Novena
Sinfonía
de Xiomara J.
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Agosto 3, 2013
Recibí un E-mail hace dos días, de un viejo amigo,
invitándome a uno de sus eventos.
Hacía ya mucho tiempo
que no sabía de Jonathan
Rose, Director de un grupo literario de poesía en Inglés. Jonathan es un norteamericano de
descendencia judía, que además, ha organizado grupos escolores, visitando diferentes establecimientos y organizaciones culturales.
Lo conocí en 2002, al comienzo de mi divorcio con el padre de mis hijos. Fuimos
presentados por un mutuo amigo
colombiano, y los tres juntos emprendimos un proyecto que con el tiempo se convirtió en una gran
sociedad cultural reconocida.
En Santa Marta, Colombia, nació un bebito, el 2 de
Octubre, 1946. Durante el parto, su madre que amaba la música clásica, le pidió a la comadrona que le pusiera para escuchar, calmarse, respirar mejor y aliviar los dolores, la Novena Sinfonía de uno de sus compositores
favoritos, Beethoven. Cuando
ese bebé, Gustavo Alfredo
Noguera, tenía apenas
unos meses, falleció su padre.
Gustavo era único hijo; nunca se casó ni tuvo hijos propios; un personaje
raro; con un aspecto algo grotesco,
considerando su predilección por
la música clásica; a veces demasiado insistente
y puntilloso; muy misterioso en su modo de vivir; pero que dedicó su existencia a venerar a aquel gran
compositor alemán. Gus, como le llamábamos los amigos, vino muy joven a Los Estados Unidos
desde su natal Colombia, luego de morir su madre; y se
le veía en cuanto evento de música clásica fuera presentado
en Miami. Obsesionado con lo que para
él, era la misión para la que
había nacido, y grandemente influenciado por la misma predilección de su madre,
no había otro tema de conversación
que no fuera lo relacionado a Ludwig
Van Beethoven.
A principios de 2002,
Gus observaba caer la fuerte lluvia, por la ventana de su pequeño departamento en Miami, cerca de la 9 Street del South West, y escuchando
la Novena Sinfonía de Beethoven. De pronto pensó, que la Calle 9, debería llevar el nombre de esa sinfonía del
compositor, en vez de uno de los nombres
que se acostumbran en la ciudad. Compartió su idea con alguien (nunca me dijo
quién), y esta persona le sugirió mi nombre, ya que
soy conocida no solo como
escritora y periodista, sino también como promotora cultural.
Gustavo A. Noguera entró al Burger King de la vecindad de Brickell, en el
10 SW 8 Street,
donde habiamos concertado la cita
por teléfono. Mientras ingeríamos algo
de comer, me fue contando sus planes.
La idea me pareció genial, y le
ofrecí todo mi apoyo. Desde ese dia, nos reunimos en varias ocasiones también
con Jonathan Rose, en la
parte trasera de la Primera Iglesia Presbiteriana de Brickell, para compartir
ideas y sugerencias.
Al principio los
políticos de la ciudad, no
mostraron mucho interés en el proyecto,
pero a medida que otros personajes con capital y bancos se nos unieron, las cosas
comenzaron a cambiar, como casi siempre sucede. Jimmy
Morales, hoy el City Manager de la ciudad de Miami
Beach, era uno de los comisionados en aquel entonces, que apoyó el proyecto cultural, una vez que
despegamos.
Noguera con paciencia
y perseverancia, obtuvo al fin que
la 9 Street del South West, llevara el nombre de la Novena
Sinfonía de Beethoven. Mas tarde, su
proyecto se amplió, y escaló
hasta crear el Odeum
a Beethoven, con un Beethoven Promenade justo debajo de la parada del Metrorail en la 9
Street del S.W. cerca de Brickell. Para este evento, se creó un cuadro gigante de Beethoven, hecho por un artista argentino, y que luego fue develado en un banco de Brickell. Siguieron otros planes, entre ellos
una estatua del compositor,
y la Beethoven Promenade, se convirtió en un
estrecho lazo entre Europa y la
comunidad de Miami, llamándose luego "Beethoven
Promenade/European Union Park."
