Así Somos Los
Cubanos
de Xiomara J. Pages
Julio 1, 2014
En Octubre, 1968, dejé
atrás "la tierra más hermosa que ojos humanos han visto"
según Cristóbal Colón, al descubrir la isla de Cuba en 1492.
Allá quedaron abuelas, familiares, y amigos,
pero logramos salir juntos, el
núcleo familiar compuesto de mi madre, mi padre, mi única hermana, y yo.
Los primeros tiempos fueron muy duros
y difíciles, como los de cada cubano que
sale de su patria: acostumbrarse a otro
país, otra cultura, otras costumbres e idiosincracias, otro idioma... trabajamos en fábricas/factorías, tomateras, camaroneras ... limpiamos pisos e inodoros, fuimos meseros y cocineros, atendimos
hoteles, y poco a poco nos fuimos
adaptando y mejorando. Muchos aprendieron el Inglés, otros ni siquiera intentan aprenderlo. Nuestros hijos estudiaron,
y se graduaron de la universidad,
o
escogieron oficios
y negocios decente... logramos
triunfar y realizar el sueño americano.
Nuestros deseos de libertad, eran más fuertes que todos los inconvenientes. Algunos llegaron con dinero; otros muchos,
con apenas lo puesto o tres mudas de ropa. Unos,
legalmente, volando en un avión; otros escapando
en una lancha, un barco, una balsa.
Algunos agarrados a las ruedas de aterrizaje
de algún avión, o inventando embarcaciones que retaban al peligro.
A
algunos nos esperaban, otros llegaron solos.
Unos eran adultos y ancianos, otros
éramos jóvenes, e incluso niños,
algunos sin sus padres hasta volver
a reencontrarse. Unos llegaron hasta esta orilla, otros quedaron
en el intento, al atravesar el Estrecho de la Florida. Muchos
trataron de eliminar el mal que invade a Cuba , pero quedaron en cárceles,
torturados, tapiados, fusilados.
Algunos presos murieron, otros vivieron para contarlo. Muchos sacrificaron la vida en una invasión, otros fueron humillados y canjeados por mercancía.
Llegaron a este
país, los profesionales y los humildes trabajadores
como mi padre; llegaron
los ricos y los pobres; los blancos y también los negros, pese a todo
el cacareo de los comunistas; toda la escala social del pueblo cubano se
marchaba. Veníamos
de una
dictadura comunista, nos habían
humillado y abusado tanto, que llegar a
Estados Unidos, era llegar
al Paraíso, aún con todos sus
defectos. Una
democracia, donde los ciudadanos tienen
derechos que se les respetan, donde uno puede quejarse de no ser así;
y votar en elecciones para cambiar las cosas. Un país
con leyes, y oportunidades de
alcanzar metas y sueños, que no tenemos en la tierra natal.
Aquí se hicieron
viejos mis padres, y les cubrió
tierra americana al morir. Nos hicimos adultas mi hermana y yo. Estudiamos, trabajamos, nos casamos y tuvimos hijos, y hoy retiradas disfrutamos de nietos. Hijos y
nietos americanos de nacimiento, pero
que conocen de esa
Antilla mayor, y que no han perdido esa lengua
castellana que con perseverancia les hemos dejado como legado de amor familiar. Adoptamos a este país como nuestro, y viceversa; nos hicimos ciudadanos de esta gran nación, por amor y
convicción, más nunca
olvidando a esa islita verde que
siempre llevamos tatuada en el corazón.
Cuando mis padres vivieron, fueron en algunas ocasiones a visitar a sus hermanos en Cuba, una vez que fue permitido, luego de vivir acá,
más de 10 años, pues al principio, no se podía volver ... las cartas demoraban meses y eran registradas por el
Gobierno Castrista, y las llamadas telefónicas no sólo eran carísimas, sino imposible lograr,
la mayor parte de las veces, una
buena conección, y en ocasiones, el Gobierno de allá te cortaba la comunicación.
Aún así, el amor de familia no se borraba, ni el patriotismo, que nada tiene que ver
con el mal gobierno que destruye a Cuba en todo sentido. El Himno
Nacional, la Bandera, el Apóstol
Jose Martí, no son un invento de los Castros, son
realidades de la que fue una gran república, que los Castros se han empeñado en
destruir, prostituir, y mancillar.
