Saturday, March 25, 2017

UNA HISTORIA QUE NO ES DE HADAS PERO QUE TIENE MAGIA (una historia en Costa Rica)



UNA HISTORIA QUE NO ES DE HADAS PERO QUE TIENE MAGIA  (una historia en Costa Rica)
Xiomara J. Pages
Marzo 25, 2017


Ayer  pasé  todo el dia con mi amiga que visita de Costa Rica, Maria Cecilia González... Ella vino a través de la Pastoral Católica ha recibir un retiro de Emaús en una parroquia cercana a mi casa, y por supuesto se hospedan en el local católico por esos tres dias. Como nos conocemos desde hace mucho, aprovechamos la estadía para que la extendiera y se quedara unos días extra en mi casa hasta el 6 de Abril.   Llegó el Jueves, Marzo 23,  nos pusimos al dia, pues hacia mucho no sabia de los detalles de todos ellos...y esa noche nos acostamos pasadas las 2 de la madrugada.   

Como dije anteriormente Ceci (asi la llamamos muchos en su familia) fue mi empleada (criada, sirvienta, como le llamen, pero asi es como las llamamos en Costa Rica, empleada)...pero creció una linda amistad con ella..y el resto de sus familiares....Tiene un corazón bueno y noble, como la mayoria de su familia a la que he conocido desde 1976  cuando yo vivía en ese pais..
Al estar lejos de los mios de sangre, pues me casé y mi Ex esposo estudiaba  en ese pais...y me fui con el los primeros tres años de mi matrimonio a vivir en Costa Rica.... la familia Gonzalez Arguedas se convirtio' en mi familia...


Doña Otilia y Don Manuel (los padres.Ya Don Manuel falleció).. han sido el centro de todos sus hijos y nietos... Poco a poco  con nuestros consejos, fueron comprando tierras y construyendo sus casitas (que ellos mismos confeccionan) y hoy dia viven más cerca del centro, y entre tantos hijos se toman más de una manzana solo de esa familia.


Maria Cecilia tenía novio cuando vino a trabajar a casa como empleada,  y al final de 1976, no solo la casamos con ese  hijo de una famiila de más recursos en Atenas, pueblo de la Provincia de Alajuela, donde fue mi Ex a hacer su servicio rural  antes de regresar a EEUU, sino que ambos fuimos los padrinos de la boda. Le diseñe' el traje de novia que una cuñada le cosió.. Le hice el ramo de flores, mi hermana envio' desde Miami, el velo que también mi hermana y yo habiamos usado antes en nuestras bodas...mis padres enviaron trajes de tornaboda, y mis suegros, los ropones de noche y pantuflas...Le hicimos una fiesta bella y sencilla  en el pueblito con todas las familias y amistades, mi Ex y yo pagamos la estadía en un  hotel de la capital, y les regalamos dinero para irse de luna de miel a Canteras otro pueblo cercano a Atenas, que se iba por tren...Alli vivieron un tiempo también y les visitamos...


 
Para mi Ex (padre de mis tres hijos) y para mi fueron y son una verdadera familia.   Doña Otilila había  tenido 19 partos y tenía 20 hijos (pues tuvo  un par de gemelas)...Luego se adicionaron los cuñados y cuñadas, los sobrinos, etc.   Un  bebito murió al nacer sietemesino, y otro murió también.  Con el tiempo moriría la mayor Lucina a quien le llamábamos cariñosamente "Lucha" y de la cual hablaré un poco más adelante.

 Les ayudamos con gastos de escuelas para sus hermanos, les dimos regalos de Navidad a los más chicos...que siempre los recibían con una humildad y una gratitud increíbles....Doña Otilia me remendaba ropa, me cosía vestidos y piezas de vestir, me traia deliciosos platillos y cakes horneados por ella...entre carbones y piedras... Pues deben saber que en "el bajo" después de recorrer montañas, se llegaba a la choza donde vivian todos, con mucho amor...sin electricidad, un piso de tierra apisonado que se barria con escobas de palmiche, y apenas una recien instalada letrina al fondo del patio.


