Friday, October 7, 2022

¡ Cómo era mi padre!! ¡Cómo fue mi hogar !!

 

¡ Cómo era mi padre!!  ¡Cómo fue mi hogar !!

 


Xiomara J. Pages

Octubre 6, 2022 


            He escrito siempre cartas y artículos sobre mi madre y mi padre.  Hoy ando pensando mucho en mi padre...Tal vez les parezca obsesivo,  pero no lo es,  es que tuve un hogar muy especial, con defectos, regaños, injusticias a veces, como el  de casi  todos, pero eso sí, con mucho amor.      Siempre me asombro del trabajo que hicieron mis padres, con el poco nivel  de educación que tenían, apenas  de primaria,  y todo lo que llegué a ser y estudiar, se los debo a ellos, que de orígenes humildes,  siempre nos animaron  a mi  hermana y a mí, a ser más en la vida .

 

            Sin embargo,  la sabiduría que les venía de Dios, en el cual creían fehacientemente, se notaba sin dudas, en su actuar y hablar,  su servicio a los demás,  y en los consejos que nos daban.  No  eran de estar siempre en la Iglesia, pero  si,  en el hogar machacando la importancia de nuestra Fe....  Nada era superficial,  daban amor pero  con mucha disciplina  [de vez en cuando una buena nalgada, y penitencia, que no nos traumatizó,  pero siempre,  siempre,  conversaban y explicaban],   y comunicaban  valores de importancia que  hoy los padres con tantas tecnologías y ocupaciones  no saben dar a sus hijos. 

 


            Mis padres, conversaban y aconsejaban,  nos  escuchaban y nos hacían aprender de las experiencias, no nos malcriaban con cosas materiales, aunque nos  dieron lo que  podían dentro de sus posibilidades económicas, pero no nos enseñaron materialismo.   Nos sentábamos juntos a la mesa, y se oraba,  Dios siempre era lo principal en el hogar, pasara lo que pasara, y   conversábamos en la sobremesa  y  veíamos juntos programas  para  todos en la tele.  Cada noche,  hasta que murieron, mi hermana y yo  les pedíamos su  Bendición, y ellos respondían,  "Que Dios te bendiga."

 

            En estos días, leí un artículo de una periodista en New York,  recordando detalles de la vida de su padre.  Contaba que era muy callado y apenas conversaban,   ignoraba muchas cosas de él,   pero ella anotaba las cosas que al observarlo  le había comunicado en su vida.  Y como  estoy con Papi  tan presente en estos días... sin darme cuenta comencé yo también a recordar cosas de mi padre: Luis Alfredo Sánchez Navarro, de Jaruco, provincia de la Habana, Cuba.

 * * *

            Como hija mayor,  mi padre siempre me llamaba "La Grande" y a mi única hermanita más chica, "La Totico."   Para el resto de la familia siempre fuimos "Ada"  (yo)   y  "Quica"  (mi  hermana).   Todo comenzó porque al nacer mi hermana Bertica, yo   tenía  apenas  un  año y ocho meses, y  comenzaba mis primeros vocablos,  no podía llamarle BERTICA  (así que lo achiqué   a   Quica), y ella  al  comenzar a hablar,  no podía decir XIOMARA  (sino ADA).    Otros primos nos  apodaron  las Gachupinas  o las Gachus, por unas chicas del  barrio,  o las Peyeyitas  (así nos llamaba nuestro Tío Israel, hermano de Papi que eran muy cariñosos con nosotras pues éramos las primeras sobrinas).   

 

            Papi siempre traía un cantico  o  juego al llegar del trabajo, porque su propio padre lo hacía igualmente.    Papi  tenía genio y carácter,  de eso no tengo dudas,  y cuando se enojaba, te lo dejaba saber,  pero no recuerdo  verlo enojado cuando llegaba de su trabajo, por muy cansado que estuviera, y  nos traía  unas gallinitas de  marshmallow  (altea o malvavisco)  cubiertas de chocolate. 

Como yo estudiaba y leía tanto, me enseñó a los 8 años  a comer ostiones con limón, sal y tomate,  que me traía del Paradero de los  ómnibus donde trabajaba, pues decía que eso alimentaba  el cerebro.    

