Friday, August 19, 2011

A quienes han sufrido un Desengaño


A quienes han sufrido un Desengaño en Pareja
de Xiomara J. Pagés
Mayo 29,  2011

Querida amiga,

          Sufres  hoy el dolor del desengaño y la traición.  Te he escuchado y  apoyado,  y continúo  observando cómo se desenvuelven  las cosas.    Tu dolor  me  apena  y por  eso estoy contigo,  pero también  me  hace   recordar  tiempos pasados,  cuando yo lo sufrí;  aunque  en la vida,  todos,  a diario  sufrimos  estas penas  en diferentes  situaciones,  no sólo en parejas.    Hoy toca a tu puerta  la mentira, la doble moral y  la tristeza, y es por eso,  que quiero hablarte de mi experiencia.

          Yo me enamoré  como una colegiala de alguien que al principio creyó amarme, pero en el fondo,  sólo buscaba un sustituto de su amor propio, alguien que fuera compañera, amiga, madre, hermana y asistente general de su vida.   Yo asumí  sin querer, todos los papeles,  pues  lo amé  como nunca  he amado, con la inocencia de la jovencita  llena de ilusiones que lo espera todo del amor.  No creo  ya, volver a amar así.   Fueron largos años  de entrega, de ternura,  de detalles,  pero  en una calle de una sola vía:  De mí para él.     El creyó, a su modo, mostrarme amor,  pero era yo quien siempre estaba pendiente a todas sus necesidades,  lo buscaba, lo ayudaba  y lo apoyaba;  él se acostumbró  a recibir.   

          Cuando una mujer lo da  todo (como puede ocurrirle a un hombre),  juventud, amor, y entrega completa,  es posible  que para  el egoísta , ella  pase desapercibida.   Pues  más que las humillaciones, el abuso, los insultos  y la falta de amor,  duelen  las indiferencias.     Para que una pareja camine con éxito, han de ser  dos  los que compartan.  Una  carreta de  bueyes  no marcha  hacia adelante, si los dos animales no caminan juntos.   Mientras  te  confieso  mi pasado  y  muestro mis cicatrices,  también  te  observo y te escucho,  querida amiga.  Eso es todo  lo que puedo  ofrecerte   junto  con  mi amistad  y mis  plegarias;  además de mi presencia,  para  ayudarte  a caminar por  tus propios senderos y mi respeto por lo que optes hacer.

          Yo  traje a Dios de Co-piloto a la unión que formé con mi pareja,  sin fanatismos ni mojigaterías,  como lo traigo  a cada experiencia de mi vida,  pero aún así,  el  éxito  no puede existir , si ambos no contribuyen  al  bien común.   Yo me siento tranquila  en mi interior,  pues dí  lo máximo de mí, como esposa y madre, amiga y compañera. 

           eres una  mujer de carne y hueso, y a pesar de la fortaleza que creas tener,  tienes el corazón herido.  Te han lastimado con la mentira y la traición.  Necesitas tiempo para analizar, meditar  y decidir el próximo paso en tu vida.  Las amigas no estamos para  criticar, juzgar,  ni condenar,  y menos cuando hemos  cometido también  similares errores,  aunque hayan  sido en una época de juventud,  de menos  experiencia y madurez.   Pero no te apures, sobrepesa y compara  los  puntos  en contra y a favor,  antes de tomar decisiones finales, que marcarán  tu  futura felicidad o infelicidad.

          En algunos casos, aún puede  que quede algo para salvar  la  unión,  ese no fue mi caso.  Cuando la separación llegó, el amor ya se había marchado de mi corazón,  y es imposible  para una mujer  hacer  renacer  algo que ya está muerto, cuando se dieron  tantas oportunidades y por un largo período de tiempo.   Uno no ama lo que ha dejado de admirar.  Tal vez en ti queden  esperanzas para seguir tratando.  Si  así  lo sientes,  no dudes en  luchar  por ello y sigue  tus instintos .

          Después  de la muerte de un ser querido allegado o de la viudez,  la separación o divorcio,  es una de las  situaciones más estresantes y devastadoras, según  los expertos.  Por lo tanto, lleva tiempo curar la herida, saber  lo que  en realidad queremos.  La prisa  nunca  será  nuestra  aliada.

          Perdonar  es divino, pero  cuando la  otra parte está  arrepentida.  Lo importante  es llegar a saber, si ese arrepentimiento es sincero, y si no hay  ánimos  o intenciones  de caer otra vez.  Pero, a veces, la gente comete  el mismo error,  por un defecto ya en su personalidad, en su carácter, que le es difícil cambiar,  y del cual  nosotras  no podemos  hacernos  responsables,  ya que no somos  las "salvadoras"  alimentando  en nosotras  el complejo  de "Super Woman" (Super Mujer)  que todo lo puede arreglar y rescatar.   Muchas veces, amar significa también  dejar ir lo que ya no significa nada en nuestras vidas o puede sernos dañino.

          Al vivir  una experiencia como ésta, debemos conocer  nuestras virtudes y defectos, pero también nuestras limitaciones.  Darnos tiempo a conocernos mejor,  a saber quiénes somos en realidad y qué  queremos de la vida.  Es un momento para  replantearnos el signifcado de esa vida y mirar hacia el futuro, a pesar de lo triste o negro que pueda parecer  el presente.   