Se iluminaban con lo que ellos lllaman "canfineras" que eran como las lamparitas de luzbrillante en Cuba...Me siento orgullosa de que muchas veces compartí con personas más adineradas y queridas en el Teatro Nacional en una Opera u Obra Teatral en el palco del Vice Presidente de la República, pues su hija estudiaba medicina junto al padre de mis hijos, y yo llevaba puesto sin que nadie supiera uno de los diseños elaborados por Doña Otilia..

Muchas veces los más chicos, los  "guilas" "carajillos" "chiquillos" "guilillas" como les llaman allá a los niños ..que eran como siete u ocho, venían a almorzar a mi casa después de salir de la escuela, antes de seguir la caminata por las montañas con el estómago vacío  hasta  llegar a  su choza.  En las noches venían los hermanos mayores a compartir con mi esposo, que les hablaba de historia, de geografía y ambos les dimos consejos de cómo progresar todos juntos siendo tantos hermanos, y ellos atentamente siguieron esas guías y lograron todo lo que han logrado.  Yo en las tardes, después de cada una de las muchachas mayores terminaban su trabajo doméstico en diferentes casas del pueblo, la del Alcalde, la Casa Cural, la del Carnicero, la de Maestros, y otros personajes de mejor posición social y económica,  las reunía conmigo en casa, y les enseñaba de cómo poner la mesa, que cubiertos, vasos, utensilios, para que lograran asi tener mejores posiciones en hogares donde les pudieran pagar más. 


A veces también les enseñé palabritas y frases en Inglés, les enseñaba cosas de cultura, de arte, de historia y geografía también.   En ocasiones se quedaban todas a dormir en casa, para no ir caminando hasta las montañas y regresar temprano al siguiente día a trabajar.   Me dediqué no solo a esta familia sino a ayudar a muchas otras pobres comprándoles carne y huesos para sopa, y regalando ropa y demás, incluso con las monjas en el asilo por las montañas, y mi Ex pudo vacunar a muchos, implementar reglas higiénicas, regalar hasta medicinas, arreglar la ambulancia del pueblo, y yo iba a visitar ancianos y orar con ellos sus novenas..  Fueron tiempos que jamás olvidaré.

 
Otras veces con permiso de los padres, nos llevamos a varios de los chicos a la capital, a tomar helados, comer cosas que no conocían, y yo con apenas 26 años me sentía madre de aquellos siete u ocho chiquillos que reían de felicidad.   Y hacia fiestas en casa para los niños de la familia, sobre todo el Dia del Niño que los ticos lo celebran el 9 de Septiembre, y les hacia piñatas y  teatro de títeres... Ellos preferian mis fiestas incluso mas que las del colegio.   

En otra ocasión, hicimos una rifa entre las mayores que trabajaban de empleadas  para llevarlas en un viaje con nosotros a Panamá.  Fue la ganadora Lucina,  a quienes todos le llamábamos  'Lucha."   Le compré ropa, zapatos, maletín, le hicimos todo un tratado de belleza, le corté el pelo, le compré maquillajes, etc. Primera vez en un avión, se sentía como la muchacha del cuento que yo le hacía me comentaba.  Luego en su propio cuarto con teléfono y todo, se sentía una princesa.    Ella se había dedicado a cuidar, asistir a su madre en el cuidado de  tantos hermanos , para ellos era una segunda madre, y nunca se casó.   Por so me alegré tanto que ella fuera la ganadora.  Trabajaba en la Casa Cural, y hasta iba de viaje  después  con los sacerdotes que la llevaban  de empleada con ellos,  a su pais en España y nos contaba lo mucho que la querían y lo buena que era la madre del Padre Luis...  En uno de esos viajes, Lucha se sintió mal, y la llevaron al médico.  Ya luego no pudo viajar más ni trabajar, Lucha moría de Leucemia.