 

            Mis padres estaban generalmente alegres siempre, en ocasiones,  peleaban o  alteraban  la voz como todos,  pero  les gustaba cantar con el radio en casa.  Papi    silbaba de una manera especial y cuando mi hermana y yo escuchábamos ese silbido, dejábamos todo lo que fuera,  para ir corriendo a abrazarlo al llegar.   Hasta las palomas y animales que él tenía en el patio, se alborotaban esperando su llegada.  Imagino cómo se sentiría él  con aquella bienvenida,  no? ...  de esas cosas no nos damos cuenta,  hasta que tenemos más años y recordamos retrospectivamente.

 * * *

            Pues  sin un orden especial, así como vienen a mi mente, les anotaré  las cosas de mi padre...

 

*  Papi era zurdo.  Aunque usaba las dos manos para diferentes cosas.  Cuando niño no era muy popular serlo, y le amarraban esa  mano  para que usara la derecha, por eso hacía actividades específicas con una y con otra mano. Como era barbero, usaba la izquierda y tenía  una tijera para zurdos.

 

*  Era muy conversador  y comunicativo.  Algo que yo heredé, pero  que solo desarrollé  al llegar a Estados Unidos con 18 años,  pues antes era muy callada e introspectiva.    Papi  tenía muchos amigos, y siempre  familiares y amigos lo buscaban para una opinión, un consejo, etc.

 

*   Dios era lo primero.  Oraba en la noches antes de acostarse junto a mi  madre frente   al cuadro  del Sagrado Corazón de Jesús.   Siempre lo veía hacer la señal de la cruz, y no te dejaba pasar que hicieras planes sin contar con Dios..  "Si  Dios quiere"  te  agregaba.   Fue  él quien nos enseñó a rezar desde que yo tenía como tres años,   éramos  "católicos a nuestra manera"  porque  no  frecuentamos la iglesia  solo en ocasiones, pero orar siempre, y teníamos una biblia y el cuadro del  Sagrado Corazón en la pared.

 

*  Le gustaba leer el periódico, y las revistas del  Reader's Digest (Selecciones). Le gustaba leer al igual que a su hermano, Tío René.

 

*  Se le aguaban los ojos cada vez que hablaba de su padre  y nos contaba  innumerables anécdotas de su familia y sus hermanos....(no conocí a mis abuelos, el materno murió de cáncer cuando mi madre tenía  apenas  12 años, y el paterno se  había suicidado, se ahorcó en el Central Azucarero de Hershey  cerca de Jaruco,  ya mis padres estaban casados y yo venía en camino, la primera nieta pero aún no lo sabían).

 

*  Papi siempre quería tener un hijo varón, y tuvo dos niñas:  primero yo, y luego mi hermana.   Mas,  siempre nos decía que no podía estar más orgulloso con sus dos hijas.      Estaba orgulloso de nosotras, y nos lo hacía saber, algo muy importante  para sentirse  uno aceptado y amado.    Fue mi hermana quien primero se casó y tuvo hijos, y el mayor fue un varón,  Gerry,  que fue el favorito de todos sus nietos, aunque los amaba a todos.   Y a todos les cortaba el pelo como barbero desde que eran de meses.....Yo le di  luego, dos nietos varones.

 


*  En 1962  teníamos visas waivers  y pasaportes para irnos de Cuba por causa del Comunismo Castrista desde 1959,  pero  Cuba y Estados Unidos  rompieron relaciones diplomáticas,  y nos quedamos señalados como  discrepantes del gobierno.   No  fue hasta finales de  1968   que viajamos  a los Estados Unidos, luego de trabajar obligados  por el gobierno castrista,  en granjas y campos de concentración.   Eso fue un gran sacrificio para mis padres, ya que  dejaron atrás a sus madres y hermanos,  y en aquella época sin esperanzas de  volver a vernos.  De hecho  a los  10 años cuando finalmente dieron permiso para visitar la tierra natal,  ya habían muerto mis dos abuelas. Nunca más las volvimos a ver.

 

*  Pero Papi anticipándose a nuestro futuro en el país americano, nos pagó clases privadas  con un maestro de Barbados: Mr. Thomas Bailey, para aprender Inglés.  Aunque era un inglés británico, nos abrió las puertas al llegar a este gran país.  Ni mi padre ni mi madre quisieron aprenderlo, luego de estar aquí, pero mi hermana y  yo siempre les ayudábamos con esos asuntos que no entendían.

