NADIE MERECE UNA ENFERMEDAD
sobre SIDA/AIDS
(hoy Diciembre 1, 2013, Día de concientizar sobre el SIDA)
de
Xiomara J. Pages
Recuerdo
que cuando la sociedad comenzó a escuchar sobre esta
enfermedad, traída desde el Africa, por allá por el 1981, era
aún más crudo el estigma del SIDA / AIDS (http://es.wikipedia.org/wiki/Sida)
Poco se conocía, había mucha ignorancia, y los pobres enfermos eran rechazados, como si fueran leprosos, y en
muchos casos insultados.
Tuve
un buen amigo que tenía el Sida y no lo podía decir en el trabajo, ya que las
leyes laborales no les protegían. Lo quise mucho y murió. Fui yo quien se lo descubrí, al verlo
adelgazar velozmente, y al preguntarle si estaba enfermo, me dijo
la verdad, prometiéndole guardar el
secreto.
Cuando
le pregunté si sus padres lo sabían, me confesó
que ellos se habían alejado, al saber que era homosexual (Gay). Le pedí que al menos hablara con su madre, que le
diera una última oportunidad. Semanas
después me contó alegremente que se habían re-encontrado él y sus padres, y ahora ellos lo ayudaban y atendían.
En
1994, yo tuve una cirugía, y días después tuve que ingresar de nuevo en
el hospital, en vísperas de muerte con
un Embolismo Pulmonar (líquido y
coágulos en el pulmón), durante
10 días. Estuve luego, a base de
anti-coagulantes, terapias respiratorias,
y sin poder volar en aviones,
ni recibir clases de canto por más de un año.
Mis compañeros de trabajo venían a verme, pero nadie se atrevía a responder a mi pregunta de cómo estaba mi
amigo enfermo de
Sida.
Al
regresar de nuevo al trabajo en la
Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, donde yo trabajé por mucho tiempo, ya habían pasado casi tres meses, y cuando fui a su oficina a preguntar por mi amigo, me enteré bruscamente, que había fallecido meses atrás. Fue un
dolor inmnenso, pues recordé al amigo, cuando conversábamos tanto, compartíamos
sobre libros, filosofía, temas de la vida, hablamos del Arte y
de todo tipo de culturas, que de pronto me sentí desmayar, me ahogaron las lágrimas y me tuvieron que
sentar y traer agua. Por él había regresado a estudiar por la noche y
terminé mis cursos de Periodismo. Con él asistí a verle actuar, en obras teatrales del grupo Prometeo
del Miami-Dade con María Teresa Rojas...
Esa
misma noche, le escribí una carta de despedida al amigo
que nunca podría leerla, pero que yo necesitaba escribirle. Una carta al amigo que murió, cuando
yo misma luchaba en esos días con la muerte en
un hospital. Sólo que él ya no estaba allí para conversar conmigo. Se la
envié a sus padres, y un tiempo después me llamó su madre, para darme las gracias por haberla escrito, y por
haber sido tan buena amiga de su hijo. Ella
sabía de mi insistencia en que él
hablara con ellos y les contara de su enfermedad.
Semanas
después, me llamó un
joven, que también había leído la carta, sollozaba mientras me agradecía
la amistad con aquel mutuo amigo, amistad
de la cual él conocía bien, ya que ellos
mucho hablaron de mí. La
madre de mi amigo le había hecho llegar
mi carta. El también sufrٌía de Sida e iba a morir. Fue la
pareja de mi amigo.
Decidí no unirme al grupo de los que rechazan, juzgan o condenan, puede que no piense o sienta totalmente como ellos, pero no puedo ser enemiga de la raza humana, que Dios creó. Descubrí cuánto error había en menospreciar a cualquier otro ser humano, sea por la causa que sea. Me dí a la tarea de visitar niñitos y madres, jóvenes, enfermos de Sida en hospitales y clínicas en Miami. NO era una enfermedad de unos cuantos, no sólo de Gays; no era un castigo por pecados, era una enfermedad de HUMANOS, y los humanos fueron creados por Dios. ¿Cómo puedo amar a Dios que no veo, despreciando al hermano que sí puedo ver y tocar? ( 1 Juan 4:20-21)
La
Iglesia Católica, ésa que muchos critican tan fuertemente, aún con
sus virtudes y sus defectos, fue
una de las primeras en crear una clínica para atender drogadictos y enfermos
del Sida en esta ciudad de Miami, y se le llamó: GÉNESIS. Allí conocí a una
monja, la hermana Edita Rojo (años después supe en
Facebook, que Edita se
retiró en España, y que es
cuñada de una prima de mi padre, que reside en Australia. Maravillas de la tecnología que nos
hacen ver lo pequeño
que es el mundo!! no?).
