Reflexión anual en Navidad y para el Año Nuevo 2016 de Xiomara J. Pages

Reflexión  anual  en  Navidad y  para  el  Año Nuevo 2016

de Xiomara J. Pages

Diciembre 25, 2015

Desde 1985   ó   1987  (ya  no recuerdo cuando comencé a hacerlo)... pero  fue después de comprar  nuestra primera  casita con muchos esfuerzos y sacrificios.   No había  mucho dinero para nada más, y quise  aprovechar esa oportunidad de una vez,  y desvincularme  totalmente  del comercialismo,  dedicarme a celebrar la  Navidad por lo que es:  Celebración del nacimiento de Jesús,  y sólo regalitos para los niños, en aquella época,  mis hijos y mis sobrinos.

Muchos lo celebran  como fiestas  de Santa Claus que trae regalos a niños y mayores.  Los cristianos sabemos que  San Nicolás, fue  un santo generoso que murió martirizado por profesar su fe,  aunque un anuncio de la Coca-Cola  nos  lo haya pintado como un viejo panzón y sonriente,  volando  desde el Polo Norte con un trineo por los cielos   y  que apenas cabe por la chimenea. 

   

 

Pero no importa,  igual  hacemos comidas  que logran reunir a  la familia alrededor de una mesa.   Aún los que no creen en Dios,  ni  se den cuenta del verdadero significado,  están haciendo lo que Jesús quiso  que  practicáramos,  'Amarnos los  Unos a los Otros. '

Este año  me  ha sido difícil en muchos aspectos.   Casi nunca  mi vida ha sido  fácil,  pero he tratado de vivirla  siempre  con optimismo,  con fe y esperanza... Dando lo mejor de mí..  con un amor genuino  a todos,  ya sea  en  una visita, una reunión,  una comida,  una conversación,   una  de nuestras  'Tertulia de Xio'  mensualmente ,  acudiendo a los muchos eventos culturales y artísticos a los cuales me invitan como periodista y amiga,  dando Abrazos Gratis dos veces al año por las calles de Miami,  y muchas  cosas más.  Mi vida no es aburrida, se los puedo asegurar.

He puesto siempre a mi familia  (mis hijos, nietos,  hermanos, sobrinos) por delante.   He tratado de resaltar objetivamente las buenas cualidades de todos, y he aconsejado  más que criticarlos, porque a los hijos  principalmente,  hay que dejarles vivir sus propias vidas, y que  ellos mismos lleguen a las conclusiones que deben llegar en cada etapa.  Como decían nuestros abuelos, "Nadie escarmienta por cabeza ajena."

A los amigos,  les reintegro  el  cariño  de siempre,  sin dobleces,  auténtico,  sincero, con todo mi corazón.  En ocasiones,  les doy  su  espacio, para no abrumarlos,  ó   para que no me abrumen.   En ese balance  consiste   todo  en la vida:   saber  cuándo  amarrar, y  cuándo  dejar  ir,  ya que  ninguno  es  propiedad  de  nadie.

Este año que termina,  traté  de aplicar un nuevo principio  a  mi vida,  la de no tomarme  nada  personal.   He fallado  en   ocasiones, pero  creo  haber  logrado algún  éxito.    Muchas veces,  lo que creemos  se ha dicho  ó   hecho  contra nosotros,  no  es  más  que  el resentimiento   de   esa   persona  contra  sí  mismo,  y  lo proyecta   o  manifiesta   contra  los demás.    Aún tengo mucho que  aprender  en ese  campo,  pero  he  avanzado  un  poco.

He reído  y  me he alegrado con los triunfos y  logros de otros,  les  he reconocido  sus sacrificios  y  esfuerzos   para  lograr sus sueños y metas.   He llorado con los que han perdido a un ser querido, sobre todo con madres que han perdido a sus hijos, o los tienen en una cama enfermos.   Me he dado  cuenta  que  tal vez,  ese  beso   ó  abrazo,  esa  caricia  ó  mirada,   una palabra  ó  una foto,  en cada reunión  ó  encuentro,   puede ser la última. 

No puedo hacer más de lo que puedo,  y  debo aceptarlo,  y   hacerlo  entender a  los  que  a veces  esperan  demasiado  de  mí.      No soy una heroína, ni una  Super Woman,  soy humana como todos.   Me doy  permisos  para llorar y  reír, para  estar  alegre  ó  triste,  para  quejarme,  enojarme,  y  saber que  a pesar de todo  eso,  al final,  todo  estará  bien,  porque  Dios está  a  cargo  y El es bueno.  

