia nos prepara para vivir experiencias similares a las vividas en el pasado, y nos ayuda a tener una visión optimista del futuro, esperando que el resultado de estas nuevas experiencias sea tan positivo como el de antaño.
3.- Nos motiva a seguir adelante. Recordar las situaciones que superamos satisfactoriamente en el pasado y saber que podemos usar las mismas estrategias en un futuro para superar otras situaciones que se nos presenten nos hace sentirnos fuertes y seguros.
4 .- Contrarresta las emociones negativas. A veces, cuando estamos pasando por un momento difícil en nuestra vida, revivir momentos felices del pasado (siempre que no nos dejemos arrastrar por ellos) nos puede ayudar a sentirnos más alegres y optimistas y a contrarrestar los pensamientos negativos que nos asaltan.
5.- Nos enseña a valorar más el aquí y ahora. Saber que quizás en un futuro recordemos estos momentos con nostalgia nos hace querer vivirlos más plenamente y aprovechar al máximo cada momento feliz en el presente.
6 .- Fortalece las relaciones sociales. La nostalgia hace que recordemos los momentos positivos y dejemos a un lado los negativos, por lo que puede alentar a dos personas que hace tiempo que no hablaban a querer retomar la relación, ya sea de amistad, de pareja, o familiar, queriendo revivir aquellos bonitos momentos del pasado.
Además, gracias a la Nostalgia, numerosos escritores, poetas y artistas, encuentran su fuente de inspiración en ella, ya que es un sentimiento capaz de convertir en oro incluso los momentos más ordinarios. “La nostalgia, en general, tiene una tonalidad desagradable, aunque muchas veces podemos deleitarnos en ella” señala la Dra. Anabel González, autora además del libro, "Lo Bueno de Tener un Mal Día" y continúa: “Nos dejamos sumergir en la ensoñación de otro tiempo, otro lugar, otras relaciones, y durante un breve tiempo las sensaciones positivas asociadas vienen. ''
''Sin embargo, el riesgo es que nos dificulte sacarle partido a lo que sí tenemos. Las emociones negativas nos mueven a hacer cambios, y en este sentido la nostalgia nos lleva a buscar aquello que era importante para nosotros y que ahora no tenemos. La nostalgia productiva es una visita a tiempos, lugares y relaciones mejores que nos dice que podemos tener lo que necesitamos, que en otro momento y lugar estuvo ahí, y por tanto, de un modo u otro, podemos volver a tenerlo” , concluye.
Cuando sentimos Nostalgia, cuando recordamos la música o canciones que escuchamos de niños con nuestras madres, o la que bailamos de jóvenes, enseguida hacemos una conexión en nuestra mente que se riega por todo el cuerpo, y aunque tengamos ya años de vejez, volvemos a sonreír y a tararear esas canciones y sentimos el corazón joven con las mismas sensaciones de entonces. Volvemos a vivir como si estuvieran vivos nuestros abuelos y padres. Por eso dicen con mucha razón que solo muere el que nunca es recordado.
Cuando recordamos el café con leche que nos preparaba nuestra madre, ningún otro nos sabrá igual que aquél, porque nuestra memoria recuerda con nuestros cinco sentidos, como lo explicaba la autora americana, la Dra. Diane Ackerman en su libro, ''La Historia Natural de los Sentidos.'' (libro que leí dos veces, pues es magnífico y lo recomiendo siempre).
La Nostalgia está a nuestro favor, si sabemos aprovecharla, viviendo el presente que es lo que tenemos hoy, y nos servirá para el futuro, recordando todo lo que hemos podido disfrutar, y los logros que hemos ya alcanzado, dándonos vigor para seguir adelante y venciendo metas.
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