Yo
donaba ayuda monetaria
anualmente a ese grupo católico GÉNESIS, pero además, les ofrecía mis
visitas y mi apoyo espiritual. Cada semana o cada cierto tiempo, me asignaban
los teléfonos de varios
enfermos ya desahuciados. No puedo mencionar sus nombres, pues
era una información que me daban
confidencialmente. Algunos de estos jóvenes
enfermos venían de familias muy conocidas en los círculos de Miami, pero
habían sido rechazados por sus seres queridos, por el
bochorno, el estigma de la enfermedad y el
homosexualismo. Esto era duro de entender, porque para mí un
hijo, siempre es un hijo.
Cada
mañana antes de comenzar
mi labor del día, y después
de llevar mis hijos a la escuela, y mi hija enferma a casa de mi madre donde le recogía el ómnibus para sus terapias
especiales; yo me apresuraba y llegaba un poco más temprano a la oficina, para poder
llamar a estos dos o
tres jóvenes que me eran
asignados . Les leía un pasaje corto de la Biblia, una frase, y les hacía una
reflexión, asegurándoles mi amor
cristiano y el amor de Dios. Hubo
días que nadie respondía al teléfono
o estaba desconectado. Eso indicaba que el
paciente ya había fallecido. Entonces
me asignaban otro teléfono, y así estuve haciéndolo por algún tiempo.
A la vez, por esa época, visitaba
ancianos solitarios y pobres, del grupo de San Vicente de Paul también de la Arquidiócesis Católica de esta ciudad, y les conseguía
alimentos (groceries) y medicinas, y en ocasiones, ayudé a limpiar
sus hogares a los más
discapacitados. A estos últimos, en ocasiones, mis hijos me acompañaron en la visita, ya que íbamos a "visitar a un abuelito
o abuelita."
Tenía
una compañera de trabajo, a la cual
quise mucho, y uno
de sus tres hijos era Gay
y también falleció de Sida.
Los que han leído mi primer libro, "Mi Cruz llena de Rosas" verán
una carta que dice, "Sandra le escribe a una madre que perdió a su hijo" Ahí me
refiero a esta madre.
Poco
antes de todo esto, Hollywood sacó una de las primeras películas sobre el Sida, y el
Homosexualismo, fue Philadelphia en 1993, con Tom Hanks and Denzel Washington. Pero
yo ví mucho más de cerca el dolor de ésa, mi
amiga, cuando su hijo moría de la forma más cruel, pues es una muerte terrible. Luego siguió la incansable y encomiable labor de la actriz americana Elizabeth (Liz) Taylor.
Ningún
ser humano merece padecer una
enfermedad, y menos una muerte tan horrenda. De las enfermedades y de las penas, aprendemos mucho y eso nos pule si sabemos sacar lo mejor de las circumstancias, pero no juguemos a Dios, diciendo que la enfermedad es Voluntad de Dios. Somos humanos, todos somos hijos de Dios. Alguien dentro de esa Iglesia Católica, y
dentro del grupo GÉNESIS, me dijo algo, basado en una conversación de Jesús con Juan,
su discípulo favorito, y que jamás olvidaré:
"Intransigencia con el pecado, pero siempre, SIEMPRE,
MISERICORDIA con el pecador."
la monja Edita Rojo, era administradora de Genesis, y era medico ademas.....y otra prima de mi padre, tamiben trabajo alli como Nursing Assistant y House Manager... asi que conozco de cerca todo lo bueno que hizo la iglesia en favor de los enfermos del SIDA...ya que solo se habla de los defectos de la Iglesia, pero como toda organizacion humana..., es preciso hablar de las virtudes tambien...
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