 

*  En Cuba, cuando llegamos a sexto grado, Papi  no quería que siguiéramos estudiando,  pero Mima le  convenció porque ella decía que  nosotras debíamos alcanzar  lo que ellos no alcanzaron.   Desde entonces siempre tuvimos su apoyo.    Cuando salimos de Cuba, habíamos hecho el High  School  o Pre-universitario, pero como no nos dejaron sacar papeles ni documentos de la isla, tuvimos que repetir durante  dos años en la escuela nocturna de nuevo  el High School  mientras  en  el día trabajamos en oficinas.

 

*  Antes de casarme,  Papi y yo  tuvimos una discusión,   y  honestamente no recuerdo de qué se trataba.  Lo que no olvido fue que  le contesté indebidamente, diciéndole que   ''Ojalá  me case  mañana mismo para irme de la casa"   (yo iba a vivir unos años en Costa Rica, recién casada, pues mi novio estudiaba Medicina en ese país y tenía que finalizar la carrera,   y todos lamentábamos esa  separación).  Papi no me dijo nada, se le aguaron los ojos, y solo alcancé a escucharle:   ''Tan mal   te sientes en este hogar, hija,  donde te queremos tanto.''    Eso me dolió  más  que  una cachetada.   Ya antes de acostarme le pregunté a Mima si Papi se había dormido.  Al no poder hablar con él para disculparme, le escribí  una nota y se la puse sobre la tapa del inodoro.  En la madrugada cuando él se levantó  para ir a trabajar,  me respondió con otra nota y la colocó  sobre la misma tapa:  "Hija, los padres perdonamos la ingratitud de los hijos siempre, en  el  mismo momento.  Yo  sé que hablaste  sin pensar, y no lo sientes así en realidad,  tú estás tan triste como nosotros por la separación."    En la tarde cuando regresé del trabajo, corrí  a  abrazarle  pidiéndole perdón.

 

*  Papi no dormía con pijamas en Cuba.  En Miami,  Mima se las compraba y entonces las usaba.  Pero recuerdo que yo era muy miedosa y me tenían que poner una lucecita por miedo a la  oscuridad  [aún duermo con una, a esta edad].   Papi  tenía un palo  o tolete, una  cachiporra  de policía,  debajo de su cama como protección, y cuando  sentía algún ruido,   o  me sentía llorar en la noche,  se tiraba de la cama y corría a mi cuarto  con palo en mano, en calzoncillo y camiseta,  a ver qué pasaba.   Pero  luego se sentaba al borde de mi  cama, a rezar y acariciarme  hasta que yo me durmiera.   Esos son los detalles que los hijos no olvidan.

 

*  Nos encantaba escucharlo contar anécdotas de la familia,  y él tenía mucha  gracia  para contarlas.   Además era muy bromista, como sus hermanos, y le gustaba  contar cuentos y chistes.  Tengo algunos casetes  que  grabé haciéndole entrevistas.

 

*  Como campesino que fue desde joven,  recitaba  décimas y tenía una memoria de elefante.   Su abuelo paterno era analfabeto también campesino,  pero era repentista,  y  Papi  se aprendía esas décimas de su abuelo , de la  familia y otras. Su otro abuelo no lo conoció,  era médico y estudió en España.   Tarareaba canciones  antiguas, mientras  Mima solo cantaba españoladas o tangos [ya que mi madre viene de españoles por los dos lados: Sevilla e Islas Canarias].    En casa se hacían las tareas del  hogar y la limpieza, cantando, y  se escuchaba  música puesta en  el radio.

 

*  El tiempo de hacer las tareas de la escuela, era sagrado, había que terminarlas y aunque  mis padres no tenían la preparación para ayudarnos,  insistían con la  disciplina y orden.   Mima nos ayudó  a aprender a leer, y a coser a máquina.   Para ellos fue importante nuestra educación en todo sentido.

 

*  Comíamos   juntos  en familia, pero sobre todo las Nochebuenas eran especiales, en la Cuba republicana.   Papi era el encargado de hacer la lista junto con su Tía Carmela,  y se le asignaba a cada núcleo de la familia lo que debían traer o  cocinar, y luego todos reunidos comer en el portal en una mesa larguísima improvisada entre cajas y tablas...  Los chicos nos escondíamos debajo de la mesa para ver si agarrábamos la colita del lechón.   Pepe, el primo de Papi, traía  como siempre para cada actividad o fiesta familiar,  una Vitrola  grande  de su cafetería para escuchar música.

