LOS
MILAGROS EXISTEN EN EL PATIO DEL
AMOR
Xiomara J. Pages
Sept. 16, 2014
Amigos,
nada como ayudar y amar al prójimo...Anoche me acosté orando por tantos
enfermitos...y hoy recibí una GRAN
sorpresa....Estos son los Milagros que ocurren, o comienzan a ocurrir cuando es
algo vinculado con mi hija enferma Sandra....El
Domingo, Sept. 21, 2014 a las
6:00 pm. en The Place 833 SW 29 Avenue,
tomará lugar un Concierto organizado para mi hija Sandra, por la
productora Deborah Luna y el cantante Anthony El Angel Trovador... y son varias
y seguirán ocurriendo más de las llamadas "coincidencias" antes, durante y después de este Concierto
para Sandra, e incluyo a todos esos que
han colaborado de la forma que sea para que se realice, pues ellos mismos verán
la lluvia de bendiciones que Dios permite
por ese amor a mi hija.
Estoy
convencida que Sandra es un ángel que
Dios me ha prestado y que trae su misión...y sus bendiciones...Con ella muchas
veces, ORO al lado de su cama, pidiendo por muchos de ustedes...por la razón
que sea que me pidan oraciones, o las que yo ofrezco por saber de sus situaciones y dificultades.... Hoy fue
uno de esos milagros...Verán:
En Marzo,
1996, salió la primera edición de mi
libro dedicado a mi hija Sandra, "Mi
Cruz Llena de Rosas (Cartas a Sandra mi Hija Enferma)"... publicado
por Ediciones Universal en Miami, de la familia de Juan Manuel SALVAT, al igual
que otros libros que le sieguieron después,
que para mí fue un gran
privilegio. Me dí a la tarea de
enviar ese libro a
Bibliotecas de Miami, a la Biblioteca
Nacional de Cuba, y las muchas
Bibliotecas Independientes dentro de la isla.
También lo envié a varias casas
de familiares allá en mi tierra natal.
Un
día recibí una carta por correos de Cuba,
de alguien que yo no conocía. Era una
madre con una hija enferma, y me explicaba cómo llegó el
libro a sus manos. Ella tenía
una hija enferma, CIEGA, se llamaba Sandra como mi
hija y le gustaban mucho los chocolates, razón
por la que una tía en Miami
le enviaba dólares para poder
comprarle en las tiendas para turistas en La Habana, los deliciosos chocolates a la enfermita.
Esa
tía, era enfermera, y en una ocasión vino a atender a mi hija enferma en casa (Años
más tarde, supe que era su tía, por otra
situación que les contaré más adelante).
Rosa Nápoles, que así se llama esta madre de la
hijita ciega y enferma, visitó como de
costumbre aquel local y fue a pagar los chocolates a la cajera. Allí sobre el mostrador, vió mi libro.
Le suplicó a la cajera que se lo prestara, pues ella tenía
también una hija enferma y ciega,
y se llamaba Sandra como la mía, el título del libro la había estremecido. La
cajera explicó que un familiar de la
autora se lo había prestado y no podía dejarlo
ir de allí, pero en cambio le ofrecía sentarse en algún rincón de la tienda, y leerlo antes de irse, ya que el
libro no era extenso, sino una
recopilación de cartas escritas por la madre
a su hija enferma.
Cuando publiqué ese libro
(y he continuado haciéndolo en todos)
agregué mi nombre, un apartado postal, E-mails y Teléfono
para que las personas que así lo deseen,
puedan contactarme. Así fue como Rosa Nápoles me escribió aquella carta
que desde entonces nos unió para siempre como hermanas, madres de hijas enfermas, cada una
en una orilla diferente del Estrecho de la Florida, comunicándonos por un E-mail cuando se ha
podido, o una llamada corta de vez en cuando... Comenzaron a llegarle mis
paquetes no sólo de chocolates, sino de pañales y otras necesidades para su Sandrita.
El amor de amigas fue creciendo, aún sin conocernos personalmente, cuando cada Septiembre 18, Rosa llamaba para felicitar a mi Sandrita
en
el día de su cumpleaños, o para darme las gracias por algo
recibido. Otras veces me llamaba para
contarme sus cuitas y situaciones familiares, siempre buscando en mí el consejo y el apoyo de una hermana. He tratado de no fallarle nunca. Al
mismo tiempo, yo comencé a recibir a menudo sus cartas por correo, y sus postales o videos, y dibujos y carticas de su otra hijita sana, por un día de las madres o Navidad. Comenzamos a llamarnos, "Tía Xiomara" y "Tía Rosa" cuando hablábamos de nuestros hijos.
Un
día la llamada de Rosa para mi Sandrita no llegó
a tiempo como cada 18 de Septiembre,
desde 1996. Me
extrañó la falta, y estaba
preocupada. Al cabo de unos meses, recibía una llamada de Rosa.....Su Sandrita había muerto, tiempo después
de habérsele hecho una Traqueotomía.
Han
pasado 18 años, y seguimos comunicándonos... a veces por teléfono o por
una carta, no sólo enviada por correo
sino traída a Miami, por algún
visitante desde Cuba. Siempre
ambas añorando el día
que Dios nos concediera conocernos en persona para darnos un abrazo físico, porque
nuestras almas se habían abrazado desde mucho
antes. Ese día es algo difícil y lejano,
siempre lo pensamos, aunque oramos para ese momento. Para
Dios no hay imposibles.
Y justo hoy,
esta mañana recibí una llamada de Rosa.
Me pareció que se había adelantado al día
18 de este mes, que será
el cumpleaños de Sandra, pero llorando de alegría me decía
que estaba de visita en Miami con su madre, y que
asistiría a este Concierto para Sandra el Domingo, Septiembre 21. Mis lágrimas
comenzaron a rodar de emoción. El
Sueño de dos madres con hijas enfermas llamadas Sandra,
se convertiría en realidad,
y en este bendecido Concierto, nos conoceremos al fin
y nos unirá un abrazo físico, pero tan eterno como
todas las cosas de Dios, porque los milagros existen en el patio del amor.
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