Este año he aprendido que  algunas batallas  son inútiles,  y otras han tenido que  ser  peleadas  para que nos respeten.    He  perdido  algunas, y  he ganado  otras,  pero  en todas,   no  he  perdido mi paz interior.   Como dijo  Jacqueline  Kennedy  Onassis  en una de sus últimas entrevistas,  cuando le  preguntaron  cuál  había sido su principal logro en la vida, y  ella  suavemente,  respondió, "No haber perdido mi cordura."   

Algunos   que prometieron  ayudarme  hasta  el  final,  me abandonaron en el camino.   Otros muchos me han apoyado y siguen a mi lado.   Nuevas  amistades llegan y se incorporan a mi misión de amor.   Continúo  en Facebook,  y participo de un bello grupo de distinguidas damas, "El Club de las Cotorritas" con el cual crecemos todas en amor filial,  humor  y sabiduría;  Sigo escribiendo  artículos  en mi Blog,  (http://xiomaraopina.blogspot.com/)   no como una obsesión,  sino porque soy escritora y periodista,  y  como tal,  siento  la  necesidad de llevar amor  y  esperanza   a  otros,  una  verdadera misión,   ya  que  Dios espera que florezcamos donde quiera que nos plantemos,  y  amemos  al prójimo.   Sigo  por lo tanto,  a pesar de precauciones lógicas,  bendiciendo  las redes  sociales  y  la  internet,  pues  con ellas, continuo   mejorando como ser humano,  y aprendo mucho,   puesto que  no son las tecnologías,  sino el corazón y las intenciones  de  quienes  las usan ,  los que  pueden  hacer  daño.  

He perdonado y me han perdonado, dándole  siempre  prioridad a mis valores, y dejando  atrás  rencores  y  resentimientos,  que pesan mucho y ocupan el lugar de cosas lindas y positivas,  y  no nos dejan volar  ligeros  de equipaje  por la vida. 

He vendido muchas cosas de ropa, zapatos, y artículos de mi hogar, que ya no me  eran necesarios, y en cambio les fueron útiles a otros.   Cada día vivo  con menos  cosas,  y lo poco que tengo,  lo necesito  mucho  menos.

Al fin  tuve  mi seguro médico  por  la tercera edad  (Medicare) para atender mi salud,  que  estaba  olvidada  por años  sin  la atención debida.   Me han hecho  cirugías  y  tratamientos.   Atiendo  mis niveles de azúcar, colesterol, y  el  corazón.   Asisto a  mis doctores  de Quiropráctica,  para mantener  mi espalda con  menos  dolores y   menos   calmantes.   Le insisto a mis doctores,   que no me  gusta tomar  muchas  pastillas  y químicas a menos que sean absolutamente necesarios,   y en cambio,  confío  en  los  remedios  naturales   siempre  que  se pueda.  

  

Continúo  escribiendo  mi quinto libro,  sobre la Tercera Edad, que dejé  de lado  al principio de mi divorcio.   Tal vez como  dijo el  amigo,  escritor chileno  (Luis Seguel Vorpahl),  "los libros piden cuando quieren ser escritos o publicados. "     A  esta edad,  y con la experiencia adquirida,  puedo  hablar de lo que conozco con  mucha más  certeza.

 

Aumenté   un poco de peso, y otras  arrugas aparecieron,  como algunos malestares  y achaques ,  pues el cuerpo va envejeciendo,   y se cansa con los avatares de la vida,   así que  debo ejercitarme más físicamente.  En cambio,  el espíritu  se  rejuvenece cada día.    Trato de  alimentarme  más saludablemente,  y  lo  noto  en los resultados médicos.   Pero también alimento   a mi niña interior,  para no perder el asombro por la vida.  Canto, Bailo, hago piruetas, juego,  me subo a los árboles, y  trato  nuevas experiencias.  En todo esto,  me ayuda  muchísimo mi nieta  Bianca Sofia de casi 5 añitos ya.

Disfruto el teatro,  todo tipo de arte,  la música,  el cine.   Me encanta leer y comunicar.    Escribo  como si respirara  con  ello.  Y soy feliz,  a pesar de todo.

Mi hijita  Sandra  sigue aquí  conmigo,  contra  todos los pronósticos médicos,  y eso  es un milagro  que no puedo  obviar.  Ella me dá  fuerzas con su tierna  e  inocente sonrisa  cada mañana.  Tengo la ayuda de sus nanas,  que la quieren y la  atienden  y me ayudan inmensamente en esta labor de amor.

Y sigo  en mi vida, repito,   tratando de mantener la paz a pesar de todos los reveses y contratiempos,  porque  tener  paz  interior  es  de  gente elegante,  escuché  decir  por ahí.    La Elegancia   del  que  tiene la gracia  de dar y  recibir,   y  de ser  siempre  agradecido.    Que mira  a todos con empatía  y con una sonrisa, porque  no piensa  que ella  es  la única que sufre,  sino  que  con  su experiencia  puede  hacer  más  leve  el  sufrimiento  de los  demás.

