Sunday, August 4, 2013

Novena Sinfonía de Xiomara J. Pages


Novena  Sinfonía
de  Xiomara J. Pages
Agosto 3, 2013


Recibí un E-mail  hace dos días, de un  viejo amigo,  invitándome a uno de sus eventos.  Hacía  ya mucho  tiempo  que no sabía de  Jonathan Rose, Director de  un  grupo literario de poesía en Inglés.   Jonathan es un norteamericano de descendencia  judía, que  además, ha organizado  grupos  escolores, visitando diferentes  establecimientos y organizaciones  culturales.  Lo conocí en  2002,  al comienzo de mi divorcio  con el padre de mis hijos.   Fuimos presentados por  un mutuo   amigo colombiano, y  los tres juntos  emprendimos un proyecto  que con el tiempo se convirtió  en una  gran sociedad  cultural reconocida.


            En Santa Marta, Colombia, nació un bebito, el 2 de Octubre, 1946.  Durante el parto,  su madre  que amaba la música clásica, le pidió  a la comadrona que le pusiera  para escuchar,  calmarse,  respirar mejor  y aliviar los dolores, la  Novena  Sinfonía  de uno de sus compositores favoritos,  Beethoven.     Cuando ese bebé,  Gustavo  Alfredo  Noguera,  tenía apenas unos meses, falleció su padre.  

            Gustavo  era  único hijo;  nunca se casó  ni tuvo hijos propios;  un personaje  raro;  con un aspecto  algo  grotesco,  considerando su  predilección por la música clásica;  a veces demasiado insistente y  puntilloso;  muy misterioso en su modo de vivir;   pero  que dedicó su existencia a venerar a  aquel  gran compositor  alemán.    Gus, como le llamábamos los amigos,  vino muy joven a Los  Estados Unidos  desde su natal Colombia, luego de morir  su madre;   y  se le veía en   cuanto  evento de música clásica fuera presentado en  Miami.   Obsesionado con lo  que para  él,  era la misión para la que había nacido, y grandemente influenciado por la misma  predilección de  su madre,  no había otro  tema de conversación que no fuera  lo relacionado  a  Ludwig  Van  Beethoven.

            A principios de 2002,   Gus  observaba  caer la fuerte lluvia, por la ventana de  su pequeño departamento en Miami,  cerca de la 9 Street del South West,  y escuchando   la Novena Sinfonía de  Beethoven.   De pronto pensó, que la Calle 9,  debería  llevar el nombre de esa sinfonía del compositor,  en vez de uno de los nombres  que se acostumbran en la ciudad.   Compartió su idea con alguien (nunca me dijo quién),  y esta persona  le sugirió  mi nombre,  ya  que soy conocida  no solo  como  escritora y periodista, sino también como  promotora cultural.  

            Gustavo A. Noguera  entró   al Burger King  de la vecindad de Brickell, en   el   10  SW  8 Street,  donde  habiamos concertado la cita por teléfono.   Mientras ingeríamos algo de comer,  me fue contando  sus planes.   La idea me pareció genial,  y le ofrecí  todo mi apoyo.     Desde ese dia,  nos reunimos  en varias ocasiones  también  con Jonathan Rose,  en la parte trasera de la  Primera Iglesia  Presbiteriana de  Brickell,  para  compartir  ideas y sugerencias. 

            Al  principio los políticos de la ciudad,  no mostraron  mucho interés en el proyecto, pero  a medida  que otros  personajes  con capital  y bancos se nos unieron,  las  cosas comenzaron a cambiar,  como  casi siempre sucede.    Jimmy Morales,  hoy  el  City Manager de la ciudad de Miami Beach,  era uno de los comisionados  en aquel entonces,  que apoyó  el proyecto cultural, una vez que despegamos. 

            Noguera  con paciencia y perseverancia,  obtuvo  al fin que  la 9  Street del  South West, llevara el nombre de la Novena Sinfonía de Beethoven.  Mas tarde, su  proyecto se amplió,  y  escaló  hasta  crear  el   Odeum  a  Beethoven,  con un Beethoven  Promenade   justo  debajo de la parada del Metrorail en la 9 Street del S.W.  cerca de Brickell.     Para este evento, se creó  un  cuadro  gigante de Beethoven,   hecho por un artista  argentino, y que luego fue develado en un  banco  de Brickell.     Siguieron otros planes,  entre ellos  una estatua del compositor,  y  la   Beethoven Promenade,   se convirtió  en un  estrecho lazo entre  Europa y la comunidad de Miami, llamándose  luego "Beethoven Promenade/European Union Park."
            Gus  seguía soñando  y haciendo planes para  transformar  a su querida Brickell  en algo más, pero siempre relacionado con su venerado  Beethoven.  Andaba en  un viejo  Van, de la Volkswagen,  por las calles de Miami,  adornado con letreros, pinturas del compositor, al cual le llamaba:   Ludwig  VAN  Beethoven.   Muchas de estas cuestiones eran donadas por las personas que lo apoyaban.     Hicimos  afiches  y letreros  que en ocasiones yo iba personalmente a recoger o entregar,  y trabajé  escribiendo  cartas y anuncios en ambos idiomas, Inglés y Español.   Fuimos a programas de radio juntos, sobre todo en  Radio Caracol,   y   a  reunirnos con posibles patrocinadores  en hoteles en Miami Beach, incluyendo  el  CARDOZO, en South Beach,  propiedad  de los artistas y empresarios,  Emilio y Gloria Estefan.  