 

*  En las  Navidades Papi  traía algún gajo de pino de playa  y lo  arreglábamos con bolas  de navidad y luces, nada del otro mundo, pero no faltaba nunca el Niño Jesús y el Nacimiento.   No importa cuántos otros adornos navideños hubiera,  la razؚón de la Navidad era Cristo Jesús.    Mi hermana y yo nos sentábamos en las noches  en unos silloncitos de rejillas,  a cantar villancicos  al niñito Jesús, y Papi nos  enseñaba cantos religiosos.

 

* Al amanecer el Día de Reyes, nos habían puesto caramelos en las pantuflas, y Papi nos despertaba en la madrugada  para ver nuestras caritas  antes de irse a trabajar.... Luego  mi hermana y yo nos íbamos el resto de la noche a la cama de mi madre.   En una ocasión ya jovencita, Papi nos despertó con un tocadiscos de maletica, de segunda mano que había conseguido,  con un disco de 45  de mis favoritos:  Los Cinco Latinos,  cantando ''La Hora del Crepúsculo. ''  Esos detalles de mis padres no los olvido jamás.  No nos daban en demasía de nada material, solo en el amor sobre abundaban, y es eso lo que más uno recuerda.

 

*  Papi sabía de todo sobre  plantas, frutas y verduras,  y me enseñaba todo eso, cuál   cocimiento  de yerbas,  servía para qué,  que  luego yo aplicaba con mis hijos y  ahora nietos.   Era él quien  nos ponía el   Vic Vap-o-rub (ungüento mentolado)   o   Numotizine  (una pomada o cataplasma con Guayacol morada con un olor muy fuerte),  sobre  el pecho cuando teníamos catarro,  y lo calentaba en sus manos al  fuego, para luego aplicarlo en el pecho calientico, y ponernos un papel de cebolla o pañuelo, para cubrirlo  toda la noche.  Eso ayudaba   a  respirar y evitar tanta tos.

 

* Papi   no era amigo de tantas medicinas.  Las necesarias ya cuando estaba mayor y enfermo, pero solucionaba todo con remedios caseros y naturales.  Nunca lo vi  tomarse una sola aspirina...  Cerraba las ventanas de la sala cuando tenía  migrañas, como las padecía su padre, y se sentaba en la oscuridad  en un sillón callado,  se ponía  ungüento de mentol o eucalipto en la frente, con unas hojas de salvia.   Y luego de un rato, relajado allí , se aliviaba.  Siempre decía que  medicinas  las necesarias por supuesto, pero mientras menos químicos en el cuerpo, mejor.   Así lo aprendí de él .

 

*  Cuántos sacrificios para ponernos regalitos el Día de Reyes, pero nunca faltaron unos  cuantos, y se unían los regalos de la familia. Pero  eran regalos beneficiosos con   muñecas,  cuquitas o muñequitas de papel para vestirlas,  de costuras, bordados,  rompe-cabezas o  puzzles,  pinturas de tempera y acuarela, cosas manuales,  e incluso el regalo de una Enciclopedia cuando tenía yo apenas   9  años .    Mima nos enseñaba a preparar las canastillas para las muñecas, y hasta les   celebrábamos bautizos, con la ayuda de su hermana Tía Olga, que nos daba ideas y nos cosía ropita, y su hermano Tío Nené (Roberto) que era carpintero y nos hacía muebles para las muñecas.   Un corral de puercos  que ya era obsoleto, entre Papi y Mima con nosotras  lo limpiamos con pinaroma y otros productos,  y lo convertimos en una casa de muñecas.    Con Mima aprendimos a cocinar y atender las cuestiones de la casa,  arreglar las gavetas, ordenar el cuarto,  hoy los niños no tienen responsabilidades  ni saben  tender una cama.

 

*   Mis padres  no nos apresuraron.  Nos dejaron tener niñez y juventud.  Hasta que  no cumplí  mis quince no hubo maquillaje,  ni  vestido ajustado hasta los 16, ni  vestidos negros hasta los 17.   Nada de bailar hasta los quince, y mi madre siempre acompañándonos.    Hasta nuestros noviazgos fueron con chaperona, aunque  ya  aquí en Estados Unidos,  andaban los novios solos.   Tuvimos  nuestras fiestas sencillas de los Quince años y con la ayuda económica de otro hermano de mi madre, Tío Arturito.