Espero amigos,  que  todos podamos conocer  en el próximo año,  cuál es nuestra  misión,   nuestra verdadera  pasión,  lo que más nos gusta  y  podamos llevar   a cabo  nuestros  sueños  y metas.   Si no somos felices, tampoco haremos  felices a los que nos rodean, porque la felicidad  no depende de nadie, sino  de  nosotros  mismos.

Que el mundo sea mejor porque cada uno de nosotros está  aquí.    Tratemos   de  buscar  al menos cinco cosas buenas en cada una de las personas que tenemos  en  nuestra  vida.   Seamos auténticos,  pues ya  hay demasiada hipocrecía  en  el mundo.     Alégrate  con  lo de otros,  disfruta sus triunfos  y éxitos,   como si fueran tuyos,   pues  ya  hay demasiada  envidia.   Sé  tú  el que siembra  la armonía y la paz,  pues  ya  hay demasiadas guerras.  No  dejes de ser fiel  y  leal,  ya que existen demasiadas traiciones.

Comunica el amor que sientes,  dilo  y demuéstralo.   No tengas miedo. Comparte  tu fuerza,  tu personalidad,  tus valores,  tu carácter,  quién  eres  en realidad,  pues   sobran  las caretas y antifaces.   Es mucho más sencillo  decir la verdad,  que  mentir  todo  el  tiempo,  al final,  muchos se darán  cuenta  que mientes,  y el engañado   serás   tú.   No busques  allá  afuera lo que tienes y siempre  has tenido   dentro de  tí.

Viaja  hacia dentro de tí  mismo,  esos son los viajes  generalmente  más largos y profundos,  y los que más nos cuestan.   Pregúntale a tu familia y amigos en qué haces  tú   la  diferencia  en  sus  vidas.   Y diles  cómo ellos te  han ayudado en la tuya.    Recordemos nuestra niñez  y  nuestra  historia,  y démosnos  una palmada en el hombro, un aplauso,   por haber  superado y vencido  tantos escollos.  Y no desatiendas a los verdaderos amigos.   No  generalices  cuando alguno  te  haya  lastimado,  no sería   justo con la mayoría  que está  siempre a tu lado.

No te compliques la vida,  hazla simple,  honesta,  sencilla,  y  vivirás mejor y por  mucho  más  tiempo.    Deja  una huella,  un legado  para las generaciones futuras.   Crea memorias y recuerdos, y  siempre que  sea posible  toma  una foto,  un video,   que  te  recuerde ese día,  ese momento,  ya que nuestras mentes  a  veces  modifican  ó  distorsionan   el  hecho cada  vez que lo  recordamos  ó   contamos.   De esa forma, recordarás  exactamente  lo  que tomó  lugar, y    recordar  es  volver  a  vivir.    Además, cuando mueras te llevarás   las memorias contigo, y no las podrás  dejar a los tuyos,  a menos que las hayas escrito,  ó   tengas  a mano,  esa   foto   ó  video   que marcó   la ocasión.   Tal vez  las  hayas hablado,  pero  perderán  su  exactitud,  ya  que cada  uno lo contará  a su forma.

Se habla de resoluciones para el proximo año.  Yo trato de no poner muchas, trato de ser objetiva.  Escribo en una hoja de papel, peticiones y metas, sueños y deseos, sobre todo con mi prole, hijos y nietos,  otros familiares allegados, y amigos.  Anoto también alabanzas y gratitud por deseos cumplidos para que se mantengan.   Doblo en pedacitos la hojita y la guardo cada 31 de Diciembre, dentro de mi  Biblia  ó  una pirámide que me regalaron  con una puertecita  mirando hacia el norte.   Entre velitas e incienso encendidos, medito en silencio, hago oraciones,  y  no la  vuelvo a ver hasta el próximo 31 de Diciembre. 

Me sorprendo muchas veces,  al  ver cuántas  cosas  Dios y la Vida me han concedido en ese año que termina.   Otras, entristezco  por  las que no fueron posible,  y  hasta  en las personas que hemos perdido en ese año,  ó  las faltas y errores  que he querido mejorar y he fracasado,  pero en todo, siempre agradezco  a  Dios por otro año más de vida y de experiencias.  Y continúo tratando  de mejorar  cada  año.

Así  que les deseo a todos la mejor Navidad, que Dios nazca no sólo hoy, sino cada día en el pesebre de sus corazones, y que el año venidero, les traiga salud, dicha, bienestar, mucho amor y perdón, y  consuelo y alivio,  a aquéllos que sufren tanto  por pérdidas y enfermedades.

¡Lo mejor para el 2016!!  Dios los bendiga. 

                                                                         Xio.