Aprendimos más
acá sobre la verdadera historia de la Cuba Republicana, con los mayores que llegaron
y que conocieron
bien aquella época.
Los primeros años fueron
de tristezas y nostalgia (aún la
sentimos muchas veces, no importa cuánto tiempo estemos viviendo acá, o
cuánto amemos a la patria adoptiva). Es por eso, que creamos la exhibición "Cuba
Nostalgia" en Miami desde
1998. Cada mes de Mayo
(por la fecha de independencia de la República cubana, el 20 de Mayo), y ahí
vamos con abuelos y nietos, hijos y hermanos, a recordar la joya
que fue nuestra isla antes del Castro-Comunismo, un centro
turístico del mundo, donde venían los
mejores artistas internacionales con magníficos contratos y donde la alegría, la
música, las riquezas arquitectónicas y culturales eran reconocidas
y admiradas por todos, y donde
el gobierno no exportaba el patrimonio nacional, ni
prostituía a sus menores,
ni ayudaba a naciones terroristas.
Creamos un Restaurant "Versailles" en la Calle
Ocho de Miami, lugar reconocido hoy día
no solo en esta ciudad, sino en
el mundo entero como un ícono de la
comida tradicional cubana.
Comenzaron las
cadenas de negocios y establecimientos,
y los antiguos dueños crearon acá
otros negocios con los mismos nombres de
antaño....y así fuimos recreando la nuestra,
"La Pequeña Habana" en la Calle Ocho del South West, aunque ya esté
poblada de latino-americanos que encontraron, gracias a los cubanos, un puente
para llegar a este gran país desde sus tierras, con el idioma de Cervantes.
Trajimos en nuestro equipaje, recuerdos, memorias, risas
y llantos, que luego fuimos enseñándoles
a nuestros hijos y nietos. Trajimos
nuestras comidas, nuestro canto, nuestros
chistes y pregones.
Comenzamos de cero, y
con esfuerzo, trabajo incansable y sacrificios,
nos fuimos ganando el respeto de los ciudadanos nacidos en este país.
Decir "Cubano" era sinónimo
de 'buena
gente', trabajador, emprendedor,
honesto, y constante. Pedimos a este gobierno americano, mejoras que se
fueron haciendo leyes, para que
ayudaran a los hermanos que llegaban en los diferentes éxodos.
Sin embargo, el
gobierno de Cuba siempre hizo lo
imposible por hacernos quedar mal...no les bastó llamarnos
'Gusanos, Escoria, Apátridas,' entre otros insultos, sino que aún en el extranjero, sobre todo
en Miami, nos
calificaron de Mafiosos, Elementos
de la CIA, etc. Mientras
tanto,
cocinaban su
experimento de "el hombre nuevo" (que sin generalizar, pues aún llegan muchos con deseos de luchar, triunfar y hacer quedar bien a nuestra estirpe cubana), no se
miden ni piensan en tirar
por tierra todo lo que hemos ganado.
Y comenzaron a llegar los más jóvenes, nacidos en ese
nefasto sistema, con su odio a todo lo
americano, y al exilio histórico; llegaron los infiltrados, los oportunistas que cometen fraudes a los sistemas de salud
del gobierno americano como es el
Medicaid y el Medicare.
Le siguieron las Mulas (personas que viajan a Cuba para hacer negocio, llevar artículos por encargo, y van socavando así, el
Embargo impuesto a Cuba) ; están
los sumisos que van a gastar los dólares
allá en vacaciones, en vez de
emplearlos en ayudar de veras a sus familiares necesitados. Luego vienen llegando, los que quieren hacer intercambios culturales que no son más que traiciones
y humillaciones al dolor del exilio,
orquestado por los viles tiranos. Pero que
perpetúan la dictadura, el
hambre, la miseria y la falta de dignidad en la isla.