Gus seguía
soñando y haciendo planes para transformar
a su querida Brickell en algo más, pero siempre relacionado con su
venerado Beethoven. Andaba en un viejo Van, de la Volkswagen, por las calles de Miami, adornado con letreros, pinturas del
compositor, al cual le llamaba: Ludwig
VAN Beethoven. Muchas de estas cuestiones eran donadas por
las personas que lo apoyaban. Hicimos afiches
y letreros que en ocasiones yo
iba personalmente a recoger o entregar,
y trabajé escribiendo cartas y anuncios en ambos idiomas, Inglés y Español. Fuimos
a programas de radio juntos, sobre todo en Radio Caracol, y
a reunirnos con posibles
patrocinadores en hoteles en Miami
Beach, incluyendo el CARDOZO,
en South Beach, propiedad de los artistas y empresarios, Emilio y Gloria Estefan.
Yo acudí a mis
muchos contactos para donaciones y apoyo.
Contacté a Angel Cuadra, del Pen
Club Internacional, a Orestes
Perez, del Club Atenea, a Marily Reyes, de The Cove/Rincón Internacional, y
otras varias organizaciones literarias
y musicales, además, de conocidos amigos,
poetas y escritores, como Lázaro
Díaz, Jorge Pérez, Ivonne Martin, Fanny Moreno, entre
otros, para que vinieran
a recitar poemas dedicados a la memoria de Ludwig Van Beethoven.
La Ceremonia de
Presentación y Dedicación del Paseo, "Beethoven Promenade" tomó lugar finalmente, el Martes, Septiembre 16, 2003,
a las 10:30 a.m. en la
Estación Brickell del Metrorail en el Downtown de Miami, la cual fue aprobada por el entonces Alcalde Alex Penelas, y la Junta Directiva de los
Comisionados de la ciudad, con el gran apoyo de Jimmy Morales.
Acudieron
estudiantes de varias escuelas a recitar, y
a tocar música de Beethoven, con
diferentes instrumentos. Recuerdo uno
que me impactó mucho, un joven que
tocó en un Steel Pan Drum la Novena
Sinfonía de Beethoven, y nos dejó a
todos hipnotizados. Estudiantes y
miembros de otras organizaciones culturales
vinieron a compartir también sus talentos. En el público ese día,
se encontraban varias figuras
políticas , entre ellas, por supuesto Jimmy
Morales y Luis Conte Aguero; y artísticas
como
pintores y músicos, entre
ellos, el amigo y compositor argentino mundialmente conocido por sus canciones,
ya fallecido: Mario
Clavell , que junto a su esposa
visitaba la ciudad. Ese
día, contamos con la asistencia de
miembros del German-American Club, que
nos ofrecieron una linda danza, vestidos
con sus trajes típicos. Y mientras todo esto ocurría, y el Miami Herald , los políticos,
artistas y escritores compartían, por
allá por el pueblito de BONN, en Alemania, donde
nació el compositor, un periódico de ese pueblito, hablaba
de este humilde colombiano Gustavo
A. Noguera, y de su evento en Miami,
en homenaje a Beethoven (Periódico que le enviaron desde Bonn,
y que Gus mostraba con merecido
orgullo).
No era fácil a
veces lidiar con Gus, en ocasiones Jonathan Rose lo regañaba al igual que yo, pues su pasión por todo lo de Beethoven, lo hacía a veces demasiado exigente.
Demandaba mucho de nuestro tiempo para que hiciéramos las cosas que él
quería lograr, pero sin darse
cuenta que uno le ayudaba voluntariamente y que en mi caso, yo tenía en casa una hija postrada de
nacimiento. Mas luego,
pedía disculpas, y volvía
a ser galante, y a coquetear como era su costumbre con todas las mujeres, como si fuera un caballero medieval, jajaja..
Cuando me veía, me preguntaba con
su frase acostumbrada, "¿Cómo
está todo, Mi hijita?"
A veces coincidíamos en las reuniones artístico-culturales de "La Finca" de George
Arellano, por la 57 Avenue y la 52
Street del S.W. cerca de la Universidad de Miami, en Coral Gables, donde Arellano
le dejó vivir por un tiempo, en uno de los cuartos. Aún conservo un libro de poemas que me
regaló en esa época.
El evento más importante aún para él, en relación con Beethoven,
fue el día que se realizó el llamado "Beethoven Concert 609." Ese día, Junio 9, 2009 (6/9/09)
, el concierto comenzaría puntualmente a las 6:09
p.m. en los salones de la First
Presbyterian Church of Miami
en
el 609 Brickell Avenue. Esta iglesia llegó a alojar hasta 800 personas en ocasiones, en conciertos anuales y semi anuales
de la Beethoven Society of Miami-Dade, pero el 6/9/09 no importaba si eran
muchos o pocos, Gus estaba tan ansioso como un niño pendiente
del reloj para la hora exacta de comenzar,
para que todo saliera bien. Yo estaba
allí, fue algo mágico y milagroso, esa era "la hora en que Beethoven más brillaba," nos decía
Gus.
