"...HOY TENGO A CUBA EN EL CUERPO..." (*)
Xiomara J. Pages
Octubre 2, 2014
Era un día alegre y triste a la vez, como lo es hoy al recordarlo:
Sí...el tan esperado día, desde 1962... cuando quedamos sin poder viajar, con pasaportes y Visas Waivers listos para
marchar, y frustrados, al romper relaciones los dos países: Cuba y Estados Unidos. Finalmente había llegado el día, nos
marchábamos de la tierra natal, de la Cuba Comunista para exiliarnos, mis padres, mi única hermanita de 17 y yo aún
de 18, en los Estados Unidos de
América...
Acá llegamos un
2 de Octubre, 1968.
Era la tarde de Septiembre 30, 1968...un hermano de mi madre (Tío Julio) nos llevaba en su auto, con unas maletas
chicas, que contenían apenas dos mudas
de ropa y lo puesto, era todo lo que permitían. Sin dinero, sin otros papeles que un
pasaporte cubano marcado
NULO (aún lo conservo). Las lágrimas no nos dejaban ver a lo lejos a
las abuelas, los familiares, vecinos y amigos que iban quedando atrás llorando,
parados en la acera de la
casa donde ya no viviríamos, ni veríamos más.
Mi madre llevaba un sobre con muchas fotos de nuestra niñez, y
de su noviazgo y matrimonio con mi padre, fotos todas de un pasado, que a los comunistas, les molestaba
verlas, y rompieron algunas
de ellas, algo que era
irremplazable.
Nos
humillaron verbalmente todo lo que
quisieron, para ellos, éramos los
"gusanos" ...los "contrarrevolucionarios" ... los
"apátridas" ... y un sin fin
de nombretes de la jerga comunista..... Nos pusieron una vacuna
que no era necesaria con tal fuerza, que parecía que nos agredían en vez de vacunarnos.... Nos registraron íntimamente, mi madre les decía a las milicianas, "Mis
hijas, son señoritas, son vírgenes.."
Ellas reían burlonas, pero al
menos respetaron un poco
la timidez de mi hermana y la
mía.
Yo había
cosido la ropa que traíamos puesta mi madre,
mi hermana y yo.. el sobretodo o abrigos de paño que llevábamos, los había
confeccionado con la ayuda de una prima
costurera y sastre, Delia. Para alcanzar la tela de paño fueron dos noches enteras de
madrugada en cola frente a la tienda, con una libreta
de abastecimiento donde
lo anotaban todo, pero sólo alcanzamos a la de color rojo y rosado. Mi madre llevaba el sobretodo rojo, y mi
hermana y yo, los rosados. Aunque no combinaba con mucho, al menos tendríamos
un abrigo para seguir a New
York, donde una prima (Elisa) que vivía en el
Bronx, nos había reclamado.
Supuestamente volaríamos hacia Miami en la mañana del 1ro. de Octubre, pero siempre ponían
personas de más en la lista, por si alguna no podía viajar por algún problema de papeles, equivocaciones en nombres
y datos, etc. Hablaban d e que mi nombre
estaba mal escrito o algo por el estilo, o que faltaba mi segundo nombre. Mi
madre insistía en que nos iríamos juntos
los cuatro, o ninguno saldría. Mi
padre la calmaba diciéndole que así
sería pero que no
dependía de nosotros, sino de ésos que se adueñaron del destino de Cuba. Ese día,
no salimos, nos quedamos
desconsoloados en el salón,
viendo partir el avión.
Un ómnibus
nos vino a recoger a varias familias . Nos
vendaron los ojos antes de montar para
que no viéramos a dónde nos llevaban. Se
detuvieron frente a dos casas cerca la una de la otra, y no muy lejos del aeropuerto de Matanzas (el Laguito, le llamaban). Nos hicieron quitar las vendas antes de
bajar. Luego, nos separaron, los hombres
irían a una casa y las mujeres y
niños a otra. Allí pasaríamos la noche, con mucho malestar y fiebre de las vacunas, y poca comida que nos dieron, hasta que nos vinieran a recoger a la mañana
siguiente para salir.
