CARTA DE MI HIJA ESPECIAL SANDRA, AL MUNDO (*)
(durante la Cuarentena del Corona Virus)
Xiomara J. Pages
Abril 17, 2020
Queridos amigos, en el mundo entero:
Deduzco
por la mirada de Mamá, que va de un lado a otro de la casa en sus
quehaceres, que algo terrible está pasando en el planeta. Por eso los primeros días que comencé a notar
que ella no salía de la casa, me preocupé
y me sentí triste
y se me salían las lágrimas... Ella al
verme, como no puedo hablarle, se ponía más triste mirándome tan seria y llorosa.
Mamá no se me acerca mucho, ya no me da besos como
antes, me acaricia con guantes y un tapabocas, me canta, ríe y juega conmigo, pero me doy cuenta que
está preocupada.
No obstante, se disfraza, se pintorretea la cara como un payaso, se pone sombreros diferentes, imita voces, canta, salta y baila, y no puedo más que comenzar a sonreírle, porque ya bastante hace por mí en estos casi 40 años de vida que permanezco postrada en una cama. Vida que mantengo gracias al Creador y a los incontables sacrificios y cuidados de mi madre.
No obstante, se disfraza, se pintorretea la cara como un payaso, se pone sombreros diferentes, imita voces, canta, salta y baila, y no puedo más que comenzar a sonreírle, porque ya bastante hace por mí en estos casi 40 años de vida que permanezco postrada en una cama. Vida que mantengo gracias al Creador y a los incontables sacrificios y cuidados de mi madre.
En
ocasiones la escucho susurrar en sus rezos y oraciones junto a mi cama. El
mundo sufre una Pandemia, un raro virus creado por el hombre para dañar al mundo entero. Escucho las conversaciones entre ella, las asistentes y las enfermeras
que vienen a ayudarla en mi cuidado. Y escucho
a todas en sus llamadas telefónicas.
La
gente se desespera, dicen, porque tienen
que estar encerrados en su casas, pero es la mejor forma de evitar contraer el
Corona Virus. Así lo ordenan las autoridades gubernamentales
para protegernos a todos.
Ahora comprendo por qué Mamá no habla de mis sobrinitos, y es porque no los puede ver, ella que tanto ama a
sus nietos. Entiendo que ya no me visite
nadie, ni vengan cantantes ni músicos,
ni familia ni amigos a alegrarme
un rato, como mi madre siempre se los
pide.
Ella sufre doble por mí. Me cuida y se cuida para no caer enfermas. Si se me sube un poco la temperatura, corre a buscar el termómetro para medirla y se comunica constantemente con mi doctor. ¡ Ay, pobre Mamá ! Tengo que sonreírle, ella se lo merece, como a las que me vienen a bañar, cambiarme, darme las medicinas y la comida. Tengo que hacer mi parte yo también.
Ella sufre doble por mí. Me cuida y se cuida para no caer enfermas. Si se me sube un poco la temperatura, corre a buscar el termómetro para medirla y se comunica constantemente con mi doctor. ¡ Ay, pobre Mamá ! Tengo que sonreírle, ella se lo merece, como a las que me vienen a bañar, cambiarme, darme las medicinas y la comida. Tengo que hacer mi parte yo también.
Hace un mes
hoy, que nadie viene a casa, Mamá lo ha prohibido, solo las enfermeras y asistentes. Todas parecen parte de un desfile de Carnaval, con pañuelos en la cabeza, tapabocas y guantes, igual
que mamá, y me da tanta risa, pero lo hacen para protegerme. Se cambian los zapatos y los limpian una y otra vez.
Desde
que nací dependo de mi madre y de otras personas, para mis funciones
corporales, mis comidas, mis medicamentos, mi aseo. Mi cuerpo está encorvado hacia un lado, por
la escoliosis aguda, mis manos no las puedo usar para nada con propósito.
Soy delgada pero conlleva fuerzas atenderme para cambiarme y vestirme. Tienen que adivinar lo que necesito y deseo. Mamá es la que mejor interpreta mis miradas y guía a las demás que luego con el tiempo aprenden también a hacerlo.
Soy delgada pero conlleva fuerzas atenderme para cambiarme y vestirme. Tienen que adivinar lo que necesito y deseo. Mamá es la que mejor interpreta mis miradas y guía a las demás que luego con el tiempo aprenden también a hacerlo.
¿ Se
están quejando, dicen? ... ¿ Por qué?
,,, por no poder salir, por estar en la
casa, con todas las comodidades.
Ellos, que pueden caminar, hablar, compartir, cocinar, comer de todo,
jugar, bañarse en una piscina si la tienen, caminar por la cuadra.
¡ Cuánto diera yo por estar en casa y poder realizar todas esas cosas !!
¡ Cuánto diera yo por estar en casa y poder realizar todas esas cosas !!
¿Pero ellos no piensan en los soldados en las trincheras?
¿
Y los viejos en sillones de ruedas o
asilos? ¿
Y los enfermos en hospitales o en una cama
postrados ? ¿ Y los
presos injustamente encerrados en las
peores condiciones, por cuestiones políticas? ¿ Y los médicos y enfermeras por todo el
mundo? ¿ Y los tantos
que aún trabajan en puestos esenciales para ayudarnos a los demás?
¿
Y se quejan? ¿ Por qué ??
Yo...
yo soy un Ser, un
Espíritu como todos, un ser humano, pero
silente, encerrado en un cuerpo que no permite hacer nada de eso.
