Wednesday, July 2, 2014

Así Somos Los Cubanos .... de Xiomara J. Pages



Así Somos Los Cubanos
de Xiomara J. Pages
Julio 1, 2014

            En  Octubre, 1968,  dejé  atrás   "la tierra  más hermosa que ojos humanos han visto"  según Cristóbal Colón, al descubrir  la isla de  Cuba en 1492.   Allá  quedaron  abuelas,  familiares,  y amigos,  pero logramos salir juntos,  el núcleo familiar  compuesto  de mi madre, mi padre, mi única hermana,  y yo.

            Los primeros tiempos fueron muy  duros  y difíciles, como los de cada cubano que  sale de su patria:   acostumbrarse a   otro país, otra cultura,  otras  costumbres e idiosincracias,  otro idioma... trabajamos  en fábricas/factorías, tomateras,  camaroneras ...  limpiamos  pisos e inodoros,  fuimos meseros y cocineros,   atendimos  hoteles,  y poco a poco  nos fuimos  adaptando   y mejorando.    Muchos aprendieron el Inglés,  otros ni siquiera intentan aprenderlo.    Nuestros hijos  estudiaron,  y se graduaron  de la universidad,  o  escogieron   oficios  y  negocios decente...  logramos   triunfar y  realizar el sueño americano.

            Nuestros deseos de libertad,  eran más fuertes  que todos los inconvenientes.  Algunos  llegaron con dinero;  otros muchos,  con apenas  lo puesto o  tres mudas de ropa.    Unos,  legalmente, volando en un avión;    otros  escapando  en una  lancha,  un barco,  una balsa.    Algunos agarrados  a las ruedas  de  aterrizaje   de  algún  avión,  o inventando embarcaciones  que retaban  al  peligro.    


 A  algunos nos esperaban,  otros  llegaron  solos.   Unos  eran  adultos y ancianos,   otros  éramos  jóvenes,  e  incluso niños,  algunos   sin sus  padres  hasta   volver  a   reencontrarse.    Unos   llegaron hasta esta orilla,   otros  quedaron  en el intento, al atravesar el   Estrecho de la Florida.   Muchos  trataron  de eliminar  el mal  que  invade  a   Cuba ,  pero  quedaron en  cárceles,  torturados,  tapiados,  fusilados.   Algunos presos murieron, otros vivieron para contarlo.   Muchos sacrificaron la vida en una invasión,  otros fueron  humillados y canjeados  por mercancía.

            Llegaron  a este país,   los profesionales y los humildes  trabajadores  como  mi padre;   llegaron  los ricos  y los pobres;  los blancos y también los negros, pese a todo el cacareo de los comunistas;   toda la escala social del pueblo cubano se marchaba.     Veníamos  de una  dictadura comunista,  nos habían humillado y abusado tanto,  que   llegar a  Estados Unidos,  era  llegar  al  Paraíso,  aún con  todos  sus defectos.    Una democracia, donde los ciudadanos  tienen derechos que  se les respetan,  donde uno puede quejarse  de no ser así;  y  votar en  elecciones para cambiar las cosas.   Un país  con leyes,  y oportunidades de alcanzar metas y sueños,  que no  tenemos  en la tierra natal.  

            Aquí  se hicieron viejos  mis padres,  y les cubrió   tierra americana al morir.  Nos  hicimos  adultas mi hermana y yo.   Estudiamos, trabajamos,  nos casamos y tuvimos  hijos, y  hoy retiradas disfrutamos  de nietos.   Hijos y nietos americanos de nacimiento,   pero que conocen  de  esa   Antilla mayor,  y  que no han perdido esa  lengua  castellana que con  perseverancia  les hemos dejado  como  legado  de amor familiar.   Adoptamos a  este país  como nuestro,  y viceversa;    nos hicimos ciudadanos de esta gran nación,  por amor y  convicción,  más  nunca  olvidando a  esa islita verde que siempre  llevamos tatuada en el corazón.

            Cuando mis padres vivieron,  fueron en  algunas ocasiones  a visitar a sus hermanos  en Cuba,  una vez que fue permitido, luego de vivir acá, más de 10 años,  pues al principio,  no se podía volver ...  las cartas  demoraban meses y eran registradas por el Gobierno Castrista, y las llamadas telefónicas no sólo eran  carísimas,  sino imposible  lograr,  la mayor parte  de las veces, una buena conección,  y  en ocasiones,  el Gobierno de allá  te cortaba la comunicación.

            Aún  así,  el amor de familia  no se borraba, ni  el patriotismo, que nada tiene  que ver  con el mal  gobierno  que  destruye  a Cuba en todo sentido.  El Himno  Nacional,  la Bandera,  el Apóstol  Jose Martí, no  son  un  invento  de los Castros,  son  realidades   de la que fue   una gran república,  que los Castros se han empeñado en destruir,   prostituir,  y mancillar.     