Durante la
madrugada nos despertaron unos disparos
de anti aéreas. Mi madre se asustó, no
sabía lo que pasaba. Por una ventana
gritó, "¿Luis, Luis, estás
bien?" ...Papi respondió desde la ventana de la otra casa..."Tranquilas, estoy bien." Los militares armados
que rondaban y cuidaban el área, nos
mandaron a callar de mal modo a todos, mostrando sus rifles frente a las
ventanas, y ordenando que
no comentáramos nada de lo
escuchado, si no queríamos perder la salida del país.
Al fin los
nervios y el cansancio, me rindieron, mi hermana estaba dormida a mi lado, febril como yo, e incómoda, pues hacía poco le
habían quitado el yeso de una pierna , por una caída del camión donde
nos llevaban como ganado, a
trabajar forzado en campos de
concentración, por querer irnos del pais.. Mi
madre no durmió en toda la noche, tampoco mi padre.
A la mañana
siguiente, los militares nos despertaron
a gritos dando órdenes, para alistarnos en una carrera, apenas enjuagándonos los ojos y la boca. Nos dieron un trozo de pan y algo que parecía ser café, no lo recuerdo. No había tiempo para arreglarse mucho, ni para
cepillarse ni mucho más.... De nuevo las vendas en los ojos, para montar
el ómnibus que de nuevo
nos condujo al aeropuerto.
Sentados impacientes en
aquella sala de espera, y
rogando a Dios en silencio... vimos llegar a los americanos desde el avión, rubios, altos, hablando Inglés, que nos pareció
canto de ángeles. Nos llamaron por una lista, y fue mágico escuchar nuestros nombres claramente con ese acento anglo.
Pero no podíamos sonreír, la alegría había que esconderla, todo se conducía con seriedad, aún estábamos en el terreno del enemigo.
Mis padres y
nosotras, los cuatro, caminamos por la pista hacia la escalinata del
avión. Ya habíamos entregado nuestras humildes maletas para Cargo... Mi corazón
latía tan aprisa que parecía salirse del pecho. Mis manos estaban frías del nerviosismo. Finalmente subimos los escalones. Antes de entrar al avión, miré hacia atrás,
divisé los paisajes cubanos que
sospechaba no vería jamás. Lloré
de alegría, pues dejaría atrás
la dictadura, el horror, las
humillaciones, la esclavitud, la escasez...pero lloré de tristeza, me arrancaban de raíz de lo conocido, de mi tierra, mi familia, todo
lo que hasta ese día conocía como algo querido en mi vida.
Nos
sentamos ya dentro del avión, y nos amarramos los cinturones. Permanecimos en silencio, aún los militares
comunistas estaban dentro de aquel avión,
chequeaban a ver si no había alguno que se colara para escaparse de
Cuba....Todavía no éramos libres.
Finalmente, se bajaron los militares, y cerraron
las compuertas del avión... Era la primera vez que
yo viajaba en un avión, el corazón seguía latiendo a prisa.
Mi hermanita me sostuvo la mano.
Todos sonreímos nerviosos, y los cuatro hicimos la señal de la Cruz, estábamos en camino a la libertad, pero en
las Manos de Dios.
Al llegar a Miami, bajamos la escalinata del avión....Nos recibió
un sacerdote católico, y otros cubanos.
No s condujeron a la llamada Casa
de la Libertad cerca del Aeropuerto
de Miami, en un ómnibus, conducido
por un personal vestido de verde olivo , en
el que no confiábamos....¿Estaríamos aún en Cuba?
... Nos tomó tiempo darnos cuenta que ya estábamos en
Miami, pero escuchar el Inglés...ver los
letreros de tantos negocios (recuerdo con que
alegría ví el conocido letrero
en la Cuba de ayer, de la gasolinera
SHELL), nos devolvió la alegría y tranquilidad. De repente, todos comenzamos a aplaudir
dentro del Bus....Ya éramos por fin,
LIBRES, aunque el futuro nos fuera incierto,
sabíamos que sería mucho mejor
que estar en Cuba.
