¡Yo creí saber tanto respecto a relaciones amorosas! Había leído mucho, había estado casada por casi una trentena; más sin embargo, observando mis experiencias, las de mi matrimonio de largos años, y algunas otras de paso, no tan serias como áquella, me he permitido, ya que soy muy observadora, ver mis aciertos, y sobre todo, mis errores. Y concluyo que en materia de amor, y de relaciones humanas en general, aún me falta mucho por aprender. Aprendo un poco más cada día, y comprendo que muchas cosas se deben aceptar, cambiar, corregir, y mejorar.
En ocasiones pensé no volver a enamorarme, creí poder controlarlo, pero sucedió alguna que otra vez, aunque durara lo que un merengue en la puerta de un colegio. Ya los años eran otros, la inocencia de los 20, no se podía aplicar. Mis situaciones de vida, y mi desencanto con todo lo que había dado, me dejaron no en trauma, pero sí en un estado de congelación, de sequía, que no me permitía otra relación seria, mucho menos traerla a casa. Tenía otras responsabilidades de madre, sobre todo con un hijo enfermo con limitaciones, y eso es prioridad en mi vida.
Ser madre a veces, o casi siempre, nos obliga a pensar en los hijos antes que en nosotras mismas, aunque no soy partidaria de ser una madre de ésas que sacan los sacrificios y tienen a sus hijos en un constante estado de culpa o de deuda con ellas; esas que se sienten mártires y víctimas, porque eso es no sentir respeto por uno mismo, y en cambio, es egoísmo y lástima. He tratado de estar bien conmigo misma, y aunque he podido fallar, no culpar a mis hijos al menos la mayor parte del tiempo. Pero escogimos ser madres, y eso tiene un precio muy alto, que se debe pagar con nobleza, y de ser posible, con gozo, aunque a veces sea muy difícil, y aunque muchas feministas nos lo critiquen.
Un hijo puede resultar ingrato ante nuestra dádiva y sacrificio, pero como decía mi buen suegro, aunque nos duela esa ingratitud, ellos no pidieron venir al mundo, nosotros los trajimos, y somos nosotros quienes no debemos olvidarlo, aún cuando nos duela el desprecio y el rechazo, que en ocasiones nos prodigan, y a pesar que no comprendan la mitad de lo que estamos pasando. No hay peores jueces, ni los más crueles a veces, que los propios hijos.
Pero volviendo a las relaciones amorosas, he aprendido algunas lecciones que les quiero compartir, las cuales pueden ser aplicadas a todas las relaciones humanas.
Esta vida es una escuela, y todos aprendemos de todos:
DEBO APRENDER ...
que enamorarse no es lo mismo que amar. Lo uno pasa rápido, lo otro requiere más tiempo y sacrificio. Amar es despojarse de la careta, y amar sin temores y con autenticidad. Todo paso en la vida, exige un riesgo.
DEBO APPRENDER ...
que uno no debe poner toda la motivación de la vida en esa persona. Hay mucho más que puede llenar la vida, y todo hará que disfrutes más de la persona que amas actualmente, porque él/ella también será quien es, y disfrutará de quien eres tú.
DEBO ENTENDER ...
que el amor no se mendiga, no se ruega, y que una relación de pareja, no es para vivir angustiados, sino para disfrutar todo lo que se tiene y se nos da, sin ahogar, sin presiones, dejando espacio.
DEBO APRENDER ...
que si pretendo tener una relación entre adultos, debo comportarme como tal. Esto no quiere decir prohibirle a mi niña interior, juguetona y traviesa, que salga de vez en cuando ... pero es saber comprender cuando se está al lado de un verdadero hombre (o una verdadera mujer) y no al lado de alguien que se conoció anteriormente. Es decir, no comparar. Pueden haber muchas diferencias entre ambos, pero lo principal es la aceptación.
DEBO ACEPTAR ...
que en el amor, como en cualquier otra cosa de la vida, existen los tropiezos, las caídas y dolores, las discrepancias y errores, los argumentos por acciones, ideas y opiniones diferentes, y que el miedo lo único que logra es dificultar más las cosas. Hay que dejar ir y sobre todo, dejar ir el pasado con las relaciones que hubo. No olvidar ... porque el pasado es una referencia siempre para vivir mejor, pero desatarnos de su influencia en el presente.
DEBO COMPRENDER ...
que la costumbre y el apego, no es amor. Muchas veces la costumbre nos hace titubear ante una decisión, por miedo al riesgo, al cambio, a lo que vendrá. Tememos perder lo seguro aunque estemos vacíos por dentro y esto nos haga infelices, sin darnos cuenta que para encontrar el verdadero amor, se necesita valor para desprenderse, liberarse de las ataduras de la rutina, de la costumbre que nos ata al pasado.
DEBO APRENDER ...
que no es bueno sobrevalorar, endiosar, ni idealizar a nadie, mucho menos a la pareja. Porque todos somos humanos, y el humano no es perfecto. No debemos esperar en una nueva relación, más de lo que nos pueda dar como ser humano. Esa pareja sabrá esperar lo mismo de mí.
DEBO APRENDER ...
que es bueno ser como soy, siempre y cuando eso no implique faltar el respeto a quien esté conmigo.
