Saturday, July 20, 2013

¿Una Mala Decisión o el curso del Destino? por Xiomara J. Pages



¿Una Mala Decisión o el curso del Destino?
por Xiomara J. Pages
Julio 20, 2013

            Esperaba ansiosa mientras arreglaba mi pelo frente al espejo, a que llegaran mi hermana y mi madre, del  salón de belleza a dónde fueron a  peinarse.  Yo,  en cambio,  quise hacerlo  todo yo misma, había estudiado  Cosmetología y Belleza,  y quería sentirme libre,  sin los atomizadores y revuelcos que hacen  los peluqueros en el  cabello.
            Tocaron el timbre de la puerta.  Era mi novio que  me invitaba a salir con él, y  recoger en la Florería  el  hermoso  bouquet de orquídeas  que tenía separado, y  que  yo  llevaría  en el  pecho  de mi vestido color  burgandy, cuando me cambiara de  ropa en la  Tornaboda.   Mi padre no nos  permitió  salir juntos;  decía que aunque  nos casábamos esa noche,  aún yo  no era su esposa,  y no  podía salir sola con él.    Papá  nos crió  a mi hermana y a mí,  con mucho  amor y disciplina,  lo  adorábamos.   El  nos enseñó  mucha sabiduría, de esa que  no  se aprende en escuelas  ni universidades,  pero  lo hizo a la manera de antaño,  con las costumbres  de la vieja patria.   Mucho he  heredado suyo,  y  aún  le agradezco mucho,   pero  en cuestiones  de noviazgos,   siempre teníamos que salir con Chaperona.   Recuerdo que en el camino al hotel después de la ceremonia, esa primera noche de bodas, echábamos de menos,  la presencia de mi madre que era quien más frecuentemente nos acompañaba.

            Hoy recuerdo este día,  tal vez como nunca,  sin tristezas, ni siquiera  rencores.   En otros momentos  lo he  olvidado  por completo.   Aquel matrimonio que con tanta ilusión  contraímos,  terminó después de muchos años,  en un divorcio.   Muchas cosas estuvieron mal, desde esa primera noche de bodas, pero las  viejas costumbres,   y el amor,  que  es  a veces   mas hábito  que otra cosa, no nos  dejaba ver la realidad.   Nunca más  me he vuelto a casar,  pero en cambio, me quedé con lo mejor de ese dia:  tres  hijos y  ahora  una nieta.  Ellos son lo más importante para mí. 

            Hoy  tengo mucho más  que recordar:   el día que los  Norteamericanos llegaron a la Luna, y plantaron allí  la bandera americana.  Estábamos recién llegados  de Cuba  a esta bella tierra de libertad,  y  ver aquéllo en nuestros televisores, fue  algo mágico y  grandioso,  que describimos en cartas que llegaban muy  escasamente  a,  y  desde  Cuba,   a nuestros familiares y amigos.    Con el tiempo   viviendo en Miami, y  visitando otros países, conocí  a gente muy linda de Colombia,  y  a  mis recuerdos  se une,  el Día de la Independencia colombiana, al igual que  las fechas  de cumpleaños de tantos amigos.

            Por eso, no me siento amargada, ni siquiera nostálgica.  Las cosas tienen un comienzo  y un final.   A veces son eternas y duraderas,  otras son más efímeras, pero todas fueron y cumplieron una misión, una labor en nuestras vidas.  

            El amor romántico,  el de novios  y esposos, murió.    Hubiese querido que permaneciera al menos,  una relación de amistad,  entre dos personas que se amaron  mucho alguna vez y trajeron  hijos al mundo,  pero desgraciadamente, no todos  piensan como una quisiera,  y hay que respetar el modo de  cada uno.

            A veces me pregunto  si fue una mala decisión de mi parte  haberme  casado con esa persona,  o si  estaba en mi destino el  vivir las cosas que he vivido.    No sé  si  el   amor me cegó  y no me dejó  ver realidades que luego fueron tan obvias y  tan crueles.   Pero igual,  a pesar de lo que pasé,  y sigo pasando  en la actualidad de nuevo  en cortes y juicios,  pido a  Dios,  mucha fuerza y sobre todo mucho amor.     

            Pido  sobre todo,  que nada me  amargue, sea lo que sea;  que no me hieran  los insultos  y las calumnias,  ni  la difamación  que se hace de mi persona, precisamente  viniendo de  alguien  que  una vez  amé,   apoyé y  ayudé  tanto  a lograr  sus metas  y  sueños,  con  quien una vez  tuve el hogar que desde niña imaginaba  crear.     Ruego,  que  no  guarde  resentimientos  ni  rencores  (que en ocasiones, es muy difícil),  pero  pido mucha más fe,  mucho más amor  y mucho más,  esperanzas y deseos de vivir.

            En ocasiones he olvidado esta fecha;   en otras,  la he recordado con frialdad e  indiferencia.   Al principio, con mucho enojo,  pero ya no.   Nunca hablo de mi divorcio,  mantengo mis confidencias  por respeto a mí  misma y a mis hijos.  Si  alguna  vez  he hablado de ello, es confidencialmente con alguna amiga;  en las  entrevistas  radiales o televisivas que me han hecho,  pido  no me hagan preguntas  al respecto;  y en  algunos libros de antologías,   donde he compartido las experiencias  desagradables  de mi matrimonio  y divorcio,  les  he pedido a sus autores,  que  no se use mi verdadero nombre,  sino  un pseudónimo.

            Pero hoy,   ya ven,  lo que nunca había hecho antes, escribir sobre mi aniversario de bodas.   He podido hablar sin sentir  que ofendo,  ni daño a nadie.    Me siento libre,  tal vez  sanada  de tantas  heridas que he sufrido,  y aún sigo sufriendo  en la actualidad,  pero es que ya no soy  la joven veinteañera y sin experiencias  que un día fuí.  
            Hoy  solo soy una mujer, que tiene aún  mucho amor que dar y compartir, pero que no está obligada,  ni obliga a nadie,  a que la amen  o quieran,  sea pareja, familia  o  amistad.    Esta mujer  de  seis  décadas,  camina  con paz,  al  lado   de   lobos  y  ovejas,   no le  teme al tiempo, ni a  las arrugas.  Le gusta el vino y  el queso,  las flores,  la música  y los poemas...Necesita poco, y lo poco que necesita,  lo necesita mucho menos cada dia,  porque le sobra  para dar.   

            Esta mujer de sesenta,   sobre todo,  solo sabe amar,  construir  y disfrutar  viviendo,  gozando  de tantos amores que nos brinda la vida, con gente linda y variada  de todos  los  caminos.    Y  esta nueva  mujer  vive,  abonando paz en su corazón, y   tan solo un día a la vez,   repitiendo siempre:  


            'Dios y yo, mayoria aplastante.'

Escuchen:   
 http://www.youtube.com/watch?v=MW8smE8RT-8

2 comments:

  1. Hay momento para todo, y este lo sentiste como el indicado para hablar de esa experiencia que te dio el divorcio, palabras ecuanimes y sabias, han de servir a otras personas que enfrentan la misma situacon.
    un abrazo

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