Friday, April 19, 2013

'Chiropractor ' o Psicólogo?



'Chiropractor '  o   Psicólogo?
de Xiomara J. Pages
Abril 19, 2013
            Hace  como  20 años sufrí  una fuerte  caída en mi  trabajo de asistente administrativa  en la Escuela de Medicina,  Universidad de Miami (Faculty Affairs),  donde laboré por mucho tiempo.   Resbalé  al sentarme,  de una silla de oficina, y caí  sobre el piso sentada, pero mi columna  vertebral  se resintió profundamente desde la región  Sacro-coccigea  hasta las Cervicales.    Por la Compensación de Trabajadores (Workmen Compensation) de mi centro laboral,  ellos corrieron con  todos los gastos de Emergencia en el Cedars Hospital,  Rayos-X,  MRI,  médicos ortopédicos, terapias físicas y ejercicios, entre otras muchas visitas y consultas médicas, pero  con los años, seguí   padeciendo a veces de dolores, y se monta un poco la cadera  derecha a consecuencia de este incidente.    Esto se convirtió  en un tomar calmantes  constantemente  para aliviar mi estado.   

            Pero como  prefiero las curas naturales y alternativas,  a las químicas constantes y dañinas que metemos en nuestro organismo (enseñanza  de mi padre quien fue un campesino en su juventud),  decidí  probar y visitar a un Médico  Quiropráctico.   No tenía idea  adonde acudir,  y consulté con mi seguro mé dico de entonces,  para que me refiriera  a un centro  en Kendall  cerca de mi barrio.         Así comencé  en el 2006 a visitar semanalmente al  Dr. Paul Fisher @ Fisher Chiropractic Center.  Lo primero que me gustó  fue que el doctor no era un materialista  interesado  solamente por el dinero.  No repitió  placas  ni  cobró  por ellas, me dijo que fuera al Baptist Hospital donde ya me las  habían hecho   recientemente  y las trajera para  poder apreciar el daño que tenía en mi columna.   Al principio fueron más de dos visitas en la semana, pero con el tiempo disminuyeron a una visita semanal, y luego mensualmente.

             Hoy en día a yo decido cuándo voy a visitar a Dr. Fisher.  Mi propio cuerpo me da señales  cuando necesito un ajuste.  Y por supuesto el tomar calmantes  se redujo  a  ocasiones donde no tengo más remedio que tomarlos,  ya que en el pasado no solo ayudé  a cuidar de mi suegro  en cama, enfermo con Parkinson, sino que sigo cuidando de una hija postrada  de nacimiento con el Sindrome de RETT, con profundo retraso mental y múltiples incapacidades físicas por los últimos 32 años.

            Dr. Paul Fisher es un individuo ameno, sonriente siempre, atento con todos sus pacientes.   Ofrece muchas alternativas y consejos constantemente,  que nos hacen mucho bien, y  su personal en la oficina, desde médicos quiroprácticos, hasta  las chicas de la oficina, siguen la misma ruta de atención.   Hay días que cobran  menos por alguna razón,  o es gratis para niños, o los pagos son para alguna causa benéfica, y si no tienes seguro médico  (como en mi caso presente)  te  ofrecen planes de pago muy cómodos para todos los bolsillos, pero lo cierto  es,   que es un lugar muy especial  donde uno se siente como en familia.

            Hoy en la mañana fui como de costumbre a recibir mi ajuste vertebral, y para mi sorpresa al pagar con mi cheque, me entregaron un pedazo de papel de color llamativo, y las chicas me pidieron escribir  TRES RAZONES  por las cuales agradecer a Dios y a la Vida Hoy, y entregar  luego  ese papel al Doctor... Les dije que podía sentarme allí  todo el dí a escribiendo razones.   'Estoy viva;  creo y amo a Dios; tengo una salud bastante normal; tengo una linda familia y muchos, muchos buenos amigos a los que quiero y me quieren;  por el mundo, por la gente, la naturaleza; por la capacidad de amar...'  y terminé con puntos suspensivos...ja ja ja.... adicionando   dos   dibujitos (una carita sonriendo; y mi siempre favorita, carita  de Betty Boop).

             Dr. Fisher  entró  al cubículo  donde yo  esperaba y  le entregué  el papelito según previas  instrucciones.    Salió  con el mismo  al pasillo, agitándolo en su mano,   y lo leyó  en alta voz,  entre  sus compañeros y otros pacientes.   Luego vino a atenderme en la camilla y ajustar mi columna.   Siempre bromeo y le digo que mi columna suena como una máquina de hacer rositas de maíz  (Pop Corn) y él ríe  con picardía..   "Doctor, doctor, busque el mapa de mis huesos"  mientras le señalo  el archivo  con  mi nombre en la puerta.

Estos médicos quiroprácticos  más que ajustar nuestra columna y aliviarnos de dolores, son unos verdaderos conocedores del alma  humana, y muy buenos psicólogos además...Se  los recomiiendo.

No comments:

Post a Comment