Gustavo A. Noguera, tenía pocas posesiones;
pobre para muchos, un vagabundo, que
aparecía siempre en tantos
lugares por la ciudad, lo que llamamos un homeless, pero
sonreía mejor que muchos
ricos que lo tienen todo, porque cuando
hablaba de su
querido Beethoven y de los planes
futuros para transformar a Brickell, su cabeza giraba como en un delirio, y se
sentía millonario.
Fue lamentablemente, encontrado muerto a sus escasos 66 años, el día primero
de Abril, 2013, por causas
naturales, tal vez un ataque cardíaco, en el Efficiency donde le dejaban vivir, parte
del área de Camillus House donde van
los vagabundos sin hogar. Gus
era pobre en apariencias, pero
su amigo, Sanford L. Ziff, fundador
de Sunglass Hut International, Inc. ,
un filántropo que ha apoyado a muchas
instituciones como la Florida Gran Opera, entre ellas,
le ayudaba con su manutención en ocasiones, y en sus proyectos con la
Sociedad de Beethoven.
Gustavo A. Nogueras, logró
muchos de sus sueños, terminando
sus días, sin apenas vivienda, ni alimento,
ni transporte. Sin embargo,
recibió cartas de muchísimas personalidades por todo el mundo, tan solo por
su pasión a la música del compositor alemán, llegando
a ser el Fundador y Director
Ejecutivo, de la Beethoven
Society of Miami-Dade, junto a Sanford
L. Ziff, que es el Honorary Chair y Principal Advisor, de la misma.
No era extraño
tropezarse con él, en algun evento cultural. Las últimas veces que lo ví, fue en los Conciertos de Eglise Gutierrez y de Elizabeth
Caballero, en el Music Gusman
Hall de la Escuela de Música de la Universidad de Miami, y en la presentación
de música clásica de la Directora Elaine Rinaldi, Directora de Orchestra Miami,
junto con la promotora y abogada Pilar
Bosch.
Al igual que lo expresó Sanford L.
Ziff, Gus Noguera fue un "alma
buena y noble" que vivió
encerrado en su
misterio, en su propio
mundo, dentro de una burbuja, con un único tema de conversación, su obsesión por el siempre
recordado Ludwig
Van Beethoven, cuya vida
a veces pienso, que
fue paralela a la
del propio Gustavo Noguera.
Descanse en paz, Gus. Y esperemos que la Beethoven
Society of Miami-Dade siga realizando los tantos proyectos que aún
quedaron sin lograr con su muerte, y como lo ha prometido el Sr. Ziff.
Les invito a que
den un paseo en el Metrorail de Miami,
y cuando se acerquen a la estación
de Brickell, por la 9 Street del S.W., escucharán las primeras notas de
la Novena Sinfonía
de Beethoven, y si pueden bajarse allí, debajo de la estación, en el Beethoven
Promenade, encontrarán una gran estatua
del compositor alemán, donde celebran diferentes eventos de arte y cultura. Una
vez allí, dediquen unos minutos
a la memoria de este colombiano obsesionado
y medio loco de sueños, que aunque
no se le mencione mucho, supo dejarnos
un ejemplo de perseverancia
a pesar de los obstáculos, y un legado
cultural y artístico para nuestra ciudad de Miami.
Para ti, Gus......Balada para un loco (de Astor Piazzola):
http://www.youtube.com/watch?v=XLVJxxq0ncU
Emocionadisima al conocer esta historia. Conocí a Gustavo a qué día de la presentación en la estación Brickelll y recuerdo muy bien su contagiosa sonrisa. No llegue a tratarlo más pero de haber sabido todo esto en aquella época, con seguridad me habría ofrecido para colaborarle humildemente en sus proyectos pues aunque nunca tuve contactos importantes en Miami, si he sido otra fanatica del gran Beethoven. Para mi fue un honor haber compartido aquellos agradables momentos con él y demás invitados, especialmente los que representaban la parte que se debía mostrar mas de la ciudad: la parte cultural.
ReplyDeleteGracias Xio por esta cronica tan interesante.
Perdón por algunos “typos” debido a estos teclados tan pequeños.
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