            Yo acudí  a mis muchos contactos para donaciones y apoyo.  Contacté a Angel  Cuadra,  del Pen Club Internacional,  a Orestes Perez, del Club Atenea, a Marily Reyes, de The Cove/Rincón Internacional,  y   otras  varias  organizaciones  literarias  y musicales,  además,  de  conocidos  amigos,  poetas y escritores, como Lázaro  Díaz,  Jorge Pérez,  Ivonne Martin, Fanny Moreno, entre otros,  para  que vinieran   a recitar poemas  dedicados a la memoria de Ludwig  Van  Beethoven.  

            La  Ceremonia de Presentación y Dedicación del Paseo, "Beethoven Promenade"  tomó  lugar  finalmente,  el Martes, Septiembre 16,  2003,  a  las 10:30 a.m.  en la  Estación Brickell  del Metrorail en el Downtown  de  Miami, la cual  fue aprobada  por el entonces Alcalde  Alex Penelas, y la Junta Directiva de los Comisionados de la ciudad, con el gran apoyo de Jimmy Morales.

              Acudieron estudiantes de varias  escuelas  a recitar, y  a tocar música de Beethoven,  con diferentes instrumentos.   Recuerdo uno que me impactó mucho,  un joven  que  tocó  en un Steel Pan Drum  la Novena  Sinfonía  de Beethoven, y nos  dejó  a todos hipnotizados.    Estudiantes y miembros de  otras organizaciones  culturales  vinieron a compartir  también  sus talentos.   En el público  ese día,  se encontraban varias  figuras políticas , entre ellas, por supuesto  Jimmy Morales  y   Luis Conte Aguero;   y artísticas  como  pintores y músicos,   entre ellos,  el amigo y compositor  argentino  mundialmente conocido por sus  canciones,  ya fallecido:  Mario Clavell ,  que junto a su esposa visitaba la ciudad.    Ese día,  contamos con la asistencia de miembros del German-American Club,  que nos ofrecieron una linda  danza, vestidos con sus trajes típicos.  Y mientras  todo esto ocurría,  y el Miami Herald , los políticos, artistas y escritores  compartían,  por  allá  por  el pueblito de BONN,  en Alemania, donde nació  el compositor, un periódico  de ese pueblito,  hablaba  de este humilde colombiano  Gustavo A. Noguera,  y  de su  evento  en Miami,  en homenaje  a  Beethoven  (Periódico que le enviaron  desde  Bonn,  y  que Gus mostraba con merecido orgullo).

            No era fácil  a veces lidiar con Gus, en ocasiones Jonathan Rose lo regañaba al  igual que yo,  pues su pasión  por todo  lo de Beethoven, lo hacía a veces  demasiado  exigente.   Demandaba mucho de nuestro tiempo  para que hiciéramos   las cosas  que  él  quería lograr, pero  sin darse cuenta  que uno le ayudaba  voluntariamente  y que en mi caso,  yo tenía en casa una hija postrada de nacimiento.  Mas  luego,   pedía disculpas,  y  volvía  a ser galante, y a coquetear como era su costumbre  con todas las mujeres,  como si fuera un caballero  medieval,  jajaja..   Cuando me veía,  me preguntaba con su frase acostumbrada, "¿Cómo  está todo,  Mi hijita?"

            A veces coincidíamos en las reuniones  artístico-culturales  de "La Finca" de George Arellano,  por la 57 Avenue  y  la 52 Street del S.W. cerca de la Universidad de Miami, en Coral Gables, donde  Arellano  le dejó  vivir  por un tiempo, en uno de los cuartos.   Aún conservo un libro de poemas que me regaló en esa época.

            El evento más importante aún para él, en relación con Beethoven, fue el día que se realizó  el llamado  "Beethoven Concert  609."     Ese  día,   Junio  9,  2009  (6/9/09) ,   el concierto  comenzaría   puntualmente  a  las  6:09  p.m.  en los salones  de la  First  Presbyterian  Church  of  Miami  en  el  609  Brickell  Avenue.  Esta  iglesia llegó  a alojar hasta  800 personas  en ocasiones,  en conciertos anuales  y  semi anuales de la Beethoven Society of Miami-Dade,  pero el 6/9/09  no  importaba  si  eran muchos  o pocos,  Gus estaba tan ansioso como un niño pendiente del reloj para la hora exacta de comenzar,  para que todo saliera bien.   Yo  estaba allí,  fue algo mágico y milagroso,  esa  era  "la hora en que  Beethoven más  brillaba,"  nos  decía  Gus.