¿ Y ellos hablan de ENCIERRO?
¿ Y ellos hablan de ENCIERRO?
Encierro
ha sido el mío desde que nací , al no poder moverme ni hablar.
Pero Mamá se las arreglaba para llevarme en transporte especial al Cine a
ver filmes de Disney, y al Centro Comercial, a un Restaurant, un Concierto o un Ballet.
Me llevaban a pasear en mi sillón de ruedas,
por el jardín, por la cuadra, escuchando los pajaritos, sintiendo el viento en mi cara, calentándome con un poco de sol, mirando las ramas de los árboles agitarse en el aire.
Hasta se celebró una Misa en una Iglesia por mis quince años y tuve un vestido rosado con un corsage de flores y cintillo de princesa, y muchos vinieron a compartir esa alegría con mi madre. Nada la detenía, yo soy su princesa y ella me comparte con orgullo con todo el mundo. Pero todo cambió en Octubre de 2017.
Hasta se celebró una Misa en una Iglesia por mis quince años y tuve un vestido rosado con un corsage de flores y cintillo de princesa, y muchos vinieron a compartir esa alegría con mi madre. Nada la detenía, yo soy su princesa y ella me comparte con orgullo con todo el mundo. Pero todo cambió en Octubre de 2017.
Hace casi tres años, las cosas empeoraron. Me llevaron muriendo al hospital, estuve muy grave y siempre en unidades de cuidados intensivos por 4 meses. Se complicó todo, con Neumonía (dos veces), Septicemia (dos veces), Anemia, Fiebre, Convulsiones , Transfusiones de sangre, Obstrucción Intestinal, conectada dos veces a un ventilador para respirar (entubada), y finalmente una Traqueotomía para salvarme la vida, y depender de oxígeno a través de un compresor con humidificación. Y mi madre estuvo allí junto a mí, y temiendo lo peor según los médicos. Día y noche en un cuarto de hospital, a veces sin poder bañarse, y comer mal o no comer, incómoda y apenas sin dormir sobre un butacón. ¿ Y ellos los que están en casa, se quejan de estar encerrados ? Y tienen hijos normales, parejas, con quienes conversar y jugar, compartir.. ¿ Y se quejan?
Ya llevamos
más de dos años en nuestro hogar, porque
Mamá se negó a abandonarme en un
centro de cuidados. Es ella quien quiere seguir a cargo,
a pesar de mis altas y bajas porque
estoy más delicada y todo es con mucho más esmero y responsabilidad. Hasta se ha convertido en mi terapista respiratoria.
Toda la
vida de mi madre se desenvuelve alrededor de la mía, desde hace casi 40 años.
Pero no la escucho quejarse nunca, siempre
la veo sonreír para mí y para todos. No se
ha quedado en el papel de víctima, ¡No!!. .
Ella realiza muchísimas cosas lindas, y nunca se cohíbe
de ayudar a los demás, por muy ocupada que esté, como si
ella no tuviera un solo problema.
Mamá me llama , Su
Ángel, pero ella es mucho más que un Ángel para
mí . Ella es mi voz, mis piernas, mi mente.
Sin ella, yo no podría vivir. Las dos
tenemos una doble misión de Amor en este mundo. Ella vive para mí,
aunque tenga que estar encerrada el tiempo que haga falta ó una
vida entera. Y Dios es nuestro apoyo todos los días de nuestras vidas.
¿ Y ellos, todos estos
encerrados en sus casas por protección
para ellos y para sus seres queridos y
para todos los demás, se quejan?
Piénsenlo, amigos, es hora de reflexionar y hacer un
cambio para dejar el egoísmo, los
rencores, y para mejorar nuestras vidas. Tenemos una nueva oportunidad, no la desperdicies. Hazlo por mí, que no puedo moverme ni
hablar.........
Diseño de Deborah Luna @ D'Luna Studios con la mitad de un óleo de Sandra por la artista Carmen Galigarcía y la mitad de un óleo de Xiomara por el artista Raul Garcia-Huerta.
= = = =
(*) Sandra nació con el Síndrome de RETT,
enfermedad neurológica que afecta mayormente a niñas, y las mantiene con muchas
discapacidades físicas y retraso mental. Sandra permanece postrada en una cama,
no se sienta, no se para, no camina y no
habla. Su mentalidad es la de un bebé de meses, en un cuerpo de niña, a pesar de sus casi 40 años de vida.
Precioso escrito.
ReplyDeleteNos hace pensar lo inconformes que somos .
Dios las guarde y las cuide
Tania Martí
Es un testimonio estremecedor y humano, de un amor incondicional.
ReplyDeleteLindo y aleccionador escrito. Así somos, nos quejamos por todo sin tener en cuenta cuánto dolor existe tan cerca de nosotros. Dios permita que pase pronto esta pandemia para que Sandrita reciba sus visitas y tenga mayor expansión en su mundo interno, pero lleno de amor
ReplyDeleteGracias, Bendiciones a todos..
ReplyDeleteNo existen palabras que puedan describir la belleza interior de dos almas que unidas por el dolor han transcendido a la felicidad del amor... Xiomara y su niña Sandrita...
ReplyDeleteQ bella carta llena de amor y de reflexiones.dios las bendiga siempre a las dos
ReplyDelete¡Hermoso! Lleno de sentimiento.
ReplyDeleteDios las bendiga.
K.G.