Al entrar en
la Casa de la Libertad, me pareció
que todo olía tan limpio, tan
suave y fresco, todo parecía
bonito, arreglado, organizado.
Las personas que nos recibían eran amables, nos brindaron de comer, ese sandwich
me supo a gloria, con jamón y queso que no comía hacía
tanto tiempo.. Los grupos católicos
nos entregaron unos estuches con productos de higiene, jabón, desodorante,
atomizadores, etc. Mi
madre tomó un desodorante en spray
y se lo puso en el pelo,
equivocada....jajaja...
Nos preguntaron
si continuaríamos para New York.
De ser así, nos
entregarían $ 100.- a cada uno, un abrigo y unas botas pues comenzaba el invierno allí. Mi padre dijo que no aceptaría ningún tipo de ayuda, que esa ayuda la dejaran
para personas más necesitadas
o con niños y ancianos,
pues éramos cuatro adultos y veníamos a trabajar y hacer un nuevo futuro, pero que
preferíamos quedarnos en Miami. A mis padres no les gustaba el frío. Teníamos una tía
en Miami, que había llegado 8 meses
antes que nosotros, y varios amigos de mi padre,
que nos ayudarían. Así fue,
aparecieron amigos de mi padre que
llegaban a menudo a ver las listas con los nombres de los que iban llegando. Nos llevaron a su casa a darnos un baño y a comer. Luego nos quedamos en casa de mi
Tía Alodia. Durante el tiempo que
duraron los Vuelos de la Libertad (como fueron
nombrados por el Presidente Lyndon Johnson), se leían
las listas de pasajeros, por las
primeras estaciones de radio en español, gracias a los cubanos, recuerdo WFAB-
la FABULOSA.... Y fueron muchos los cubanos, que en
espera de sus familiares y amigos, iban
allí a la Casa de la Libertad , a leer
los listados que ponían en las
paredes, a ver si alguien conocido les había llegado. (Esa
Casa, fue luego destruída, pero en su lugar,
hay un muro, con una placa de bronce grabada, donde dice que allí estuvo, La Casa de la Libertad para los Cubanos que llegaban de la isla en
los Vuelos
de la Libertad, cerca del perímetro del aeropuerto de Miami).
Mi padre y mi madre quedaron a dormir en casa de Tía
Alodia (un garage cerrrado y convertido en un Efficiency), y mi hermana y yo quedamos en el apartamento del hijo de Tia Alodia, el primo "Caco" y su esposa boricua, Lidia, una rubia
despampanante que fue muy amable con nosotras dos, y nos
hizo sentir siempre muy bien en su casa.
Mi hermana y
yo sabíamos un Inglés británico
desde Cuba, pues mi padre nos pagó clases
privadas, a escondidas del gobierno
cubano, con un profesor de la raza negra de las Islas Barbados, Mr. Thomas Bailey, quien ya
vivía en el Bronx de New York
y había entablado amistad con mi
prima Elisa en esa ciudad.
Mi hermana Bertica y yo en Miami. 1969
Unos días
después de nuestro arribo, el FBI contactó
a mi padre. Se lo llevaron con los ojos
vendados en un carro.
Luego papi nos contó que lo llevaron a una casa alejada y vacía, le dieron un rico sandwich y soda, y le
hicieron preguntas sobre las antiaéreas que habíamos escuchado en Matanzas, Cuba, la noche antes de
partir. Efectivamente, las antiaéreas cubanas habían detectado un avión americano
volando y le habían tirado. Eso fue lo que escuchamos aquella noche que mi
madre se asustó tanto, pensando que si algo pasaba, o si un ataque americano se producía,
éramos nosotros los que
estábamos para irnos del país, los
primeros en ser eliminados.
