Entre el público, con "El Público."
(de Xiomara J. Pages)
Abril 14, 2013
Sabiendo que "El Público" es una obra
surrealista y póstuma del controversial y talentoso
poeta y dramaturgo español, Federico García Lorca, escrita por
los alrededores de 1930, cuando el autor andaba por mi tierra natal, y llena de contrariedades y fuertes tópicos como lo
son la homosexualidad y la hipocrecía
del auditorio de aquella época,
me interesó ir a
ver esta versión de,y dirigida por, el fundador de Havanafama: Juan
Roca.
Tengo que admitir, que finalmente tome la decisión de
asistir, no por la publicidad, ni por la temática, sino al leer
la última de varias crónicas que había visto sobre la misma, esta vez escrita por la actriz, dramaturga, escritora
y cantante: Julie De Grandy (quien instada por el propio Roca, realizó junto a su sobrino
Ryan De Grandy, la magnífica
dirección musical). Definitivamente,
me convenció. Busqué
y leí en internet todo lo que pude encontrar sobre esta escandalosa obra (http://es.wikipedia.org/wiki/El_p%C3%BAblico),
y ya no pude posponer más mi
asistencia.
No escribo estas líneas con la
sapiencia de un crítico de arte. En lo
absoluto, como siempre expreso, me gusta el teatro, admiro a los actores, y a
todos los que coloboran para lograr el transportarnos
dentro del escenario a otras experiencias que nos alejan de la realidad, de nuestras realidades personales, y a veces logran hacernos identificar con lo que estamos viendo.
Al principio de la puesta en escena,
cuando salieron los primeros desnudos, alcancé
a ver unas risitas maliciosas de dos individuos que estaban sentados delante
de mí. Ambos con sus parejas féminas que les mandaban a callar. Como
me gusta ir al teatro a entender la obra, a meterme en la trama, me molesta
sobremanera la gente que habla bajito,
que hace gestos y comentarios,
aunque sean de aprobación o disgusto, en vez
de apreciar el arte del momento.
Comprendo que tiene
mucho que ver la educación del
individuo, que no todo el público que va a ver una obra teatral, lo hace por amor a la cultura, y precisamente me
pareció irónico el título de esta
obra. Por eso con 'la mejor de mis
actuaciones', empujé "sin
querer" una de las sillas delante de mí donde
estaba sentado uno de los chicos, e hice
un ruido como arrascándome la garganta. Me sentí complacida porque mi mensaje llegó sutilmente
a ellos, ya que no molestaron
durante el resto de la puesta. Uno
así se da cuenta que aún falta madurez
en el público de Miami, aunque avanzamos poco a poco. Muchas
veces
las mismas campañas de publicidad
y comentarios desfachatados de algunos directores, destruyen la seriedad y el verdadero fin que
tiene el teatro, el de darnos una mejor cultura y apreciación.
Fue
espectacular ver como el escenario
se agigantaba en el poco espacio,
usando al máximo los recursos. El vestuario, la escenografía y ambientación,
aún antes de entrar a la sala, son dignos
de una obra de teatro mayor. El maquillaje impecable, impresionante. Una
obra para mayores de 18 años, no solo
por los temas fuertes, sino por un desnudo relajado no forzado, a
veces velado, otras muy frontal, pero hecho
con tal
elegancia y clase, que no ofende. Pero
lo más electrizante: los parlamentos de los actores en ese idioma clásico de la época, la dicción clara y profunda. Actores,
que se desplegaban por el escenario, con sensualidad y ligereza,
entre pretensiones
de realidad y fantasía, y realizando más de
un personaje en la obra.
Se podía apreciar la influencia de una buena dirección en toda la puesta.
En mis tertulias mensuales (Las
Tertulias de Xio), hube de hablar de esta obra teatral, que aunque temprano en el año (según palabras del periodista Luis De La Paz) va marcando los pasos y
dejando huellas para ser "La Producción Teatral de Miami"
en este 2013.
El Domingo, Abril 21, estaré de nuevo allí en la sala...Esta vez para llevar a algunas amigas que como yo, aman el arte y se interesaron en ir a verla. Nos vemos,
entre el público, con el "El Público."