LA IMPORTANCIA DE LA
LIMPIEZA DENTAL
Xiomara
J. Pages
Abril
23, 2019
Hoy fui a mi dentista, donde cada 4
meses voy a hacerme una limpieza dental,
lo que es igual a tres limpiezas al año.
El Dr. Jorge Crespo, al cual conozco desde que
estudiaba para Dentista cuando fue
compañero de estudios y 'Roommate ' del
padre de mis hijos, es un excelente
dentista, ubicado en Coral Way y la 13
Avenue de Miami.
Es un mito que hacerse tantas limpiezas dentales o
profilaxis en la oficina del Odontólogo
daña el esmalte de las piezas, al
contrario es higiene, y evita muchos más
problemas. Además entre el diente y el
bicarbonato, siempre sale ganando el diente, porque el bicarbonato se disuelve
muy rápido y solo hace una espuma que saca el sarro y el churre
fuera.
Yo antes iba cada 6 meses a hacerme una limpieza, pero ya
con más años, las condiciones cambian y
el dentista recomienda lo que se debe
hacer según sea la condición del paciente en ese momento. Yo debo cuidar mi dentadura, que sigue siendo la mía
natural en casi 70 años , y la he
cuidado toda mi vida, desde que mi Madre a los 3
años me comenzó a llevar anualmente al
dentista. No solo es mucho mejor ver
una dentadura sana y limpia, sino que evita el mal aliento y el aspecto
desagradable. Sonreír sin preocupación es un deber social.
Mi madre no nos dejaba comer caramelos ni
galleticas, y mucho menos beber Coca-Cola
y sodas. En aquellos tiempos, solo
frutas y verduras, vegetales, mucha agua
y jugos naturales, y alguna vez como un gran premio, entonces te daban un
caramelito. Y es que mi madre
tenía una dentadura fea a pesar de su limpieza,
y quería crear en mi hermana y en mí, buenos
hábitos dentales. Desde pequeños, he
tratado de inculcar esos mismos hábitos
en mis hijos. Esos hijos varones ya son
hombres, y espero que sigan estas reglas tan importantes, y las transmitan a
sus propios hijos.
En el caso de mi hija especial
Sandra, ha sido todo más complicado por su rara enfermedad. A ella hubo que operarla para sacarle sus
primeros dientes, pues nunca ha podido por sí sola. Esa dolorosa operación consistió en rajarle
todas las encías superiores e inferiores bajo anestesia general, para que los dientes tuvieran paso y poder
salir. Luego a la edad de cambiar la dentadura, fue
necesario de nuevo, sacarle poco a poco,
dientes de leche, como les llaman, para que pudieran salir los
permanentes. Me ocupé siempre de llevarla a su dentista infantil,
donde la sedaban un poquito, no mucho por sus convulsiones, y en ocasiones mi
hijo mayor la cargaba a su hermanita, y
la sujetábamos para que el dentista pudiera trabajar en su boca que en
ocasiones le ponía una prensa para
aguantarle la lengua. En el 2002,
cuando me divorcié del padre de mis
hijos, Sandra fue por última vez a un
dentista.
Luego Sandra con el Medicaid
que finalmente le dieron en ese mismo año de 2002 (ella nació en 1980, pero no fue hasta
entonces que le dieron alguna ayuda con Medicaid) no hubo dentista que quisiera atenderla pues había que drogarla y temían por las
convulsiones. Así como ven, han pasado 17 años y mi dentista Dr. Crespo me
orienta en cómo tratar la dentadura de Sandra.
Sus encías están muy hinchadas,
posiblemente debido al sarro
que se deposita entre los dientes, pero yo preparo una mezcla de bicarbonato con agua oxigenada (recomendada por Dr. Crespo, la cual yo uso
también) y con un dedito plástico que
tiene como un cepillo, ahí pongo la pasta, y le voy frotando poco a poco a ella, sus dientes y sus encías. Por sus gestos faciales sé que le molesta un poco todo eso, pero no puedo hacer otra cosa. Los
médicos me dicen que si alguna vez tuviera una seria infección en la boca, eso se notaría en los
resultados de análisis de sangre y demás.
Por lo pronto, le sigo cuidando su dentadura y encías de esa manera,
y con unas esponjitas verdes especiales
para limpiarle la boca después de comer
y una especie de Q-Tips o hisopos esponjas, con glicerina y limón en la punta, antes de
dormir en las noches.
Es bueno usar cada dos días esa
mezcla para todos en general de bicarbonato y agua oxigenada, y un poco de sal
con agua tibia, y luego enjuagar, y mucho
mejor usar enjuague bucal
antiséptico si no diario, al menos cada dos días. Luego siempre lavarlos después de las comidas, al levantarnos y acostarnos, o al menos dos veces al día, y usar el hilo dental. Y recuerden que los dientes NO SON BLANCOS, son color hueso, esa obsesión de quererlos
blanquear con químicos, a la larga si
dañan el esmalte de los dientes.
Cuando mi hija especial Sandra estuvo 4 meses en el
hospital, pedí una consulta con un
dentista pero como estaban luchando con sus problemas respiratorios, Pneumonías, Septicemias, y más, no
pudo ser.
Aquí les comparto un buen artículo que encontré para ampliar este tema:
La Limpieza Dental y su Importancia
La rutina diaria y todas nuestras
obligaciones pueden provocar que demoremos visitas tan importantes como la de
una limpieza dental anual. Una cita con el odontólogo o higienista, rápida e indolora,
resulta imprescindible para la salud de nuestra boca, así como para mejorar la
estética dental y lucir una bonita sonrisa.
Gracias a la limpieza dental
profesional se refuerza y protege el esmalte de las piezas dentales, se elimina
la placa que se forma en la unión de los dientes con las encías, las manchas
provocadas por el tabaco, café o vino, así como el sarro que se encuentra
debajo de las encías o en los dientes. Este último es un depósito duro que se
acumula en los dientes cuando la placa bacteriana, compuesta de restos de
comida y bacterias, no se elimina a tiempo y se mineraliza convirtiéndose en
sarro. Esta sustancia se adhiere al esmalte de los dientes de una forma tan
fuerte que sólo puede ser eliminada con una limpieza dental profesional. El
sarro favorece la multiplicación de bacterias que ataca a dientes y encías y si
no se elimina puede provocar gingivitis (inflamación de las encías), halitosis
(mal aliento) o periodontitis, que afecta a los tejidos que sostienen los
dientes y, que si no se trata eficazmente, puede desembocar en la pérdida de
los mismos.
Sarro o cálculo dental se produce
como calcificación de la placa bacteriana por depósito de sales de calcio.
Estas sales provienen de la saliva, de ahí la creencia popular de que “la
saliva forma sarro”. Una higiene adecuada, no solo en el número de veces que
nos cepillamos al día, sino también del empleo de una técnica adecuada y
realizada correctamente ayudan a que este sarro no aparezca. Debido a que una
higiene 100% es muy difícil de conseguir por nuestros pacientes; la profilaxis
dental, realizada por profesionales es la única forma de eliminar el sarro ya
formado. El cálculo dental producirá irritación de la encía, que llevará
inicialmente a una gingivitis que podrá desencadenar en una periodontitis y a
la sucesiva pérdida de dientes en los casos más graves.
chequeen este video:
https://www.youtube.com/watch?v=n87OieKEq3o
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