Hoy recuerdo
que han pasado 46 años, que mis abuelitas murieron sin poder abrazarlas
de nuevo...que algunos tíos vinieron
de visita con el tiempo, y que otros
primos, también salieron después, y viven como nosotros en Estados Unidos. Pero
Hoy, siento un sentimiento de Caribe, de
maracas y son, de café y ron, de palmeras
y salitre... porque a pesar de
todo, allá quedó
mi niñez, mi adolescencia, los
primeros sentimientos de amor y juventud, recuerdos y memorias de aquellas abuelas tan especiales, y de una familia muy unida.
Mi madre con nosotras en Pinecrest, en aquel entonces, El Parrot Jungle, 1969
Y Cuba, a pesar de amar tanto
a esta otra tierra americana, que hoy es tan mía
como aquélla, y es de
mis hijos y nietos, esa Cuba, la Cuba que conocí y amé, siempre
estará tatuada dentro de mi corazón.
Uno no deja
de amar a un primer hijo, por haber tenido un segundo o un
tercero....Los ama a todos por igual.
Pero , Hoy,
Octubre 2,....como diria, la poeta cubana ya fallecida, Carmen Luisa Pinto......."Hoy tengo a Cuba en el
Cuerpo".....Xio
Poesías que siempre me hacen recordar a Cuba:
(*)
HOY TENGO A
CUBA EN EL CUERPO
de Carmen Luisa Pinto
Primer Premio del Concurso Panamericano de Poesía
Primer Premio del Concurso Panamericano de Poesía
de New York
"Eugenio Florit"
Hoy tengo en el corazón
una espina de la tierra,
un sollozo de esta guerra
que va bailando en un son,
ansias de un café dulzón
colado en una tetera,
susurro de mis palmeras
en las márgenes de un río,
la vista de un lomerío
donde ondee mi bandera.
una espina de la tierra,
un sollozo de esta guerra
que va bailando en un son,
ansias de un café dulzón
colado en una tetera,
susurro de mis palmeras
en las márgenes de un río,
la vista de un lomerío
donde ondee mi bandera.
Hoy tengo en cada mirada
una esquina detenida,
voy andando entretenida
por esa vieja Calzada
de Luyanó que en picada
me lleva a Cuatro Caminos
para encontrar los amigos
con quien me voy al Vedado
siguiendo hasta Marianao
saludando a mis vecinos.
una esquina detenida,
voy andando entretenida
por esa vieja Calzada
de Luyanó que en picada
me lleva a Cuatro Caminos
para encontrar los amigos
con quien me voy al Vedado
siguiendo hasta Marianao
saludando a mis vecinos.
Hoy tengo junto a mi boca
un suspiro detenido
un permanente sentido
que a la lucha me provoca,
la Patria es una derrota
que se sembró en mi país,
fruto de pueblo infeliz
que no encuentra regocijo.
clavado en un crucifijo
que fuera echando raíz.
un suspiro detenido
un permanente sentido
que a la lucha me provoca,
la Patria es una derrota
que se sembró en mi país,
fruto de pueblo infeliz
que no encuentra regocijo.
clavado en un crucifijo
que fuera echando raíz.
Hoy tengo en el sentimiento
a mis nietos y a mis hijas,
que son abiertas hendijas
al centro de mis lamentos,
escondida en mis tormentos
me consuelo con las fotos
que llegan poquito a poco
de la que queda con vida,
la otra espera dormida
bajo una mata de coco.
a mis nietos y a mis hijas,
que son abiertas hendijas
al centro de mis lamentos,
escondida en mis tormentos
me consuelo con las fotos
que llegan poquito a poco
de la que queda con vida,
la otra espera dormida
bajo una mata de coco.
Hoy tengo en la madrugada
al malecón habanero
incrustado en el sendero
de un expressway que cansada
transito como alelada
tomada por los recuerdos,
dicen los que no están cuerdos
que ya no es bella La Habana
pero esta triste cubana
hoy tiene a Cuba en el cuerpo.
al malecón habanero
incrustado en el sendero
de un expressway que cansada
transito como alelada
tomada por los recuerdos,
dicen los que no están cuerdos
que ya no es bella La Habana
pero esta triste cubana
hoy tiene a Cuba en el cuerpo.