 

*  Como he contado en otros artículos en mi blog, y en Facebook,  los consejos de Papi y Mima siempre se quedaron conmigo.   En segundo grado, me disgusté con una amiguita que fue  muy ingrata,   Estrellita.   Yo la había ayudado al entrar comenzado  ya  el curso y luego me dio  de lado.   Le dije a Mima que no ayudaría a nadie más.     Papi escuchaba, y se sentó a hablarme...."No midas con la misma vara  que te midan."    El  me explicó  que el resto de las personas no  tenían por qué  pagar  la ingratitud de  Estrellita,  que había que darle una oportunidad a cada persona por igual, y luego si demuestra  no ser lo que pensamos, pues dejarla  ir  sin rencores, y perdonando.  Nunca  olvidé ese consejo, y apenas en segundo grado.

 

*  Papi  nos  daba un regalo  a  mi hermana y a mí en el Día de las Madres, cuando  aún  estudiábamos  y  éramos   solteras,  pues para él  el Don de la Maternidad era un gran    privilegio que Dios concedía a la mujer,  y él  por eso veneraba ese don,  y nos decía que si alguna vez  éramos madres y él no estaba, supiéramos que siempre nos honró como tal.  Un guajirito de Jaruco,  apenas con sexto grado, y  qué  sabiduría  les concedía  el Espíritu Santo..

 

*  Cuando murió mi madre, atropellada por un carro en la calle, Papi la sobrevivió  siete   años, y siempre deseando  reunirse con ella.  La echaba mucho de menos, pero no le faltó el cariño de mi hermana y mío.  Siempre ahí para él pues luego de morir  un ser querido, nadie tiene idea la tristeza que se lleva en el alma a pesar de todo.

 

*  Papi se enfermó con Parkinson en esos últimos años luego de morir Mima. El dormía  al lado,  en casa de mi hermana, pues  vivían en un Duplex,  no resistía estar solo en la casa en las noches.   Dormía con  mi sobrino Gerry.  Yo le traía a casa  a veces  en los fines de semana, para darle un respiro a mi hermana que estaba con él toda la semana...  Lo llevaba a tomar Batido de Papaya  o Fruta Bomba,  que tanto le gustaba y era bueno para el estómago, me comentaba,  y a pasear por el barrio y observaba las casas bonitas y me enseñaba de frutas y viandas, verduras  y  de matas para cocimientos y demás.    Yo le traía una masajista para que le diera masajes en todos sus músculos....   En las noches, me sentaba al borde del sofá cama donde dormía,  le hacía la señal de la cruz con agua  bendita en su frente, y orábamos juntos...    Se le salían las lágrimas a veces, pues me decía que eso es lo que él nos hacía de niñas , y ahora éramos mi hermana y  yo quienes se  lo hacíamos.  Yo le aseguraba  que  con el mismo cariño lo hacíamos, y que diera gracias a Dios por tener unas hijas y unos nietos que lo querían tanto.

 

 * A cada rato cuando pienso en él y mi madre, vienen a mi mente tantas historias y momentos vividos, y aunque a veces haya familia o amistades que no valoren estas cosas, siempre  mi padre  daba  prioridad a Dios, la Familia y los Amigos, en ese orden;   y nos contaba interminables historias y anécdotas, y nos enseñó a mi hermana y a mí, a vivir de la  manera  que  ellos nos dieron su ejemplo, porque  las palabras convencen pero son los ejemplos los que arrastran.   Hoy trato de dejarles a mis nietos ese mismo legado que antes les he dado a mis hijos.

 

Así fue mi padre, así fue mi hogar, no exento de errores ni fallos, no fuimos perfectos,  pero el amor lo  superó  todo siempre.

 


¡ QUÉ  BONITO ES RECORDAR ...A veces me apeno al compartir estas cosas, porque  bien sé que muchas personas en el mundo no han tenido un hogar así,   y no me gusta que se sientan mal,  pero  son mis recuerdos y por ello, doy gracias a Dios,  es bonito recordar, cuando tenemos tanto de bello que recordar!!

 

 

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