 Aprendimos  más  acá   sobre   la verdadera   historia de la  Cuba Republicana,  con los mayores  que  llegaron  y  que  conocieron  bien aquella época.  

            Los primeros años   fueron  de tristezas y nostalgia   (aún la sentimos muchas veces, no importa cuánto tiempo estemos viviendo  acá,  o cuánto amemos a la patria adoptiva).   Es por eso, que  creamos la exhibición  "Cuba Nostalgia"   en Miami desde 1998.  Cada mes  de Mayo  (por la fecha de independencia de la República cubana,  el 20 de Mayo),  y ahí  vamos con abuelos y nietos, hijos y hermanos,   a recordar   la joya que  fue nuestra  isla antes del Castro-Comunismo,  un  centro turístico del mundo,  donde venían los mejores  artistas  internacionales con  magníficos contratos y donde la alegría, la música,  las riquezas  arquitectónicas y culturales eran reconocidas y  admiradas  por todos,  y donde  el  gobierno  no exportaba el patrimonio nacional,   ni  prostituía  a sus  menores,  ni ayudaba a naciones terroristas.  

            Creamos un Restaurant "Versailles" en la  Calle  Ocho de Miami,  lugar reconocido  hoy día  no solo en esta ciudad,  sino en el mundo entero  como un ícono de la comida tradicional cubana.  

            Comenzaron  las cadenas de negocios y establecimientos,  y los antiguos dueños  crearon acá otros  negocios con los mismos nombres de antaño....y así fuimos  recreando  la nuestra,   "La Pequeña Habana"  en  la  Calle Ocho  del South West,  aunque  ya  esté  poblada  de  latino-americanos  que encontraron,  gracias a los cubanos,  un puente  para llegar a este  gran país  desde sus tierras, con  el idioma de Cervantes.   

            Trajimos en nuestro equipaje, recuerdos, memorias, risas y llantos, que luego fuimos  enseñándoles a nuestros hijos y nietos.  Trajimos nuestras comidas, nuestro canto, nuestros  chistes y pregones.

            Comenzamos de cero, y  con esfuerzo,  trabajo  incansable y  sacrificios,  nos   fuimos  ganando el respeto de los ciudadanos  nacidos en este  país.  Decir "Cubano"  era sinónimo de  'buena gente',   trabajador, emprendedor, honesto,  y constante.   Pedimos  a este gobierno americano, mejoras que se fueron haciendo leyes, para  que ayudaran  a  los hermanos  que llegaban en  los diferentes éxodos. 

             Sin embargo, el gobierno de Cuba  siempre hizo lo imposible por hacernos quedar mal...no les bastó  llamarnos  'Gusanos,  Escoria,  Apátridas,'  entre otros insultos,  sino que aún en el extranjero,  sobre todo  en  Miami,  nos  calificaron  de  Mafiosos,   Elementos de la CIA,  etc.   Mientras  tanto,   cocinaban   su experimento  de   "el  hombre nuevo"   (que  sin generalizar,  pues aún  llegan muchos  con deseos de luchar,  triunfar y  hacer quedar bien a  nuestra estirpe cubana),   no  se miden  ni piensan  en tirar  por tierra  todo lo que hemos  ganado.   Y comenzaron  a llegar los más jóvenes, nacidos en ese nefasto sistema, con su odio  a todo lo americano, y al exilio histórico;   llegaron los infiltrados,  los oportunistas  que cometen fraudes a los sistemas de salud del gobierno americano  como es   el Medicaid y el Medicare. 


  Le siguieron las Mulas (personas que viajan  a  Cuba  para hacer negocio,  llevar  artículos por encargo,  y van socavando así,  el  Embargo impuesto a Cuba) ;   están los sumisos que van a gastar los dólares  allá en vacaciones,   en vez de emplearlos en ayudar de veras a sus familiares necesitados.  Luego vienen llegando,  los que quieren hacer intercambios  culturales que no son más que traiciones y  humillaciones al dolor del exilio, orquestado por los viles tiranos.   Pero que  perpetúan  la dictadura, el hambre, la miseria y la falta de dignidad en la isla.


            Los años  fueron pasando,  los viejos de la familia morían, y los jóvenes se convertían  ahora en padres y abuelos a la vez.  Los que van llegando,  han  nacido o  crecido en otro sistema, y en vez de admirar a los que con tanto tezón lucharon por la mejoría de los que llegaban,  se burlaban de esos viejos.  Les llamaban despectivamente  "viejos de café  con leche"  o  "Viejos del  VERSAILLES"  o  nos comenzaron   a  llamar en vez del Exilio Histórico,  "Los Dinosaurios" sin conocer la  historia de cada uno, ni cuánto se ha luchado en todo sentido.     Una vez más, al igual que en Cuba,  triunfaba en el exilio, en Miami,    la envidia,  el odio y la división  Marxistas.  Comenzamos  a escuchar lo   que no existía antes, pues siempre  fuimos,  "LOS CUBANOS"  ...Ahora somos,    "los de ANTES"   y "los de AHORA."    ¡Demasiado largo este exilio!!