===
YO, SOY CUBA
por: Dinorah Rivas
Dime extranjero. ¿Que sientes al ver tu tierra?
Ver sus montes, sus praderas, sus rios, sus llanos.
Mientras hoy vive el cubano atado de pies y manos.
Dime extranjero. ¿Que sientes al ver tu tierra?
Respirar su aire libre, ir y volver cuando quieras,
Sin que exista un cruel tirano que tronche tu
hermoso sueño y deshonre tu bandera.
Dime extranjero. ¿Que sientes al ver tu tierra?.
¡Ver a tus padres, a tus hermanos, a tus hijos!.
A ese ser que te espera con ansias de posar en tu
Dime extranjero. ¿Que sientes al ver tu tierra?
Ver sus montes, sus praderas, sus rios, sus llanos.
Mientras hoy vive el cubano atado de pies y manos.
Dime extranjero. ¿Que sientes al ver tu tierra?
Respirar su aire libre, ir y volver cuando quieras,
Sin que exista un cruel tirano que tronche tu
hermoso sueño y deshonre tu bandera.
Dime extranjero. ¿Que sientes al ver tu tierra?.
¡Ver a tus padres, a tus hermanos, a tus hijos!.
A ese ser que te espera con ansias de posar en tu
frente un beso;
Mientras hoy vive el
cubano llorando su tierra en versos.
Mientras hoy vive el cubano lejos de su terruño, alimentando el recuerdo, hablando, ...siempre de Cuba;
De aquellos dias felices que ya nunca volveran.
Solo te pido mi amigo me perdones, si insistente te hablo de mis angustias, que son mias y de nadie mas.
Pero no pretendas nunca, que deje de hablar de mi Patria, de esa Patria que es relieve en el fondo de mi alma.
Que la llevo en mis entrañas en mis venas y en mi sangre.
¡Como no hablarte de Cuba, si yo, soy Cuba!
Mi risa es Cuba, mi acento es Cuba,
mi llanto es Cuba y mi amor es Cuba.
Yo soy Palma... ¡Yo, soy Cuba!
Soy sinsonte... ¡Yo, soy Cuba!
Yo soy caña, mariposa, colibri, ¡Yo, soy Cuba!
Mientras hoy vive el cubano lejos de su terruño, alimentando el recuerdo, hablando, ...siempre de Cuba;
De aquellos dias felices que ya nunca volveran.
Solo te pido mi amigo me perdones, si insistente te hablo de mis angustias, que son mias y de nadie mas.
Pero no pretendas nunca, que deje de hablar de mi Patria, de esa Patria que es relieve en el fondo de mi alma.
Que la llevo en mis entrañas en mis venas y en mi sangre.
¡Como no hablarte de Cuba, si yo, soy Cuba!
Mi risa es Cuba, mi acento es Cuba,
mi llanto es Cuba y mi amor es Cuba.
Yo soy Palma... ¡Yo, soy Cuba!
Soy sinsonte... ¡Yo, soy Cuba!
Yo soy caña, mariposa, colibri, ¡Yo, soy Cuba!
Por mis venas late el
son...
Yo soy ritmo, soy cancion, yo soy lira.
Yo soy ritmo, soy cancion, yo soy lira.
¡Yo, soy Cuba!
Soy tu amiga; ¡Yo, soy Cuba!
Toma mi mano; ¡Yo, soy Cuba!
Soy Maceo, soy Marti, soy, ...el dolor de un pueblo;
Soy tu amiga; ¡Yo, soy Cuba!
Toma mi mano; ¡Yo, soy Cuba!
Soy Maceo, soy Marti, soy, ...el dolor de un pueblo;
¡Yo, soy Cuba!