          Tal vez, nuestra pareja pueda estar de nuevo en ese futuro; pero también debemos estar preparadas para saber que puede no estarlo.  El tiempo  y sólo el tiempo, será nuestro  socio  y  mejor amigo.   A pesar de escuchar consejos y sugerencias,  hemos  de ser   nosotras quienes  nos conozcamos  bien y saber qué  podemos  o no podemos lograr ,  qué  estamos dispuestas  a  soportar o  a  no soportar.    Perdonar  no es necesariamente, incorporar  al agresor  a  nuestra vida.  Lo más seguro y  saludable  para todos, sería no guardar  rencor,  ni desear  ningún  mal.  La caridad y el amor,  siguen siendo una virtud  en la gente de buena voluntad. 

          Es muy fácil perdonar  y  amar a los amigos;  lo difícil es hacerlo con los enemigos, con los que nos han herido.  Pero esto no quiere decir, "borrón y cuenta nueva."  Hasta  Dios  impartió  justicia cuando  era menester  aplicarla.   Y el agresor, el pecador,  debe pagar  por su transgresión,  por mucha  pena que nos inspire.   Todos pagamos un precio por nuestros actos y decisiones.

          Cuando una mujer ha sido traicionada y luego queda sola,  debe  desaprender  muchas cosas  para luego aprender otras mucho más  útiles.   Protegerse de  un nuevo engaño, ser más cautelosa y menos confiada,  no quiere decir que ha dejado de amar, o lo que es peor,  que ha dejado de amarse a sí misma.  Es sólo eso, ser más prudente y menos precipitada  para evitar  un error  mayor   o  similar.   Es estar alerta y ser prudente.

          Tampoco  significa  cerrarse  a un nuevo amor,  o renunciar  a una linda compañía de pareja,  si  Dios nos proporciona  una nueva oportunidad.   Pero ¡cuidado!, hay mujeres  que creen  amarse  a sí  mismas,  cuando  en  realidad  siguen  siendo  co-dependientes  y no saben  estar  solas.    La soledad  no significa que  una  no se ame o  que no esté  dispuesta  a seguir dando amor.   Al contrario, porque  se  ha amado mucho, el corazón  se queda con los más lindos recuerdos y experiencias, y esas nos alimentan.   No siempre se regala  amor  a un hombre,  a una pareja, hay muchos amores  en nuestras vidas para dar y compartir:  los hijos, los nietos, las amistades y  familiares que nos valoren en realidad.

          Es preferible  la soledad , que permite conocernos mejor a nosotros mismos, que una  mala compañia  que nos roba  toda la energía  que  a cambio podemos   compartir  con el mundo,  en muchas  otras empresas  y  proyectos  mucho  más grandes y significativos.   Además  podemos  continuar  amando a  hijos y nietos, y realizar  y lograr todo  aquéllo que nunca antes tuvimos  tiempo de  hacer, debido a nuestras  múltiples  ocupaciones.    Por ejemplo,  sacerdotes, monjas y ministros  religiosos  son criticados de una forma generalizada,  por causa del mal proceder de  algunos,  pero   los  hay completamente  entregados  a una vida de amor  y de servicio al prójimo,  sin tener una  pareja.  Y  conozco a  muchas otras  personas  entregadas   a una digna causa  para eliminar  una  terrible enfermedad ,  o  ayudando en   proyectos,  de  interés y ayuda social. 

          Recordemos  que cuando una mujer,  además de las humillaciones y la  falta de amor,  ha sufrido violencia doméstica, y  serios abusos verbales  y/o físicos, no es posible  un regreso  a la relación.  Cuando un hombre  ha gastado el dinero de la  familia  en juego y prostitución  dejando a sus hijos y esposa,  desamparados;   o cuando  se lo ha  bebido  o gastado  en adicciones, es mucho más difícil olvidar  y volver a empezar.  Por ello, cuando aconsejemos  a otras,  debemos tener en cuenta cada situación , y es por eso que no podemos generalizar.     También se sufre con una persona  que  no es estable  mental o emocionalmente, o es un egoísta patológico.  En todos  estos casos  mencionados, es una mujer que se ama poco, la que regresa a repetir  el maltrato y la humillación.   Nada de esto quiere decir,  que cerremos la puerta  al amor,  o que vayamos  por ahí   pregonando   frases  absurdas  como aquéllas  de  que   "todos los hombres son unos sinverguenzas",  o  "todas las mujeres son unas perversas."  

          Un hombre  o  una mujer  puede  fallar  de muchas formas, no sólo  por  traición, adulterio  o engaño.  También  se puede  difamar  y calumniar,  herir  y  lastimar,  física  y verbalmente,  y todo  cuanto  se pueda  concebir entre dos amantes.    Sólo ellos dos,  pueden saber  y reconocer  si hay esperanzas  de rescatar  el amor de pareja,  sin interferencia  de  terceras personas  (a no ser, contando tal vez,  con  un consejero  matrimonial  que sea lo  suficientemente   profesional y  objetivo), y  poniendo ambos un gran  esfuerzo  y  preguntándose  cada  uno,  si  aún queda  amor de  ambas partes. 

          Es por eso, amiga, que siempre  debemos ofrecer  nuestro  oído y  nuestra amistad  a  los que  así  sufren,  sin olvidar  aquel   viejo adagio  o  refrán,  "entre marido y mujer, nadie se debe meter."...  Sólo  ellos dos,  en una pareja,  fabricarán  su  Cielo o  su  Infierno.










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