Para nosotros fue una verdadera misión, un apostolado acercarnos  con tanto amor a toda esta familia, la cual nos retribuyó con creces ese  amor y amistad.


Les llevamos en una ocasión a todos a un parque llamado "El Bosque Encantado" cerca de Atenas, y tuvimos que alquilar un ómnibus para llevarlos a todos. A la entrada no dejaban que entrara Don Manuel, pues era un campesino que no usaba zapatos, pero mi esposo entonces, habló como el único médico que tenian en ese momento por la región y lo dejaron pasar. Los muchachos y toda la familia se divirtieron de lo lindo.  Nunca olvidare' ese día..  


 


Cuando mi Ex esposo y yo regresamos a Miami a fines de 1976, nunca dejamos de estar en contacto con todos ellos... A través del teléfono y cartas.  Más tarde, las redes sociales como es natural, pero desde entonces  Cecilia ha venido a visitarnos invitada por nosotros en tres ocasiones, y uno de sus hermanos Rigo con la esposa Nidia, y en otra ocasión Rigo con su hermano Jose Angel, y en una temporada de vacaciones, dos de los sobrinos mayores,  hijos de su hermano Rigo:  Maria Angélica y Francisco José, pasaron un montón de días  en casa compartiendo con mis propios hijos.



También hemos vuelto de visita a compartir con ellos allá y mis hijos pudieron conocer la tierra donde sus padres pasaron los primeros años de casados.  Luego de publicar mis libros, he ido a dar conferencias y hacer presentaciones,  ha sido mi amiga Maria Cecilia mi mano derecha en estos planes en el pasado.    Hoy, ya las dos estamos divorciadas, pero la alegria de vernos y reunirnos siempre es fresca como cuando nos conocimos.  Asi deben ser las verdaderas amistades, llenas de lealtad y de generosidad, con sencillez pero con la profundidad de almas llenas de Dios.  Y mis hijos, conocieron a esta familia tan especial, en viajes a su tierra y en recibirlos aqui en Miami y compartir con ellos,  que no por ser humildes han dejado de ser gigantes con el corazón, porque su amor y su lealtad no tienen comparación con lo que vemos a veces en países más progresistas.  Ellos viven con su Dios en el corazón, y en un pueblito, con el mejor clima del mundo: Atenas de Costa Rica, un valle entre montañas, donde la puerta de cada casita, tiene una cruz, la cruz de Nuestro Salvador.


Maria Cecilia se sentó en la mañana de ayer viernes, a explicarme mientras yo escribía y tomaba notas, de cada uno de sus 17 hermanos, de cada uno de sus hijos, sus nietos....los que han estudiado y se han graduado de médicos, abogados, empresarios, buenos trabajos y oficios, y algunos como sus propios hijios que han estado viviendo en ciudades de Estados Unidos, y me maravillaba de que alguna vez aquellas tertulias en casa dieron frutos, que nuestros consejos fueron escuchados y que a pesar de todo eso, siguen siendo sencillos y humildes agradeciendo a Dios sin olvidar sus comienzos en aquella choza de piso de tierra, sin electriciad ni letrina al principio.   Aquellos "guilas"  crecieron, y algunos  ya son  abuelos, y no lo podía creer,  ¿ a dónde se fue el tiempo?




Yo temía tanto irme a vivir a Centro América cuando me casé, y fue una de las experiencias  más lindas  que he tenido en mi vida.  Si antes era humilde y bondadosa, con ellos aprendí a serlo mucho más, y a bendecir los alimentos en la mesa, y a hacer la señal de la cruz antes de arrancar  y partir en un auto como hacen los costarricenses, que son un pueblo humilde, algunos los califican de "rural" pero que están muy llenos de Dios. 

Podría seguir contando, pero sería material para continuar en otra... Pero no duden, que las historias de magia se dán hasta en los lugares más sencillos del planeta.  


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