            Gustavo A. Noguera,  tenía  pocas  posesiones;  pobre para muchos, un vagabundo, que  aparecía  siempre en tantos lugares por la ciudad, lo que llamamos  un  homeless,  pero  sonreía  mejor  que  muchos ricos que lo tienen todo,  porque   cuando  hablaba  de  su querido  Beethoven y  de los planes futuros  para transformar a Brickell,  su cabeza giraba como en un delirio,  y  se sentía  millonario.  

            Fue   lamentablemente, encontrado  muerto a sus escasos 66 años,  el día  primero de Abril,  2013,  por  causas naturales, tal vez un ataque cardíaco,  en  el  Efficiency  donde  le dejaban vivir,   parte del  área de  Camillus House   donde  van  los vagabundos  sin hogar.     Gus era pobre en apariencias,  pero su amigo,  Sanford L. Ziff,   fundador de  Sunglass Hut International, Inc. , un filántropo  que ha apoyado a muchas instituciones como la Florida Gran Opera,  entre  ellas,  le  ayudaba  con su manutención  en ocasiones, y en sus proyectos con la Sociedad de Beethoven.  

            Gustavo A. Nogueras,  logró  muchos de sus sueños,  terminando sus días, sin apenas  vivienda,  ni  alimento, ni  transporte.  Sin embargo,  recibió  cartas de muchísimas  personalidades  por todo el mundo,  tan solo por  su pasión a  la música del compositor  alemán,  llegando  a ser  el Fundador  y  Director Ejecutivo,  de  la  Beethoven Society of Miami-Dade,  junto a Sanford L. Ziff,  que es  el Honorary  Chair  y  Principal Advisor,  de la misma.   

            No  era  extraño  tropezarse con él, en algun evento cultural.  Las últimas veces que lo ví,  fue en los Conciertos de  Eglise Gutierrez y de Elizabeth Caballero,  en el Music Gusman Hall de la Escuela de Música de la Universidad de Miami, y en la presentación de música  clásica de la Directora  Elaine Rinaldi,  Directora de Orchestra  Miami,   junto con la promotora y abogada Pilar Bosch.

            Al  igual que   lo expresó  Sanford L.  Ziff,    Gus  Noguera   fue  un  "alma  buena  y noble"    que  vivió encerrado   en   su misterio,   en su  propio  mundo,   dentro  de una  burbuja,  con  un  único   tema de conversación,  su obsesión  por el  siempre  recordado   Ludwig  Van  Beethoven,  cuya  vida  a  veces  pienso, que  fue   paralela  a   la del propio  Gustavo Noguera.

            Descanse en paz, Gus.  Y  esperemos  que  la  Beethoven  Society of Miami-Dade  siga realizando  los tantos  proyectos  que  aún quedaron  sin lograr con su muerte, y  como lo ha prometido  el Sr. Ziff.

            Les invito a  que den un paseo en  el Metrorail de  Miami,  y cuando se acerquen  a la estación de Brickell,  por la 9  Street del S.W.,   escucharán  las primeras  notas  de la  Novena  Sinfonía  de  Beethoven, y  si pueden bajarse allí,   debajo de la estación, en el Beethoven Promenade,  encontrarán una  gran  estatua del compositor alemán,  donde  celebran  diferentes eventos  de arte y cultura.    Una vez allí,  dediquen  unos  minutos a la memoria de este colombiano  obsesionado  y  medio loco de sueños,  que  aunque  no  se le mencione mucho,  supo  dejarnos  un ejemplo de  perseverancia  a pesar de los obstáculos, y un  legado cultural y artístico  para  nuestra ciudad de Miami.

Para ti, Gus......Balada para un loco (de Astor Piazzola): 
http://www.youtube.com/watch?v=XLVJxxq0ncU
 

2 comments:

  1. Emocionadisima al conocer esta historia. Conocí a Gustavo a qué día de la presentación en la estación Brickelll y recuerdo muy bien su contagiosa sonrisa. No llegue a tratarlo más pero de haber sabido todo esto en aquella época, con seguridad me habría ofrecido para colaborarle humildemente en sus proyectos pues aunque nunca tuve contactos importantes en Miami, si he sido otra fanatica del gran Beethoven. Para mi fue un honor haber compartido aquellos agradables momentos con él y demás invitados, especialmente los que representaban la parte que se debía mostrar mas de la ciudad: la parte cultural.

    Gracias Xio por esta cronica tan interesante.

    ReplyDelete
  2. Perdón por algunos “typos” debido a estos teclados tan pequeños.

    ReplyDelete