Pero también,  los  que llevan tanto tiempo acá, se quedaron congelados en el tiempo, y no han caído en la cuenta de que los que llegan recientemente, han nacido allá, y no conocieron nada de la Cuba que nosotros conocimos... Se han criado en  becas, con pañoletas y  consignas, sin Dios y sin códigos de moral y cívica.   Algunos han tenido la suerte de tener un hogar,  unos abuelos que les han educado bien,  pero a otros,   les cuesta saber vivir en libertad cuando sólo conocen  la esclavitud, la doble moral, la falta de valores,   pues  han vivido con la ley de la sobrevivencia,  la de  'resolver'...y tenemos que ser pacientes y ayudarlos a  conocer lo que no conocen.
 
            Muchos amigos de otras nacionalidades, admiran no obstante, algo muy importante entre los cubanos, a pesar de todo....y es el ayudarnos y apoyarnos.  Y aunque muchos hemos sufrido decepciones  cuando  llegan familiares y amigos  que dejamos de ver hace tanto tiempo,  no desistimos,  y  siempre ayudamos al próximo que llega,  es nuestra naturaleza.   Incluso  amigos haitianos donde yo trabajé  antes,  nos admiraban,  y decían que por eso los cubanos iban siempre  hacia adelante, porque,   " Ustedes los cubanos,  siempre ayudan a los suyos al llegar."

            Ha pasado ya mucho tiempo con un sistema tan funesto en nuestra tierra cubana, y los que nos hemos criado aquí somos muy diferentes de los que se han criado allá.  Eso es una realidad que no podemos obviar.   Sólo una cosa no ha podido  aniquilar  el comunismo  totalmente,  y son los lazos  familiares,  y aún más,  después de caerse el bloque comunista en Europa.   Los Castros abrieron las puertas  para que entrara la comunidad cubana en el extranjero,  los "gusanos" se convirtieron de pronto,   en 'Mariposas'  que traían dolares,  y que  lamentablemente   ayudan al sistema a mantenerse, así   viven  de las remesas de estos nuevos "turistas" que son cubanos y tienen que pagar como si no lo fueran.

            Con esto también se ha creado división en la isla, entre los  que tienen familiares en el extranjero  y los que no... Antes era un pecado y una contrarevolución  tener un famlilar fuera, hoy es una ventaja que bien  saben aprovechar  los comunistas...  El pueblo allá,  ha optado por la conformidad, a pesar de los abusos y limitaciones, y  los de acá,  hemos optado por la nostalgia algunos, y  por el oportunismo  otros,  pues no sólo visitan a la  familia,  sino que van  por negocio, o lo que es peor, a ayudar  a  prostituir  aún más a  una sociedad decadente,  pagando con la ayuda que reciben del gobierno americano a miserables  jineteras o jineteros.  Y lo commentan, sin vergúenza.

            
 Hace dos días  llegó  la hija de una prima hermana con sus dos hijitos, a la cual no conocía, pero había  leído sus cartas.   El año pasado llegó  su primo,  el hijo de otra prima hermana, con su familia.  Todos ellos nos hacen recordar, re vivir lo que una vez dejamos atrás.   

 
 Escuchamos de  las experiencias  y peripecias para  proveer a sus familias en  todo sentido.   Hace meses no llega el agua  a  esa región rural.    Es horrible  escuchar las situaciones  tercer-mundistas  de muchos en  aquella tierra,  otrora  una república,  hoy,  una isla esclava. 

            Siempre tratamos de reunir a la familia  que vive  acá  con  los que recién  llegan,  para  recordarles  a todos,  los de allá  y los de aquí,  que  llevamos la misma sangre, que  a pesar de las políticas sucias y dictaduras,  los errores, las distancias,   nos amamos,  aunque a veces pareciera que ese amor se congeló  en un  segundo del universo.   Pero hay que ayudarles, apoyarles,  hablarles de lo que no   saben  ni   conocieron,   y escucharles  contarnos  lo que no conocemos desde aquí.  
    
 

 Hacer perdurar ese amor de familia que tanto caracterizó  al cubano, y para que los hijos y nietos nacidos acá, sepan   que de esa raíz de  amor  caribeña descienden ellos.  Porque después de todo,  ¡Así Somos los Cubanos!!!. 



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