Los años fueron
pasando, los viejos de la familia morían,
y los jóvenes se convertían ahora en
padres y abuelos a la vez. Los que van
llegando, han nacido o crecido en otro sistema, y en vez de admirar a
los que con tanto tezón lucharon por la mejoría de los que llegaban, se burlaban de esos viejos. Les llamaban despectivamente "viejos
de café con leche" o "Viejos
del VERSAILLES" o nos
comenzaron a llamar en vez del Exilio Histórico, "Los
Dinosaurios" sin conocer la
historia de cada uno, ni cuánto se ha luchado en todo sentido. Una
vez más, al igual que en Cuba, triunfaba
en el exilio, en Miami, la
envidia, el odio y la división Marxistas.
Comenzamos a escuchar lo que no
existía antes, pues siempre fuimos,
"LOS CUBANOS"
...Ahora somos, "los de ANTES" y "los
de AHORA." ¡Demasiado largo
este exilio!!
Muchos amigos de otras nacionalidades, admiran no
obstante, algo muy importante entre los cubanos, a pesar de todo....y es el
ayudarnos y apoyarnos. Y aunque muchos
hemos sufrido decepciones cuando llegan familiares y amigos que dejamos de ver hace tanto tiempo, no desistimos, y siempre
ayudamos al próximo que llega, es
nuestra naturaleza. Incluso amigos haitianos donde yo trabajé antes,
nos admiraban, y decían que por
eso los cubanos iban siempre hacia
adelante, porque, " Ustedes
los cubanos, siempre ayudan a los suyos
al llegar."
Ha pasado ya mucho tiempo con un sistema tan funesto en
nuestra tierra cubana, y los que nos hemos criado aquí somos muy diferentes de
los que se han criado allá. Eso es una
realidad que no podemos obviar. Sólo
una cosa no ha podido aniquilar el comunismo totalmente, y son los lazos familiares, y aún más,
después de caerse el bloque comunista en Europa. Los Castros abrieron las puertas para que entrara la comunidad cubana en el
extranjero, los "gusanos" se convirtieron de pronto, en 'Mariposas' que traían dolares, y que
lamentablemente ayudan al
sistema a mantenerse, así viven de las remesas de estos nuevos
"turistas" que son cubanos y tienen que pagar como si no lo fueran.
Con esto también se ha creado división en la isla, entre
los que tienen familiares en el
extranjero y los que no... Antes era un
pecado y una contrarevolución tener un
famlilar fuera, hoy es una ventaja que bien saben aprovechar los comunistas... El pueblo allá, ha optado por la conformidad, a pesar de los
abusos y limitaciones, y los de acá, hemos optado por la nostalgia algunos, y por el oportunismo otros,
pues no sólo visitan a la
familia, sino que van por negocio, o lo que es peor, a ayudar a
prostituir aún más a una sociedad decadente, pagando con la ayuda que reciben del gobierno
americano a miserables jineteras o
jineteros. Y lo commentan, sin
vergúenza.
Hace dos días
llegó la hija de una prima
hermana con sus dos hijitos, a la cual no conocía, pero había leído sus cartas. El año pasado llegó su primo, el hijo de otra prima hermana, con su familia. Todos ellos nos hacen recordar, re vivir lo
que una vez dejamos atrás.
Escuchamos
de las experiencias y peripecias para proveer a sus familias en todo sentido. Hace meses no llega el agua a esa
región rural. Es horrible escuchar las situaciones tercer-mundistas de muchos en aquella tierra, otrora
una república, hoy, una isla esclava.
Siempre tratamos de reunir a la familia que vive
acá con los que recién llegan, para recordarles
a todos, los de allá y los de aquí, que
llevamos la misma sangre, que a
pesar de las políticas sucias y dictaduras,
los errores, las distancias, nos
amamos, aunque a veces pareciera que ese
amor se congeló en un segundo del universo. Pero hay que ayudarles, apoyarles, hablarles de lo que no saben
ni conocieron, y escucharles contarnos
lo que no conocemos desde aquí.
Hacer perdurar ese amor de familia que tanto caracterizó al cubano, y para que los hijos y nietos nacidos
acá, sepan que de esa raíz de amor caribeña descienden ellos. Porque después de todo, ¡Así Somos los Cubanos!!!.
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