Como olvidarme de ella, de esa Isla a la que adoro,
Como olvidarme de ella, de esa Isla a la que adoro,
y de ese mar, que aunque
hermoso, es vil sepulcro de los
sueños de mi gente.
Como olvidarme de Cuba; ¡Seria olvidarme de Dios!
¿Por que cercenas mi voz si Cuba es grito en mi garganta?
¿Como acallar mi nostalgia? ¡Oh Dios! Si en ti, he puesto toda
Como olvidarme de Cuba; ¡Seria olvidarme de Dios!
¿Por que cercenas mi voz si Cuba es grito en mi garganta?
¿Como acallar mi nostalgia? ¡Oh Dios! Si en ti, he puesto toda
mi fe.
¿Como olvidarme de Cuba, mi amigo?
Si toda yo, desde la cabeza a los pies...
¿Como olvidarme de Cuba, mi amigo?
Si toda yo, desde la cabeza a los pies...
¡Soy Cuba!
=
DEL OTRO LADO DEL MAR
De Felix Pages
Allá
se quedaron ilusiones y anhelos
se quedaron amores que no puedo olvidar
se quedaron mis sueños y mis desvelos
bajo aquel hermoso pedazo de cielo
Allá... del otro lado del mar.
se quedaron amores que no puedo olvidar
se quedaron mis sueños y mis desvelos
bajo aquel hermoso pedazo de cielo
Allá... del otro lado del mar.
Allá
se quedaron las huellas de mi infancia
ilusiones dormidas que ansían despertar
de mi bello jardín se quedó la fragancia
allá... muy lejos en la triste distancia
Allá... del otro lado del mar.
ilusiones dormidas que ansían despertar
de mi bello jardín se quedó la fragancia
allá... muy lejos en la triste distancia
Allá... del otro lado del mar.
Allá
se quedaron los azules valles
los campos de caña... el verde palmar
se quedó mi pueblo con sus quietas calles
se quedaron mis risas, mis penas, mi ayes...
Allá... del otro lado del mar.
los campos de caña... el verde palmar
se quedó mi pueblo con sus quietas calles
se quedaron mis risas, mis penas, mi ayes...
Allá... del otro lado del mar.
Allá
se quedaron los viejos amigos,
se quedaron mis noches... se quedó mi soñar
se quedó aquel lucero que soño conmigo
que fue de mis penas un mudo testigo
Allá... del otro lado del mar.
se quedaron mis noches... se quedó mi soñar
se quedó aquel lucero que soño conmigo
que fue de mis penas un mudo testigo
Allá... del otro lado del mar.
Allá
se quedó rugiendo el tirano
que quiere a mi pueblo asfixiar...
empuñando el azor en su mano,
verdugo implacable que azota al cubano
Allá... del otro lado del mar.
que quiere a mi pueblo asfixiar...
empuñando el azor en su mano,
verdugo implacable que azota al cubano
Allá... del otro lado del mar.
Allá
se quedaron pasiones dormidas
se quedaron angustias... se quedó mi pesar...
mi alma fallece del dolor oprimida
porque alla se quedó LO MEJOR DE MI VIDA
Allá... DEL OTRO LADO DEL MAR.
se quedaron angustias... se quedó mi pesar...
mi alma fallece del dolor oprimida
porque alla se quedó LO MEJOR DE MI VIDA
Allá... DEL OTRO LADO DEL MAR.
==
chequeen este enlace del poeta y periodista LUIS MARIO:
Cuando yo
vuelva a Cuba, de Luis Mario
http://www.poesialuismario.net/cuandovuelvaacuba.html
En los pantanos brota una flor virtuosamente bella: la flor de Loto, que imagino símil a la inspiración del cubano que ha caminado en el fango sin salpicarse por el lodo, y la expresa hermosamente en la música, en un lienzo o en un poema. Felicidades, amiga! Y por mi parte... Gracias!
ReplyDeletesiempre te quiero y recuerdo querida Dinorah nos unen muchas cosas desde que nos conocimos en 1999.
ReplyDeleteXio.