DEBO ACEPTAR ...
que en ocasiones, es necesario pasar por un gran dolor para conocer una gran felicidad, ya que a veces tocar fondo nos sirve para saltar y salir de un hueco. Aceptar que si has encontrado la felicidad, es para vivirla y disfrutarla, no para echarla a perder con temores o el recuerdo de un pasado doloroso.
DEBO TENER PRESENTE ...
que sentir algo hoy, no implica que lo sienta mañana, sea dicha o dolor, y que así como me permito disfrutar el gozo, también debo permitirme llorar, ya que el dolor es parte de la vida, al igual que el placer. Si amas, sufrirás, sin duda alguna.
DEBO ENTENDER ...
que la comodidad que me brinda la rutina es falsa, porque la vida está en constante cambio. Por eso es necesario aprender a tolerar la inseguridad natural que se maneja en la vida cotidiana. Hay que ser creativo para convivir en pareja, porque la rutina y la monotonía matan al amor.
DEBO ACEPTAR ...
que mis planes pueden desaparecer en un instante, porque el futuro se mueve como desea y no como yo quisiera. Si éste me permite lograr algunas cosas, debo estar agradecido, y no lamentándome por todo lo que no pude hacer.
DEBO ACEPTAR ...
que la sociedad ha creado alrededor del amor, muchos mitos, cosas que son un fraude. Por eso debo dejar de volverle la cara a la verdad, solo por conseguir una falsa comodidad o por miedo al dolor. Si la vida me demuestra que aquello en lo que puse mi corazón, resulta ser una mentira, debo aceptarlo, llorando, desahogándome ... pero renaciendo como la nueva persona que seré y buscando metas y sueños nuevos.
DEBO MEJORAR ... MI AUTOESTIMA..
* Para que la partida de alguien que quiero no me haga sentir despreciada, humillada o rechazada...
* Para no ser tan sensible al abandono...
* Para que no hieran mi ego (ya que todos tenemos ego, es normal, es el Yo, aunque muchos lo emplean erróneamente)
* Para no terminar creyendo que me dejaron por ser fea, tonta, mayor, y sin atractivos...
* Para poder aceptar que una relación dura y funciona simplemente, el tiempo que tiene que durar y funcionar ...
* Para no arrastrarme ni ponerme de alfombra a los pies de nadie.
DEBO ACEPTAR ...
* Que a quien le agrado hoy, tal vez no le agrade mañana. Y eso no tiene por qué ofenderme, si yo lo acepto...
* Que quien está conmigo hoy, tiene derecho a no querer estarlo mañana, y a que ya no le guste...
* Que a veces las personas no pueden dar mucho más...
* Que la persona a quien amo, tiene derecho a tomar sus propias decisiones, aunque a mí no me satisfagan, pero sin ofenderme ni humillarme.
DEBO RECORDAR ...
que a veces, lo bueno, se obtiene esperando, ya que presionando, todo se arruina. Por eso es necesario tener paciencia, esperar tranquilamente, y ...
DEBO RECORDAR ...
* Que la impaciencia es producto de un impulso emocional que tal vez pronto pasará...
* Que la impaciencia asfixia a quien está contigo...
* Que la presión se puede convertir en una falta de respeto...
* Que el amor no exige, el amor espera...
* Que la comprensión, la admiración y la paciencia, deben unirse a la confianza, la lucha constante y el apoyo mutuo en una pareja, y que esto es fundamental para que sobreviva ante cualquier contrariedad que se presente.
* Además, si eres paciente, no verás como sufrimiento el tiempo que estás en espera, porque tal vez estarás amando de veras, por primera vez.
DEBO APRENDER ... A NO SER POSESIVA...
El que alguien se vaya de tu lado, no es perder una pertenencia que te ha gustado mucho. El amor que puedas tener hoy, no es tuyo, es prestado, es un regalo, una dádiva, y "su dueño" (la persona que te ama voluntariamente) tiene derecho a llevársela cuando lo desee.
Y ... aunque "ser dueño" de alguien, nos brinda más seguridad que "tenerlo prestado, " debo entender que esto es una ilusión. Aunque crea que es mío, no lo es, por lo tanto ...
* No puedo decidir sobre la vida de quien esté conmigo ...
* No puedo esperar que haga sólo lo que yo desee ...
* No puedo controlarlo, manipularlo, adueñarme, ni controlar su destino...
* No debo reclamarle a la vida porque me haya quitado lo que me prestó.
DEBO APRENDER ... QUE NUNCA DEJARÉ DE APRENDER ...
Y que mientras continúo aprendiendo, debo permitirme vivir y sentir ...
Y ahora, que me empiezo a recuperar de los dolores que he sufrido, gracias a que ni siquiera sabía lo mucho que tenía que aprender, sólo me queda SUSPIRAR ... y decirle a todos, decirme a mí misma...
'Cuando llegue el amor, si es en verdad AMOR, o no tiene nombre, no importa. Será una experiencia única para tí y tu pareja, disfrútala y vuelve a empezar ...
Cierra los ojos, confía y AMA.'
YO AL APRENDER, HE DECIDIDO, con el correr de los años, que la soledad no es lo mismo que Solitud. la Soledad tiene dolor, ausencia; la Solitud es el placer de estar solo y a la vez junto al Mundo.....y que puedo estar sola AMANDO a todos y amándolos tanto.
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