Monday, March 3, 2014

Dios se nos manifiesta de alguna forma ... de Xiomara J. Pages


Dios se nos manifiesta de alguna forma

de Xiomara J. Pages
Marzo 3, 2014


Anoche iba camino a casa, y aunque estoy cuidando mucho lo que como, y a  qué  horas,  tratando de hacer ejercicios, para bajar de peso, y mantener buena salud, sentí  hambre.  Por lo que me dije, debo comer algo antes de llegar a casa.

            Ando en un proyecto, para generar un poco de  dinero, trabajando  desde casa, y a la vez, es un  lindo  equipo de trabajo, en una compañia que hasta ahora,  luego  de haberla investigado,  ir a presentaciones y buscar todo tipo de información y conocer a otras personas  en ella,  personas como yo, que luchan  cada día,  la  encuentro como  la más honesta y adecuada para mi situación,  pues no es  enfocada  en grandes  compras como muchas otras de multi-niveles, sino  en membresía,  lo cual  ayudará a todos.. no sólo a los que están arriba y sus productos de consumo son muy naturales y buenos  (ya dije que si quieren conocer más  sobre esto, me  pueden  llamar  (305) 283-4979, pues saben  que no apoyo, ni  recomiendo lo que no pueda respaldar  con mi palabra y acciones).

            Pues bien, sentí hambre, eran más de las 8 de la noche...pensé irme  a Town and Country  al  'Casavana' Restaurant  pero  me encontré  sin darme cuenta en Coral Way y la 137 Avenue... Ahi distinguí el conocido  "Islas Canarias"...entré  al restaurant y me  senté solita, meditando en tantas cosas que vivo y planeo...No llamé a nadie por teléfono, como hago en ocasiones, sino  simplemente sentada, pedí un aperitivo con camarones, un Té  frío y agua..... nada más...Estaba sentada en un booth,  y en silencio,  pidiendo  a Dios una señal, una bendición a mi nuevo proyecto, que me diera esperanzas en medio de esta crisis tan difícil que llevo viviendo  ya por casi dos años.

            A  mi lado dos mesas muy cerca...En una, una madre con su hijo ya hombre como de unos 35 o 40  años;  en la otra una joven  señora un poco más madura, junto al  que deduje fuera su padre, un señor muy mayor.   Cuando le trajeron la comida al hijo y su madre,  los  vi  cerrar  los ojos, unir  las manos y bajar un poco la cabeza.   El hijo decía en voz baja la oración...algo que alcancé escuchar..."Jesús...bendice estos alimentos y todo lo  que recibimos de tu bondad, cuando tantos escasean de..." .....y  así  continuaba diciendo, hasta terminar con ambos con una señal de la cruz. 

            Les comenté desde mi mesa, lo bonito que era ver quien era agradecido con Dios, cuando el mundo y la sociedad  le dan la espalda...y luego se preguntan por qué  el mundo está  como está...no?...Eso hizo que la señora de más allá junto a su padre, comentara también desde su mesa.   Fue una conversación sobre los acontecimientos en Venezuela, en Ukraine, la falta de libertad,  ética, y buena educación  en la sociedad,  los cambios que vemos en el país americano, y tantas cosas por el mundo.   Vino el tema de Dios, de la película portuguesa  que exhiben en los  cines este fin de semana, "Son of God" (Hijo de Dios) sobre la vida de Jesús precisamente.  Les dí mi tarjetica como acostumbro,  siempre que me encuentro  y hago contacto con alguien en la calle.

            De pronto, la señora que comía junto a su padre, me dijo..."Yo  a usted la miraba y me parecía  conocida su cara, ahora recuerdo quién es...Usted y yo nos conocimos, hace ya mucho tiempo, en una casa de  familia,  en un grupo de oración,  de  Religiosas Terciarias,   junto al Santísimo  Sacramento, oramos de rodillas"... Lo recordé claramente.... (efectivamente hacía más de 11 años ... yo estaba recién  divorciada, y  fui  con  una amiga venezolana, aquella  noche cuando asistimos a ese  grupo católico).   La  señora continuó,  "usted tiene una hija enferma y escribió un libro sobre ella, la he visto en la tele,   y esa noche oramos por su hija, pues la había tenido en el hospital...Ella, su hijita,  vive aún?" ...Le dije que sí...que Sandrita aún vivía y seguía conmigo... que  yo seguía escribiendo, presentando y vendiendo mis libros,  dando conferencias, celebrando tertulias culturales  y artísticas mensualmente....aunque mi vida ha cambiado mucho desde que ella me conoció.

            La pareja del hijo y la madre en la otra mesa, mostraron admiración al escuchar la historia, y nos revelaron que  ellos  pertenecían  a la Iglesia del Rey Jesús, del Pastor Guillermo Maldonado.  Todos sonriendo estuvimos de acuerdo, que aquel encuentro  solo fue propiciado por Dios, y que todos éramos hermanos  bajo el mismo,  nuestro Dios y  Cristo.   El joven corpulento  sonrió  una vez más y me miró fijamente.   Me dijo que ahora  era  un  entrenador de ejercicios, y que servía a Dios en esa iglesia,  porque cuando lo había perdido todo, material y emocionalmente a causa de las drogas, alguien lo llevo allí  a donde ese pastor, y su vida cambió radicalmente.   Hoy es motivador, y aleja  a muchos de una vida que les puede destruir su vida y su familia.

            Entre los testimonios,  se me acercó  sonriendo mi mesera, y junto a  ella,  venía el mesero que atendió  las otras dos mesas.  Este último me informaba que mi cuenta había  sido pagada  ya  por el joven entrenador.  Recordé  que ya una vez una señora  que alcanzó  a escuchar mi caso del Medicaid con mi hija Sandra en la oficina de Children and Family, me pagó  el desayuno ese día al encontrarnos en la misma cafetería cerca del lugar.     Soy dichosa, me dije, pues siempre me encuentro con  personas  que me dan  así,  sin conocerme.... Por eso siempre tengo fe en Dios y en la humanidad, a pesar de todo.

            Les agradecí  a  estas personas  sus amabilidades,  sus palabras,  y curiosamente  nos abrazamos todos,  de una manera  efusiva,   como  no se abrazan  a los  que más cerca tenemos en la familia muchas veces.    Quedamos en llamarnos, chequear  el sitio web,  enviarnos e-mails, según las nuevas  tecnologías, jajaja.. .pero ya en  el  estacionamiento, el joven entrenador  se dirigió  a mí y me dijo convincente,   "Eres una persona llena de  mucho amor y tienes mucho  agradecimiento en tu corazón, eso lo puedo ver, y Dios ve todo lo que te sucede, y pronto, muy pronto,  se te abrirán  nuevas  puertas,  y verás que todo mejorará en tu vida.  Yo lo veo, amiga, yo lo puedo ver."

            La Señora con el padre quedó  dentro aún en el  restaurant ayudando a su ancianito.   El joven y  su madre se alejaron hacia su carro con un  "Dios te bendiga, hermana",  y yo  me dirigí  al  mío unos pasos más adelante.  Me senté  un rato dentro del auto antes de partir ... estaba emocionada.  "Gracias Dios mío, por darme siempre señales de que vas conmigo en el camino..que aunque aún no vea la luz al final del túnel, la luz está ahí  esperando por mí.......y que te reconocí  como los apóstoles en el Camino de Emaús......'al partir el pan.' ..."

Click/pulsa:
http://www.youtube.com/watch?v=1OJGfqKOm3o

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